hepatitis B

umelisaCuba produce una amplia gama de diagnosticadores, mediante la tecnología SUMA, que tienen una utilidad reconocida en casos con hepatitis B y C. Lo anterior fue explicado por la Máster en Ciencias Janette Trujillo Brito a los asistentes al Taller Nacional sobre Hepatitis C Crónica y tratamiento con PegHeberon, que se celebró entre los días 14 a 16 de octubre en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Ver más…

ensayo-clinicoEn curso Ensayo Clínico Fase IIa-IIb, aleatorizado, controlado con placebo y a doble ciegas para evaluar la eficacia y seguridad del Candidato de Vacuna Terapéutica NASVAC en pacientes con infección crónica por Virus de la Hepatitis B. Ver más…

Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, en 2013 se registraron un total de 19.930 casos de hepatitis B y 32.512 de hepatitis C en los 28 Estados miembro.

En los últimos años se está registrando un alto número de nuevos casos de hepatitis en Europa, según los últimos datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés), que muestran como la tasa de afectados por la hepatitis C es más del doble de la B. Ver más…

El control de la infección por hepatitis en las embarazadas y el seguimiento en las diferentes etapas de la gestación, así como nuevas claves para una alimentación adecuada han centrado el interés de los especialistas.

La infección por VIH está ampliamente estudiada en gestantes,  pero no ocurre lo mismo con otras infecciones víricas, como las hepatitis B y C. “Aunque la prevalencia del virus B en embarazadas es difícil de establecer debido a la ausencia de un cribado adecuado, en España oscila entre el 0,53-1,4 por ciento en embarazadas, cifra similar a la de la población general”, ha explicado María José Devesa Medina, jefa de la Unidad de Hígado del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, que ha participado en la III Jornada Ibérica y VIII Española Aquarius de Formación en Gastroenterología, que se ha celebrado en Guimaraes (Portugal).

Hay que tener en cuenta que el cribado del VHB y VHC en el embarazo está implantado en España y se ha visto que el VHB no produce ni aumento en la mortalidad fetal ni teratogenicidad. Devesa ha comentado que “es raro ver una mujer cirrótica embarazada, puesto que es difícil conseguir un embarazo en esas condiciones por la deficiencia hipotálamo-hipofisaria que tiene lugar en ellas”. Ver más…

El tratamiento ha de instaurarse tras determinar la carga viral y la medida de fibrosis hepática.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha apostado fuerte por controlar la hepatitis B y así lo refleja en sus nuevas recomendaciones, coordinadas por Brian McMahon, del Centro para el Control de Enfermedades estadounidense y director del Programa de Enfermedad Hepática de Alaska. Ver más…

Hace 50 años que «JAMA» publicó «A new antigen in leukemia sera» (J Am Med Assoc 1965; 191: 541-546), de Blumberg BS, Alter HJ, Visnich S, un artículo sobre el HBsAg, el antígeno Australia que supuso un antes y un después para las hepatitis víricas, según Miquel Bruguera, que leyó ese artículo justo al acabar la carrera y posteriormente, como hepatólogo (y referencia internacional en biopsia hepática), ha sido testigo de todo lo que ha permitido aquel hallazgo.

«A raíz del descubrimiento se dispuso de un sistema de identificación de infectados por el VHB, se cambió la política de aceptación de donantes de sangre y se eliminó la hepatitis postransfusional, se caracterizó el VHB y se desarrolló una vacuna, se dispuso de tratamientos para el VHB, se redujo la incidencia del carcinoma hepatocelular y se orientaron los estudios para la identificación del VHA, VHD, VHC y VHE», explica a Diario Médico tras elaborar una recopilación de la evolución del saber sobre la enfermedad para la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la que es miembro.

El HBsAg (antígeno de superficie de la hepatitis B), descubierto por Baruch Blumberg, consta de una glucoproteína que se inserta en la superficie del VHB y cuando se detecta en el torrente sanguíneo indica infección actual de hepatitis B aguda y crónica.

Según Bruguera, antes de eso se habían descrito casos de ictericia y epidemias de ictericia (Hipócrates, Papa Zacarías), como la primera en España, en la isla de Menorca, en 1751.

En la literatura médica previa a la descripción del antígeno Australia hay teorías sobre la patogenia de las ictericias epidémicas (Virchow 1864, Mc Donald 1908), dudas sobre la existencia de la ictericia catarral (Hans Eppinger) y descripciones de ictericia en diabéticos (Clínica de Diabetes de Goteburg, 1925) y en vacunados contra la fiebre amarilla (Findlay GM, MacCallum FO, 1937; Sawyer WA, 1944). Pero fue en la Segunda Guerra Mundial cuando los estados mayores de los ejércitos estadounidense y británico mostraron su preocupación y decidieron impulsar estudios sobre la transmisión. Así se iniciaron experimentos -«de dudosa moralidad», apunta Bruguera- como el de transmisión de hepatitis administrando extractos de heces o aspirado duodenal de pacientes con hepatitis a voluntarios (Mac Callum FO, Bradley WH, 1944).

