El dengue se ha propagado rápidamente en los últimos años a todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La enfermedad está muy extendida en los trópicos, con variaciones locales en el riesgo que dependen de los parámetros climáticos y de los factores sociales y ambientales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió en el año 2022 algunas precisiones sobre el dengue. Destaca que esta afección es una infección causada por el virus del dengue (DENV). Existen cuatro serotipos del DENV, lo que significa que es posible infectarse cuatro veces. Los principales vectores de la enfermedad son los mosquitos Aedes aegypti (Ae. aegypti) y, en menor medida, Ae. albopictus. Estos mosquitos también son los vectores de los virus de la fiebre chikunguña, la fiebre amarilla y el Zika.
El dengue es el causante de un amplio espectro patológico, que puede abarcar desde una enfermedad asintomática (es posible que la persona no se percate de la infección) hasta síntomas graves similares a los de la gripe en las personas infectadas. Si bien es menos frecuente, algunas personas evolucionan hacia un dengue grave, que puede entrañar un número indeterminado de complicaciones vinculadas a hemorragias graves, insuficiencia orgánica o extravasación de plasma. (Más información)