2013 Archivos

«Publicar o perecer». Memorias del III Taller del Consejo Asesor de la revista MEDISANHodelín T.R. MEDISAN. 2013; 17(6).

revistas-internHace más de tres décadas, Phillip Clapham publicó su conocido artículo «Publish or perish». Traducido al español como «Publicar o perecer», este aforismo norteamericano suscitó una serie de reacciones, tanto en el orden académico como editorial, que se han mantenido a pesar de los años.
Si bien la producción científica del investigador incluye una serie variada de aspectos, no cabe dudas que las publicaciones constituyen elementos claves en la evaluación de cualquier científico y si se generaliza en revistas de alto impacto, su efectividad es mayor. El requisito para el otorgamiento de reconocimientos o promociones ha sido desde entonces, fundamentalmente, la publicación y la graduación de estudiantes. Es así como en esos años se estableció como máxima: «No hay nada peor que no publicar».
Finalmente, para mantener la vigencia de la magnífica idea de Phillip Clapham y con la seguridad de que a nadie le gusta perecer, se invita entonces a publicar.

La capacidad de localizar el origen del sonido es importante para navegar el mundo y para escuchar en ambientes ruidosos como los restaurantes, una acción que es particularmente difícil para las personas de edad o sordas. Tener dos oídos permite que los animales localicen la fuente de un sonido, por ejemplo, los búhos pueden agarrar a su presa en la más completa oscuridad dependiendo solo del sonido. Ha sido conocido por mucho tiempo que esta capacidad depende de las diferencias diminutas en los sonidos que llegan a cada oído, incluyendo las diferencias en el tiempo de llegada: en los seres humanos el sonido llega al oído más cercano a la fuente emisora, media milésima de segundo más temprano que al otro oído. Estas diferencias son denominadas «diferencias de tiempo de interaural», sin embargo, la manera en que el cerebro procesa esta información, para comprender de donde proviene el sonido ha sido fuente de mucho debate.

Una publicación reciente de investigadores de los laboratorios de masa de Eaton-Peabody y de ojos y oídos del Harvard Medical School en colaboración con investigadores del Ecole Normale Superieure de Francia, cambia las dos teorías dominantes de cómo las personas localizan los sonidos, explican porqué la respuestas neuronales a los sonidos son tan variadas y muestran como puede ser localizado el sonido, incluso faltando la mitad del cerebro. La investigación es descrita en línea en la revista eLife.

«El progreso ha sido hecho en ambiente de laboratorio para comprender cómo trabaja la localización del sonido, pero en el mundo real las personas escuchan un rango amplio de sonidos con ruido de fondo y sus reflejos», expreso Dan F. M. Goodman, autor principal asociado a los laboratorios de masa de Eaton-Peabody y ojos y oídos del Harvard Medical School. «Teorías basadas en ambientes más objetivos son importantes. Las teorías previas sobre este asunto han sido demasiado idealizadas, y si usted emplea datos más realistas, llega a una conclusión completamente diferente».

«Dos teorías han venido a dominar nuestro conocimiento de cómo el cerebro localiza los sonidos: la teoría de codificación máxima (la cual expresa que solo las neuronas son necesitadas para una respuesta enérgica), y la teoría de codificación hemisférica (que expresa que solamente es necesario una respuesta promedio de las neuronas en los dos hemisferios cerebrales». Goodman expresa, «lo que hemos mostrado en este estudio es que ninguna de estas teorías puede ser correcta, y que la evidencia en ellos presentada solo trabaja debido a que estos experimentos emplearon sonidos no naturales e idealizados. Si usted usa sonidos más realistas y naturales, entonces ambos explican muy mal los datos».

Los investigadores muestran que para hacerlo bien con sonidos realistas, uno tiene que usar todo el patrón de las respuestas neurales, no justamente la respuesta más fuerte o el promedio de la respuesta. Mostraron otras dos cosas: primero, ha sido conocido por mucho tiempo que las respuestas de neuronas auditivas diferentes son muy diversas, pero esta diversidad no fue usada en la teoría de codificación hemisférica.

