septiembre 2013 Archivos

klebsTheodor Albrecht Edwin Klebs (1834-1913), médico alemán y bacteriólogo notable por su teoría bacteriana acerca de la infección. Nació en Königsberg, Prusia (ahora Kaliningrado, Rusia). Junto con Friedrich August Johannes Löffler en 1884, descubrió el bacilo de la difteria, conocido como el bacilo Klebs-Löffler. Murió, como muchos médicos de esa época enfermo de tuberculosis.

En estudios con ratones, científicos de una universidad estadounidense lograron por primera vez restaurar el sentido del olfato con una terapia que podría beneficiar a la gente que nace con anosmia congénita, la incapacidad de detectar olores.

El tratamiento fue probado con ratones que nacieron con la enfermedad genética, la cual afecta las vellosidades microscópicas del organismo -los llamados cilios- que se encargan de detectar los compuestos químicos en el aire.

El hallazgo, afirman los investigadores en la revista Nature Medicine, podría conducir a tratamientos para todas las enfermedades causadas por problemas en los cilios, que en los humanos pueden conducir a ceguera, sordera y enfermedad renal.

Los cilios son estructuras similares a vellosidades que se encuentran dentro de muchos tipos de células.

Cuando su función se deteriora se producen las llamadas ciliopatías, que son enfermedades que muchas veces son mortales o que provocan incapacidad grave.

Una de éstas es la anosmia congénita, que provoca la inhabilidad permanente para oler.

La nueva investigación, dirigida por científicos de la Universidad de Michigan, investigó a ratones nacidos con una mutación en el gen Ift88 la cual significaba que los animales tenían problemas para producir cilios y no podían detectar olores.

Los científicos crearon un virus capaz de infectar a las células con una versión funcional del gen Ift88.

El virus fue inyectado en la nariz de los ratones durante tres días consecutivos y esto logró restaurar los cilios y el sentido del olfato de los animales.

«El uso de terapia genética en un modelo de ratones con disfunción de los cilios nos permitió rescatar y restaurar la función olfatoria, el sentido del olfato» explica el doctor Jeffrey Martens, profesor de farmacología de la Universidad de Michigan y principal autor del estudio.

«Esencialmente, entrenamos a las neuronas que se encargan de transmitir el sentido del olfato para que volvieran a producir los cilios que habían perdido» agrega.

«Estos resultados pueden conducir a una de las primeras opciones terapéuticas para tratar a la gente con anosmia congénita». Dr. James Battey

El investigador subraya que todavía hará falta llevar a cabo muchas más investigaciones para poder contar con un tratamiento para humanos.

Pero se espera eventualmente poder contar con una terapia para la gente que ha perdido el sentido del olfato debido a este trastorno genético.

Además, dicen los científicos, el estudio ofrece información valiosa sobre la anosmia a nivel celular.

El profesor Philip Beales de la Universidad de Londres, quien participó en el estudio, explica a la BBC que éste «es una prueba de concepto que ha demostrado que podemos restaurar la función del gen en esas células, producir las proteínas adecuadas, producir cilios y hacer que funcionen como se espera».

En este estudio los ratones lograron posteriormente usar el olfato para detectar alimentos.

Pero los científicos esperan poder usar un enfoque similar que pueda ser utilizado para corregir los síntomas de estos trastornos.

Según el doctor James Battey, director del Instituto Nacional para Sordera y Otros Trastornos de Comunicación de Estados Unidos, que financió parcialmente el estudio, «estos resultados pueden conducir a una de las primeras opciones terapéuticas para tratar a la gente con anosmia congénita».

«También se espera que el hallazgo conduzca a nuevos enfoques terapéuticos para tratar enfermedades que involucrar la disfunción de los cilios en otros sistemas orgánicos, muchos de los cuales pueden ser fatales si no se les trata» agrega.

La anosmia no sólo es causada por una mutación genética.

