reflujo gastroesofágico

Un Taller para la Introducción de Tecnología en Gastroenterología y Cirugía de Mínimo Acceso, sesionó en nuestro centro desde el 23 al 26 de Junio. En el campo de la Gastroenterología, el taller facilita la instalación y puesta en marcha de un programa para incorporar a nuestros servicios la Impedancia Esofágica Intraluminal. Esa prueba es clave en el estudio de la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico, en aquellos cuadros clínicos atípicos, sin correlación con los resultados de los estudios endoscópicos y de motilidad previos. La Impedancia Esofágica Intraluminal se basa en la monitorización continua de la conductividad eléctrica en el esófago, mediante el empleo de electrodos situados en la longitud de una sonda. Esa técnica permite determinar los cambios que un elemento como el bolo alimentario puede producir en la conductividad eléctrica. Esa tecnología ofrece nuevas perspectivas en la exploración de la función esofágica y de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, hasta ahora sólo cuantificable, de forma indirecta, a partir de las fluctuaciones generadas por los cambios en el pH del reflujo ácido.

Tomado de: http://www.cce.sld.cu/noticias/not012.html

El valor de corte para la positividad de la pepsina era 16 ng/mL.

Los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) podrían evitar el uso innecesario de un tratamiento antirreflujo y algunas pruebas invasivas y costosas con un test para determinar el nivel de pepsina en saliva durante la consulta, indica un estudio de la industria farmacéutica.
El análisis de pepsina en saliva con el Peptest (RD Biomed) complementaría los cuestionarios que se utilizan para diagnosticar el trastorno en el consultorio, según precisan los autores en la revista Gut.
«La pepsina se encuentra en la salud de las personas sanas y con acidez. Pero independientemente de la acidez del reflujo, la prevalencia y la concentración de pepsina en saliva eran mayores en los pacientes con síntomas asociados al reflujo que en el grupo de control», explicaron.
«En aquellos con acidez funcional, la prevalencia y la concentración de pepsina en saliva era más baja», indicó el investigador principal, doctor Daniel Sifrim, de la Facultad de Medicina y Odontología de Barts y Londres, en Inglaterra.
Sifrim agregó: «Un tercio de los participantes asintomáticos saludables tenían pepsina en saliva, lo que sugiere que el reflujo psicológico provocaría la aparición de pequeñas cantidades de la enzima en la cavidad oral».
«Por lo tanto, la principal diferencia con los pacientes sintomáticos sería cuantitativa, es decir, la concentración», añadió.
El test de pepsina en saliva tiene puntos positivos y negativos, según opinó el doctor C. Prakash Gyawali, de la Facultad de Medicina de la Washington University, en Missouri. «Es objetivo y fácil de utilizar», señaló.
Gyawali aclaró que la prueba se realizó «en un ambiente controlado (todos los pacientes utilizaban medicamentos para la ERGE y las muestras de saliva se obtuvieron una hora después de las comidas exactamente o al despertar), lo que sería difícil replicar en la práctica clínica».
Los autores reunieron 104 voluntarios saludables sin síntomas y 134 pacientes con los síntomas típicos de la ERGE (acidez con o sin regurgitación) en un centro médico académico urbano de Gran Bretaña. Incluyeron pacientes con una cirugía esofágica o gástrica previa o un trastorno motor esofágico.
Todos los participantes respondieron el Cuestionario de Enfermedad por Reflujo (RDQ por su nombre en inglés). Se les monitorizó el reflujo con impedancia con pHmetría.
Cada uno tomó una muestra de su saliva al despertar y antes de comer, beber o cepillarse los dientes, y, nuevamente, una hora después del almuerzo y de la cena.
El valor de corte para la positividad de la pepsina era 16 ng/mL y los participantes formaron parte de uno de tres grupos, dependiendo de la duración de la exposición al ácido (AET, por su sigla en inglés) esofágico y el resultado del análisis de asociación de síntomas de reflujo en saliva.
Los pacientes con AET total mayor al 4,2 por ciento formaron parte del grupo ERGE; aquellos con AET normal pero una asociación de síntomas positiva (SAP) mayor al 95 por ciento integraron el grupo con «esófago hipersensible» (EH), y los que tenían AET normal y una asociación de síntomas negativa (SAP menos al 95 por ciento) formaron el grupo con acidez funcional (AF).
Los investigadores ignoraban esa división y los resultados de las pruebas.
La edad promedio del grupo de control (31 años) era significativamente menor que la de los pacientes con ERGE (53 años), los pacientes con EH (43 años) y los pacientes con AF (50 años). En los grupos, hombres y mujeres estaban representados por igual.
Treinta y tres de los 87 participantes saludables sin síntomas (grupo de control) obtuvieron uno o más resultados positivos en los test de pepsina en saliva.
La prevalencia de pepsina en saliva fue significativamente más alta en los pacientes con acidez que en el grupo de control: 75 de los 111 obtuvieron uno o más resultados positivos en las muestras de saliva.
Entre los pacientes con acidez, aquellos con ERGE tenían una mayor prevalencia de pepsina elevada en saliva (45 de 58 con uno o más resultados positivos).
Los pacientes con EH tenían una alta prevalencia de pepsina en saliva (21 de 26 pacientes).
En cambio, sólo a nueve de 27 pacientes con AF se les detectó pepsina en saliva, significativamente menos que en los grupos con ERGE o EH.
La prevalencia de la detección de la pepsina era similar en los pacientes con AF y el grupo de control, y pocos pacientes obtuvieron un resultado positivo en las tres muestras.
El resultado positivo del test tuvo una sensibilidad del 77,6 por ciento.
«Se detectó pepsina en varios tejidos, incluida la boca, y es posible suponer que proviene del estómago en forma de un ataque de reflujo», dijo Gyawali.
Pero advirtió: «No pienso que este estudio demuestre que la pepsina en saliva permita diagnosticar la ERGE con certeza. Lo que los autores demostraron es que la pepsina se detecta en la saliva, en especial cuando el test se realiza una hora después de comer, más comúnmente cuando los reflujos son frecuentes que cuando no lo son (como en el grupo control)».
«La ausencia de pepsina en saliva sirve más para descartar la posibilidad de tener reflujos frecuentes que lo que su presencia ayuda a diagnosticar de manera concluyente la ERGE grave», opinó Gyawali, que no participó del estudio.