«Mostramos que la diversidad era esencial en la capacidad del cerebro para localizar los sonidos; si usted hace todas las respuestas similares entonces no hay suficiente información, algo que no fue apreciado antes debido a que si uno tiene sonidos no naturales o idealizados, usted no ve la diferencia» expreso Goodman.

Las teorías previas son inconsistentes con el hecho conocido de que las personas aún pueden localizar sonidos si pierden una mitad de su cerebro, pero solamente sonidos en el otro lado (Si uno pierde la mitad izquierda del cerebro, él individuo aún puede localizar sonidos que provienen del derecho), añadió. 3 de dic, 2013.

Massachusetts Eye and Ear Infirmary (2013, December 3).

Current sound-localization theories turned ‘on their ear’. ScienceDaily. Retrieved December 7, 2013, from http://www.sciencedaily.com­ /releases/2013/12/131203105938.htm

Investigadores de la facultad de medicina de la Universidad de Colorado podrían resolver las causas de la enfermedad de Menièré y cómo atacarlas. De acuerdo a Carol Foster, MD, del departamento de otorrinolaringología y Robert Breeze, MD, neurocirujano, hay una asociación fuerte entre la enfermedad de Menièré y afecciones que involucran un bajo flujo de sangre transitorio en el cerebro como en el caso de la cefalea migrañosa. La investigación es descrita en la revista Medical Hypotheses.

La enfermedad de Menièré afecta a aproximadamente de 3 a 5 millones de personas en los Estados Unidos. Es un trastorno discapacitante como resultado de ataques violentos y repetidos de vértigo, tinnitus e hipoacusia, que puede durar horas y puede causar sordera permanente del oído afectado. Hasta ahora, la causa de los ataques es desconocida, no existiendo una teoría que explique totalmente los numerosos signos y síntomas de este trastorno.

«Si nuestra hipótesis es confirmada, el tratamiento de los factores de riesgo vasculares puede conducir al control de los síntomas y resultar en la reducción de la necesidad de realizar cirugías destructivas de la función vestibular para lograr su control», expreso Foster. «Si los ataques son controlados, la evolución inevitable hacia una pérdida auditiva severa podría ser prevenible en algunos casos.»

Foster explica que estos ataques pueden ser causados por la combinación de dos factores: 1) una malformación del oído interno, hidropesia endolinfática (oído interno dilatado por el fluido) y 2) los factores de riesgo para la enfermedad vascular en el cerebro, como la migraña, apnea de sueño, el hábito de fumar y la aterosclerosis.

Los investigadores proponen que la acumulación de fluido en parte del oído interno, el cual esta fuertemente relacionado con los ataques en la enfermedad de Menièré, indican la presencia de un problema en la regulación de la presión, que actúa como causa de los descensos intermitentes y moderados del flujo sanguíneo dentro del oído interno. Cuando esto se combina con enfermedades vasculares que también disminuyen el flujo de sangre hacia el cerebro y el oído, la pérdida súbita del flujo de sangre similar a los ataques isquémicos pasajeros (o mini traumas) en el cerebro, también se puede generar en los tejidos sensoriales del oído interno. En personas jóvenes que tienen hidropesia, sin trastornos vasculares, no ocurre ningún ataque porque el flujo de sangre continúa a pesar de estas fluctuaciones, sin embargo, en las personas con  enfermedades vasculares, estas fluctuaciones son suficientes para robar el flujo de sangre hacia el oído y los nutrientes que la sangre suministra. Cuando los tejidos que intervienen en la audición y el movimiento están privados de la sangre, dejan de enviar señales al cerebro, lo cual estimula el vértigo, el tinnitus y la pérdida auditiva en el trastorno.

La restauración del flujo sanguíneo no resuelve el problema. Los científicos creen que provoca un efecto dañino posterior, denominado vía isquemia-reperfusión en los tejidos excitables del oído, que lo silencia por varias horas, resultando en el vértigo prolongado y la pérdida auditiva que caracteriza este trastorno. Aunque la mayoría de los tejidos se recuperan, cada ataque origina el daño de pequeñas áreas, que con el tiempo producen la pérdida permanente de la función auditiva y vestibular en el oído.