Mucha gente pierde la capacidad de oler debido a la edad avanzada, una lesión en la cabeza o problemas de sinusitis crónica. 5 de septiembre de 2012

DiarioSalud.Net

Estomatitis aftosa recurrente según factores locales y generales. Castelnaux M.M, Jiménez A.F, Navarro J.N, González Y.S, Rodríguez Z.S. MEDISAN. 2013;17(9)

amigdala palatinaEntre las enfermedades periodontales inflamatorias agudas figura la estomatitis aftosa recurrente o recidivante (EAR), dicha entidad clínica, también llamada aftosis oral o simplemente aftas, constituye uno de los cuadros más frecuentes entre las afecciones bucales. Es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por la aparición de brotes de lesiones aftosas en la mucosa bucal.En el presente trabajo se realizó un estudio descriptivo y transversal de 60 pacientes con manifestaciones clínicas de estomatitis aftosa recurrente, atendidos en la consulta estomatológica del Policlínico «Carlos J. Finlay» del Municipio Songo-La Maya de Santiago de Cuba, desde noviembre del 2007 hasta julio del 2009. Entre las variables analizadas figuraron: grupos etarios, localización, factores locales y generales. En la serie predominaron el sexo femenino (63,3 %), el grupo etario de 15-34 años, el dolor (100,0 %) y los labios como el lugar de mayor localización de la enfermedad. Entre las causas primaron el trauma y las alteraciones por estrés. Se recomendó efectuar estudios en diferentes poblaciones para llevar a cabo acciones de promoción de salud y prevención de este cuadro morboso.

Tratamiento láser en los trastornos temporomandibulares. Batista M.A, Broche A.P, Hernández D.G. Acta Médica del Centro. 2013; 7(3)

satmDesde hace más de 30 años la ciencia ha avanzado en todos los campos; la Especialidad de Odontología no se ha quedado atrás y es una de las ramas más favorecidas con la aplicación del láser para el uso dental. Su efecto antiálgico radica, fundamentalmente, en su acción vascular, pues aumenta la microcirculación, y en su activación sobre las terminaciones nerviosas libres, lo que eleva el umbral del dolor, de ahí que el efecto producido por esta radiación sea muy potente al actuar sobre el síntoma dolor y no sobre la causa. Los trastornos temporomandibulares son problemas estomatológicos comunes que siempre deben de ser considerados como una situación de urgencia y se presentan en la clínica estomatológica con una frecuencia cada vez mayor.

Investigadores de la Universidad Yeshiva en Nueva York  sugieren que la hiperactividad en niños con problemas del oído interno se podría controlar inhibiendo la proteína pERK en el cerebro.

Una disfunción en el oído interno podría causar directamente cambios neurológicos que incrementarían la hiperactividad. Es lo que revela un estudio que han realizado investigadores dela Escuela de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva en Nueva York (Estados Unidos).

La idea del estudio surgió cuando Michelle W. Antonie, un estudiante de medicina de la Universidad de Yeshiva, se dio cuenta de que algunos ratones estaban inusualmente activos, en un estado de continuo movimiento. Una investigación reveló que estos ratones tenían graves defectos en el sistema coclear y vestibular, y eran sordos.

Fue entones cuando los investigadores establecieron que estos problemas en los animales se debían a una mutación en el gen Slc12a2, que media el trasporte de sodio, potasio y cloruro en varios tejidos, incluido el oído interno y el sistema nervioso central (SNC). Este gen también se encuentra en humanos.

Para determinar si la mutación estaba relacionada con la hiperactividad de los animales, los investigadores seleccionaron ratones sanos y los dividieron por grupos. En el primer grupo les suprimieron este gen, en el segundo les eliminaron varias regiones cerebrales responsables del movimiento, y en el tercer grupo se les quitó el SNC entero. «Para nuestra sorpresa, sólo se incrementó la actividad locomotora en el grupo en el que eliminamos el gen del oído interno «, explica Jean M. Hébert, profesor en el departamento de Neurociencia y Genética en la universidad estadounidense.