Tomado de: Intramed

esofagitis41Extraesophageal Presentations of GERD
Autor: Ryan D. Madanick. Fuente: Gastroenterol Clin NA. 2014; 43 (1):105-120

La posibilidad de acceder al texto completo de este artículo a través del acceso a la base de datos Clinical Key, para todos los usuarios del sistema de información en salud de nuestro país. El número 1 de este año 2014 está dedicado completamente a la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico.

strettaStretta Radiofrequency Treatment for GERD: A Safe and Effective Modality.

Autores: Franciosa M y cols. Fuente: Gastroenterol Res Pract. 2013; 2013.

Este artículo se concentra en el procedimiento endoscópico Stretta, una modalidad terapéutica para la enfermedad por reflujo gastroesofágico. La evidencia disponible hasta estos momentos apoyan su seguridad, eficacia y durabilidad. Stretta reduce la exposición del esófago al ácido, disminuye la frecuencia de la relajaciones esofágicas transitorias, aumenta la satisfacción paciente y mejora la calidad de vida. De acuerdo con lo expuesto, constituye una opción terapéutica valiosa para esta enfermedad.

manometriaFactores de motilidad en el Esófago de Barrett, según diferente presentación endoscópica.

Autores: Dra. Vivianne Anido y cols. Fuente:Rev Habanera Cien Méd 2013; 12 (3).

El Esófago de Barrett es una de las más severas complicaciones de la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico, de gran importancia clínica, por su asociación con el adenocarcinoma esofágico. Aunque los estudios de motilidad muestran anormalidades importantes en la barrera antirreflujo, no todos los pacientes muestran las mismas afectaciones. Este trabajo se diseñó con el objetivo de definir las características de los factores de motilidad de la barrera antirreflujo en pacientes con Esófago de Barrett, determinados por manometría esofágica e identificar los trastornos motores esofágicos presentes, teniendo en cuenta la presentación endoscópica de la enfermedad. De acuerdo con sus resultados, se encontraron diferencias entre los patrones de motilidad entre los grupos de pacientes con segmento corto y largo.

farmacosRacionalizar el uso de IBP: una asignatura pendiente
Fuente: Rev Esp Enferm Dig. 2013; 105 (3). Autores: Julio Ponce y Juan V. Esplugues.

Múltiples publicaciones científicas han informado acerca del consumo anormalmente alto de inhibidores de la bomba de protones (IBP) en muchos países. La introducción de los antisecretores a la práctica clínica, primero los antagonistas H2 y después los IBP, ha representado un importante avance en el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la secreción ácida gástrica. La prescripción de IBP es cuantitativamente alta por factores inherentes al fármaco (alta eficacia terapéutica unida a su seguridad) y por la elevada prevalencia de las enfermedades en las que se indican adecuadamente. En este Editorial de la Revista Espaóla de Enfermedades Digestivas se analizan los puntos de vista de los autores en relación a cómo mejorar la sobre indicación de estos fármacos.

esofagitis41Role of non-acid reflux in patients with non-erosive reflux disease. Autores: Karamanolisa GP, Tutuianb R. Publicado en: Annals of Gastroenterology, Volumen 26, No 2 (2013).

La forma  no erosiva (NERD) es la presentación más común de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Aunque el reflujo ácido sea la causa más importante de la generación de síntomas en estos pacientes, el reflujo no ácido también está implicado. Entre los mecanismos fisiopatológicos que explican esta situación está la hipersensibilidad de la mucosa y el estímulo mecánico que representa el gran volumen del material que refluye. Estos elelemntos son abordados en la presente publicación.