Desde el primer vínculo de hidropesía endolinfática y Enfermedad de Menièré en 1938, una variedad de mecanismos han sido propuestos para explicar los ataques y la  sordera progresiva, pero ninguna respuesta ha explicado todos aspectos del trastorno, y ningún tratamiento sobre la base de estas teorías ha probado ser capaz de controlar la evolución de la enfermedad. De demostrarse esta nueva teoría, suministraría nuevos caminos para el tratamiento y control de este trastorno. 6 de dic, 2013

Carol Foster, MD and Robert Breeze, MD. The Meniere attack: An ischemia/reperfusion disorder of inner ear sensory tissues. Medical Hypotheses, December 2013

University of Colorado Denver (2013, December 6). Researchers may have discovered a plan to disable Meniere’s disease. ScienceDaily. Retrieved December 11, 2013, from http://www.sciencedaily.com­ /releases/2013/12/131206163057.htm

Para decenas de millones de estadounidenses, no hay nada semejante al sonido del silencio. Otros de manera contraria, aún en una habitación silenciosa escuchan un ruido de campanas, zumbidos, pitidos constantes u otras formas de ruidos en sus oídos que no es real. Esta sensación denominada tinnitus, puede ser extenuante y cambiar la vida de quienes lo padecen.

Ahora, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (UM) informan de nuevos descubrimientos científicos que ayudan a explicar lo qué está ocurriendo dentro de sus agitados cerebros.

El descubrimiento revela un nuevo blanco importante para tratar esta condición. Ya el equipo de la UM tiene pendiente una patente y un dispositivo en desarrollo basado en este enfoque.

Las conclusiones críticas son divulgadas en línea en el Journal of Neuroscience. Aunque el trabajo fue hecho en animales, provee un novedoso enfoque científico para el tratamiento del tinnitus en seres humanos.

Susan Shore, autor principal del artículo, explica que su equipo ha confirmado que un proceso denominado estímulo – coordinación dependiente de la plasticidad multisensorial se encuentra alterado en animales con tinnitus, y que esta plasticidad es «exquisitamente sensible» a la coordinación de señales de entrada a un área clave  del cerebro.

Esa área, denominada núcleo coclear dorsal, es la primera parada de las señales que llegan al cerebro desde el oído, a través del nervio auditivo. Pero es también un centro donde las neuronas de «multitarea» integran otras señales sensoriales, como el tacto, con la información auditiva.

Explica que en el tinnitus, un por ciento de las señales que entran al cerebro procedentes de la cóclea se encuentran reducidas, mientras que las señales de los nervios  somatosensoriales faciales y del cuello, relacionados con el tacto, son amplificadas excesivamente.

«Es como si las señales se compensaran a causa de la pérdida de entrada auditiva, pero estas se sobrecompensan y terminan haciendo todo ruidoso», expresa Shore.

Los nuevos hallazgos esclarecen la relación entre el tinnitus, la pérdida auditiva y la entrada sensorial,  ayudando a explicar en muchos enfermos de tinnitus, por qué pueden cambiar el volumen y el tono del sonido del tinnitus, al apretar la mandíbula o cambiar la cabeza y el cuello de posición.

Pero no es justamente la combinación de ruido fuerte y las señales hiperactivas somatosensoriales las que están involucradas en el tinnitus, según reportan los investigadores.

Es la coordinación precisa de estas señales en su relación con otras, la que incita los cambios en los mecanismos de plasticidad del sistema nervioso, que puede llevar a los síntomas conocidos por los enfermos de tinnitus .

Shore y sus colegas, esperan que los resultados de su investigación ayuden a más de 50 millones de personas en los Estados Unidos y a otros millones más que en el mundo padecen esta afección, según lo expuesto por la Asociación de Tinnitus estadounidense. Esperan brindar enfoques científicos para el tratamiento de una afección para la cual no hay ninguna cura y para la qué existen muchas terapias aún sin comprobar.