Los científicos tenían la hipótesis de que los defectos en el oído interno provocan un funcionamiento anormal del estriado, un núcelo del cerebro que controla el movimiento. Los ensayos revelaron que el incremento de los niveles de las proteínas pERK (cinasa fosforilada extracelular regulada por señal) y pCREB (fosforilación de la proteína de cAMP respuesta elemento vinculante) estaba involucrado con la vía de señalización que controla la acción de neurotransmisores. El aumento de estas dos proteínas sólo se observó en el estriado y no en otras regiones cerebrales.

Para descubrir si el incremento de los niveles de pERK aumentaba la actividad locomotora, inyectaron un inhibidor de pERK a los ratones con el Slc12a2 deficiente, que restauró la actividad locomotora. Esto sugiere que un aumento del pERK en el estriado eleva la actividad locomotora y no la actividad general. De acuerdo con los investigadores, el hallazgo, publicado en Science (doi: 10.1126/science.1240405), sugiere que la hiperactividad en niños con alteraciones en el oído interno se podrían controlar con fármacos que inhibieran la vía pERK en el estriado.
septiembre 5/2013 (Diario Médico)

Michelle W. Antoine, Christian A Hübner, Joseph C. Arezzo, Jean M. Hébert.A Causative Link Between Inner Ear Defects and Long-Term Striatal Dysfunction.Science 6 Sep 2013: 1120-1123.

Tezal M et al. Las caries dentales son originadas por la desmineralización de las estructuras del diente por el ácido láctico producto de la fermentación de los carbohidratos por bacterias gram positivas. Ha sido demostrado que las bacterias cariogénicas producen como respuesta una potente polarización de la citoquina Th1 y una respuesta inmune mediada por células. El estudio se propone evaluar la asociación entre las caries dentales y el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (CCECC). El diseño, configuración y participantes, incluyo a todos los pacientes con CCECC recién diagnosticado entre 1999 y 2007, todos los pacientes sin un diagnóstico de cáncer fueron seleccionados como controles. Aquellos con una historia del cáncer, displasia. inmunodeficiencia o menores de 21 años fueron excluidos. Los resultados muestran una asociación inversa entre el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello y las caries dentales. Lo anterior proporciona evidencias para futuros estudios que evalúen los potenciales efectos beneficiosos de las bacterias productoras de ácido láctico y la respuesta inmune asociada al carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (CCECC). JAMA Otolaryngology—Head & Neck Surgery, 09/13/2013

Mine Tezal, Frank A. Scannapieco, Jean Wactawski-Wende, Jukka H. Meurman, James R. Marshall, Isolde Gina Rojas, Daniel L. Stoler, Robert J. Genco. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg. September 12, 2013. doi:10.1001/jamaoto.2013.4569

Caracterización de adultos mayores con cáncer de cabeza y cuello. Suárez R.G, Pérez C.M, Fernández L.R, Pérez A.P. Correo Científico Médico. 2013; 17(2)

rimLos carcinomas de cabeza y cuello constituyen el 7% de todas las neoplasias y la cuarta causa de muerte por cáncer en el varón; son heterogéneos, varían histológicamente y tienen una etiología y una epidemiología distintas; aparecen en diferentes formas clínicas y con progresión variable, son diversos también los enfoques terapéuticos y pronósticos. El presente trabajo se propone caracterizar el comportamiento clínico-epidemiológico y terapéutico de los carcinomas de cabeza y cuello en adultos mayores en la provincia Holguín. Se realizó una investigación descriptiva, longitudinal retrospectiva en 407 adultos mayores con diagnóstico de cáncer de cabeza y cuello en Holguín entre enero 2005- diciembre 2010. Se confeccionó una base de datos, se organizó y procesó la información por medio de estadísticos descriptivos. Los resultados del estudio muestran que la enfermedad predominó  en la sexta década de la vida (42,76%) y el sexo masculino (72,00%). Los municipios más afectados fueron Holguín (28,00%) y Mayarí (11,80%). Predominaron los hábitos tóxicos, principalmente, el tabaquismo (64,62%). El mayor porcentaje se diagnosticó en los estadios IV (41,52%) y III (25,06%). El carcinoma epidermoide bien diferenciado prevaleció (39,56%). La cavidad bucal (33,91%) y la laringe (29,00%) fueron los sitios más afectados con metástasis en el 69,77% de los pacientes. Las modalidades terapéuticas más empleadas fueron las oncoespecíficas combinadas (50,85%). Se concluye que predominó un diagnóstico tardío de los tumores de cabeza y cuello en las edades geriátricas; la pobre calidad de vida y escasas posibilidades terapéuticas y de supervivencia.

