El maltrato infantil está muy extendido, pero a menudo se oculta. Es un problema importante de la salud pública y una violación de los derechos humanos, incluidos el derecho a la vida, el derecho a la protección de toda forma de violencia y el derecho a disfrutar del grado máximo de salud posible. Solo una parte de las menores víctimas de maltrato llegan a contar lo que les sucedió y, de ellos, muy pocos reciben el apoyo que necesitan.
El personal de salud se halla en una posición única para ayudar a los infantes y los adolescentes víctimas de maltrato que atienden en su práctica diaria, pero no siempre están capacitados para hacerlo. La capacitación adecuada es fundamental para mitigar las consecuencias negativas del abuso y la negligencia y para prevenir daños mayores. (Más información)