El tinnitus afecta principalmente a los nacidos en la década del sesenta, quienes al llegar a una edad en la cual la audición tiende a disminuir, experimentan cada vez más tinnitus. Esta afección se acompaña habitualmente de pérdida auditiva, pero también puede seguir a los traumas de cabeza y cuello, causados por accidentes automovilísticos o tratamientos estomatológicos.

Los ruidos fuertes y las explosiones experimentadas por miembros de los ejércitos en zonas de guerra también pueden provocar esta afección; siendo una causa de incapacidad entre los miembros y veteranos de las fuerzas armadas.

Los investigadores todavía no comprenden qué factores protectores pueden tener algunas personas para no desarrollar tinnitus, mientras que otros expuestos a condiciones similares, experimentan tinnitus.

En este estudio, solo la mitad de de los animales que recibieron sobreexposición al ruido desarrollaron tinnitus. Esto es semejante al caso con seres humanos – no todos los que presentaron daño auditivo terminan con tinnitus. Una conclusión importante es que los animales que no desarrollaron tinnitus mostraron pocos cambios en su plasticidad multisensorial, que aquellos con evidencia de tinnitus. En otras palabras, sus neuronas no eran hiperactivas.

Shore está trabajando con otros estudiantes y becarios para desarrollar un dispositivo que emplea los nuevos conocimientos sobre la importancia de la cordinación de la señal para aliviar el tinnitus. El dispositivo combinará el estímulo sonoro y eléctrico de la cara y el cuello para devolver a la normalidad la actividad neural en la vía auditiva.

«Si conseguimos la coordinación correcta, creemos que podemos reducir los indices de disparos de las neuronas en la frecuencia del tinnitus, y apuntar a aquellas con hiperactividad», expresa Shore. Ella y sus colegas también están trabajando en el desarrollo de  manipulaciones farmacológicas que pueden aumentar la plasticidad de sincronización del estimulo, mediante el cambio de blancos moleculares específicos.

Destaca que cualquier tratamiento tendrá que ser personalizado a cada paciente y cumplido de forma regular. Y algunos pacientes pueden obtener más beneficios que otros. 16 dec 2013

Seth D. Koehler And Susan E. Shore. Stimulus Timing-Dependent Plasticity in Dorsal Cochlear Nucleus Is Altered in Tinnitus. Journal of Neuroscience, December 2013

El dolor posterior a la realización de una amigdalectomía, puede durar hasta 10 días en niños sometidos a este proceder quirúrgico. El elixir de codeína ha sido usado por mucho tiempo para el alivio del dolor en niños, pero recientemente ha sido prohibido por la Administración de Alimentos y Drogas debido al recientemente reconocido riesgo de muerte. Los autores del artículo publicado en el International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology analizaron la acupuntura como un medio alternativo para el alivio de dolor en niños y adolescentes después de la realización de una amigdalectomía. Los datos indican que la acupuntura disminuye la percepción del dolor en niños y adolescentes después de una amigdalectomía. Estos datos – combinados con el costo/efectividad, seguridad y facilidad de su empleo – indican que merece realizarse estudios adicionales que analicen la efectividad de la acupuntura en menores después de la realización de una amigdalectomía. 19 dic 2013

MDLinx

Un nuevo dispositivo, creado por el equipo de ingenieros del centro de investigación CEIT-Ik4, de San Sebastián, y médicos de la Clínica Universidad de Navarra, consigue reducir posibles daños en la función auditiva durante las operaciones de oído. Gracias a su precisión y exactitud en llegar a la parte interna, está especialmente indicado para las operaciones de implantes cocleares y de oído medio.

Trabajar con precisión en un espacio tan pequeño -el tamaño del oído interno no supera al de la uña de un dedo meñique- y tan delicado es muy difícil, pero esta herramienta, el primer micromanipulador, lo ha conseguido. En concreto, consta de dos partes. Una de ellas va unida mediante un tornillo al hueso temporal del paciente y permite servir de apoyo a un conjunto de piezas que están ligadas a la herramienta de fresado.Con ella, el cirujano realiza el orificio en el hueso temporal para acceder hasta el oído interno, explica Mikel Echevarría, ingeniero del CEIT-Ik4 y principal investigador de la iniciativa.La otra parte de la herramienta es una pequeña pieza metálica que se comporta como un mecanismo flexible, que permite al cirujano realizar movimientos precisos y guiados de la punta del dispositivo. «En lugar de trabajar a pulso, proporciona apoyo y el movimiento necesario para realizar el fresado», apunta Echevarría, y destaca que este mecanismo atenúa las vibraciones propias de la mano.