La audición en jerbos, roedores del tamaño de una rata, se vio parcialmente mejorada luego de que se reconstruyeran los nervios en el oído, encargados de transmitir los sonidos al cerebro, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature.

Obtener la misma mejoría en humanos implicaría que alguien incapaz de escuchar el ruido del tráfico puede escuchar una conversación. Sin embargo, el tratamiento en humanos todavía es una posibilidad lejana.

Si uno quiere escuchar la radio o charlar con un amigo, el oído debe convertir las ondas de sonido en el aire en señales eléctricas.

Esto ocurre dentro del oído interno donde las vibraciones mueven pequeños cabellos y es eso lo que crea la señal eléctrica.

Sin embargo, en alrededor de una de cada diez personas con una pérdida auditiva profunda, las células nerviosas que deberían recoger la señal están dañadas. Es como si se cayera el testigo en una carrera de relevo en la primera etapa de la competencia.

El objetivo de los investigadores de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, era reemplazar estas células, conocidas como neuronas del ganglio espiral, con otras nuevas.

Usaron células madre de un embrión humano, que son capaces de transformarse en cualquier otro tipo de célula en el cuerpo humano.

A las células madre se les agregó una sopa química que las convirtió en células similares a las neuronas del ganglio espiral. Luego fueron delicadamente inyectadas en los oídos internos de 18 jerbos sordos.

A lo largo de diez semanas su audición mejoró. En promedio, al final del estudio, 45% de su capacidad auditiva fue restablecida.

«Significaría pasar de ser tan sordo como para no escuchar un camión en la calle, al punto de ser capaz de escuchar una conversación», explica el doctor Marcelo Rivolta, responsable del estudio.

«No es una cura completa, no serán capaces de escuchar un suspiro, pero sin duda serían capaces de mantener una conversación en una habitación», agrega.

Alrededor de un tercio de los jerbos respondieron de muy buena forma al tratamiento. Algunos de ellos recuperaron hasta el 90% de su capacidad auditiva, mientras que poco menos de un tercio apenas respondieron al experimento.

Los jerbos fueron utilizados porque son capaces de oír el mismo rango de sonidos que la gente, a diferencia de los ratones que escuchan tonos de alta frecuencia.

Los investigadores detectaron la mejora en la audición mediante la medición de las ondas cerebrales.

A los jerbos se los estudió durante diez semanas. Si esto se convirtiera en un estudio para humanos, entonces el efecto tendría que darse en un período de tiempo mucho más largo.

También existen cuestionamientos en torno a la seguridad y a la ética de los tratamientos con células madre.

«Es un gran momento, realmente es un gran avance», le dijo a la BBC el profesor Dave Moore, director del Instituto de Investigación Auditiva del Consejo de Investigación Médica de Nottingham, Inglaterra.

Sin embargo, advirtió que todavía habrá dificultades para repetirlo en humanos.

«El mayor problema en realidad es llegar a la parte del oído interno donde se va a hacer algún bien. Es muy pequeña y muy difícil de llegar y que será una empresa realmente formidable», dijo.

El doctor Ralph Holme, director de investigación biomédica en la ONG Action on Hearing Loss, aseguró: «Esta investigación es tremendamente alentadora y nos da una esperanza real de que es posible reparar en el futuro la causa de algunos tipos de pérdida auditiva». 15 de septiembre de 2012

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