En diciembre de 2020 se autorizó un régimen de 2 dosis de la vacuna BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) contra el SARS-CoV-2 con base en una eficacia notificada del 94.8 %. Aunque se ha descrito bien una asociación entre la vacunación y una reducción de la enfermedad sintomática, esta no está clara para la infección asintomática.
En este artículo, dado a conocer en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (Journal of the American Medical Association, JAMA su sigla en inglés), los autores se propusieron establecer si la vacunación contra la COVID-19 también se asocia a un menor número de infecciones asintomáticas. (Más información)
Al comienzo de la pandemia de la COVID-19 el alcance exacto de los riesgos en el embarazo era incierto, lo que estaba afectando la salud mental de las embarazadas. La falta de claridad surgió porque, en una revisión sistemática temprana, solo 4 estudios que incluyeron números pequeños compararon los resultados entre las mujeres embarazadas con y sin la COVID-19.
A mediados de marzo del año 2020 se implementaron una serie de medidas sociales y de salud pública contra la entonces nueva enfermedad por coronavirus del año 2019 (COVID-19) en Dinamarca, Noruega y Suecia que propiciaron una finalización abrupta de la temporada de la influenza 2019/20 en esos territorios.
Cuba y España pertenecen al grupo de países que miran con detenimiento el fenómeno de la celeridad con la que se produce la transición demográfica. El Centro de Estudios Demográficos de La Universidad de La Habana, Cuba, señala la urgencia de invertir en solucionar los problemas de la infertilidad de la pareja, mejorar las condiciones de vida cotidiana, así como modificar favorablemente la percepción del futuro y su vínculo con la planificación de la reproducción familiar.
Desde el comienzo de la vacunación frente al SARS-CoV-2 se está acumulando suficiente experiencia clínica, en el mundo real y fuera de los ensayos clínicos, para resolver algunas de las cuestiones relacionadas con este procedimiento. Buen ejemplo de ello es la información sobre las vacunas y los resultados de las campañas de vacunación, donde los reportes en tiempo real de las observaciones en millones de individuos requieren de una puesta al día continua y casi instantánea.
Aproximadamente el 80 % de los pacientes hospitalizados con la COVID-19 informan síntomas persistentes hasta varios meses después del inicio de la infección. Sin embargo, el conocimiento de los resultados a largo plazo entre las personas que padecieron la forma leve de la COVID-19 es escaso y los datos de la prevalencia se ven obstaculizados por los sesgos en la selección y los grupos no óptimos de control.
A medida que la COVID-19 se ha expandido en los Estados Unidos de América (EE. UU.), ha quedado claro que su impacto se ha sentido con mayor fuerza en algunas comunidades, más claramente entre los estadounidenses de raza negra, que adquieren la enfermedad y mueren en forma desproporcionada en relación con otros grupos raciales. Los determinantes sociales de la salud pueden impulsar en parte esta disparidad, y los rasgos del vecindario ser particularmente relevantes en ella, dado que la propagación de las enfermedades infecciosas está usualmente influenciada por el entorno.



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"Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz."
Leonardo Da Vinci (1452-1519); pintor, escultor e inventor italiano