Según el ingeniero, la necesidad de que los cirujanos pudieran realizar este tipo de intervenciones con más precisión es lo que llevó al desarrollo del micromanipulador, clave en los implantes cocleares, que constituyen «una cirugía delicada; uno de los campos donde más precisión se necesita porque se pueden dañar vasos sanguíneos y nervios, y donde son necesarios cirujanos con mucha experiencia», comenta el especialista, ya que hay que tener en cuenta que el hueso temporal está a unos 15 milímetros de profundidad.

Por estos motivos, en los implantes cocleares esta herramienta se encarga del fresado de la pequeña capa de hueso para exponer la cóclea, que convierte los electrodos en estímulos. «Es necesario fresar esa fina capa de hueso para poder introducir los electrodos en la cóclea, la que una vez expuesta y fresada, se le introduce el electrodo y se envían los estímulos eléctricos al cerebro».

Hasta hace poco, el oído interno suponía una frontera para el cirujano porque se pensaba que abrir esta parte del oído comprometería la función auditiva. Sin embargo, con la llegada en los últimos años de la cirugía de implantes cocleares se han empezado a realizar intervenciones. El micromanipulador ha ido un paso más allá, convirtiéndose en la primera técnica de gran precisión que se emplea en las áreas de reducidas dimensiones y de gran sensibilidad, como el oído interno. «La importancia del sistema reside en que es fácil de utilizar, no alarga el tiempo de cirugía y reduce el número de lesiones», señala el ingeniero. En un futuro, según Echevarría, podría llegar a utilizarse como una herramienta que libere determinados fármacos mediante microagujas para curar patologías, o podría usarse para introducir células madre que regeneren el oído interno».

Colaboración
La creación de esta técnica se ha conseguido gracias a la colaboración entre especialistas de Otorrinolaringología e investigadores ingenieros. En esta colaboración, añade el especialista, los profesionales médicos plantean sus necesidades y problemas y los ingenieros ofrecen las soluciones para tratar de resolverlos. En este caso, los ingenieros tuvieron que aprender anatomía y fisiología del oído para conocer el campo dónde se iban a mover en el desarrollo de este instrumento, además de familiarizarse con el entorno, como son los materiales esterilizantes.

Manuel Manrique, especialista en Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra, considera que «el micromanipulador es útil porque les sirve de apoyo en la realización de las intervenciones, algo que es muy complicado, y consigue no dañar un órgano tan sensible como el oído interno».

Los cirujanos de la clínica emplean la técnica en la zona del oído que se denomina ventana redonda para estimular los fluidos del oído interno, tratar las pérdidas de audición y realizar implantes cocleares. Esta ventana, explica Manrique, es la que comunica el oído medio con el interno. «En 30 o 50 años, las posibilidades de esta herramienta se podrán ampliar incluso a los niños».

Es posible reducir la posibilidad de que las intervenciones quirúrgicas se alarguen.

Macromanipulado
Aún se puede explorar, por ejemplo, cómo esta herramienta debería insertar los electrodos, ya que dependiendo de la manera, se puede dañar o no la cóclea.

Intervenciones
En la Clínica Universidad de Navarra se realizan al año cerca de cien intervenciones quirúrgicas. El 30 % de las operaciones de implantes cocleares se realizan con el micromanipulador.

Aplicación
En cuanto a la extensión del uso de esta herramienta, se encuentra en fase de validación en otros centros hospitalarios y se podrá aplicar en un futuro no muy lejano. 23 dic. 2013 (Diario Médico)

Editores:
Lic. Heidy Ramírez Vázquez
Dra. María T. Oliva Rosello