Por el buen camino Pero lo que orientó a la medicina por el buen camino para el conocimiento y control de las hepatitis virales fue el antígeno Australia: «Blumberg buscaba algún polimorfismo de las lipoproteínas que comportaba una predisposición genética a determinadas enfermedades, examinando la presencia de anticuerpos contra proteínas en los multitransfundidos; y H.J. Alter pretendía investigar si las reacciones transfusionales febriles no relacionadas con los grupos sanguíneos eran debidas en los sujetos multitransfundidos a anticuerpos contra proteínas de los donantes», relata Bruguera.

Estudios de prevalencia Tras su artículo en «JAMA» se sucedieron los estudios de prevalencia y de asociación con otras enfermedades (London WT, 1969; Prince AM, 1968-1970; Dane DS, 1970). En 1967 (JAMA 1970) se realizó el primer estudio de hepatitis transfusional en pacientes cardiacos operados, en los que se registró una incidencia de más del 30 %, lo que permitió concluir que el mayor riesgo de hepatitis era recibir sangre de donantes retribuidos y/o con antígeno Australia. A partir de ahí se cribaron los donantes mediante la determinación del antígeno.

Otros estudios, igualmente de «dudosa moralidad», en referencia a los de la Escuela Willowbrook de Nueva York para niños con retraso mental, un centro en el que la hepatitis era endémica, sirvieron, entre otras cosas, para que Krugman y su equipo (JAMA 1967) describieran dos tipos distintos de hepatitis. Posteriormente, un virólogo de MSD logró una vacuna de la hepatitis B; Chiron Corporation consiguió una vacuna recombinante antihepatitis B; Robert Purcell, Albert Kapikian y Stephen Feinstone identificaron el virus de la hepatitis A (Science, 1973); se reconoció la hepatitis no A no B; se descubrió el VHC, y se confirmó que el VHC es el Vhnanb.

En materia de recursos terapéuticos, el interferón, que se utilizó antes de que se describiera el VHC, fue sustituido por interferón recombinante, ribavirina, inhibidores de la proteasa, simeprevir, boceprevir, telaprevir, sofosbuvir, daclatasvir y, pronto, nuevos fármacos antivirales de acción directa contra el virus de la hepatitis C de segunda generación que se están aprobando en Estados Unidos y Europa. «Ahora tenemos vacunas para el VHA y VHB y pronto para el VHE; tratamiento eficaz para el VHB y el VHC, y podemos actuar sobre los mecanismos de transmisión de los virus de las hepatitis. Pero falta un mapa preciso de la seroprevalencia en España y planes de prevención de la transmisión tanto entre personas con prácticas de riesgo como en hospitales».

Bruguera criticó la semana pasada lo aprobado por el Ministerio de Sanidad para el VHC porque no se ha tenido en cuenta que hay pocos hepatólogos, no hay un registro de pacientes y no se ha elaborado un reglamento sobre qué enfermos tienen que tener prioridad. Premio Nobel para el descubridor

El 28 de julio fue instituido en 2010 como el Día Mundial de las Hepatitis Virales por el cumpleaños del descubridor del agente etiológico de la hepatitis B (antígeno Australia), Baruch Samuel Blumberg, premio Nobel de Medicina de 1976.

Blumberg extrajo de datos epidemiológicos aparentemente inconexos una inusual reacción entre el suero de individuos politransfundidos y el de un aborigen australiano. En ensayos de inmunodifusión doble de Outcherlony observó una banda de precipitación que se teñía de rojo con azocarmín (para visualizar proteínas) y no con colorantes para lípidos. marzo 12/2015 (Diario Médico).

Tomado de: Al Día, Infomed: http://www.sld.cu/?iwp_post=2015%2F03%2F13%2F%20El%20ant%C3%ADgeno%20Australia%3A%20un%20antes%20y%20un%20despu%C3%A9s%20para%20las%20hepatitis%20v%C3%ADricas%2F1640502&iwp_ids=16_40502&blog=1_aldia

La vacuna neonatal contra el virus de la hepatitis B reduce el riesgo de padecer cáncer de hígado y otras enfermedades hepáticas en adultos jóvenes, según un estudio publicado por investigadores del Instituto del Cáncer de la Academia China de Ciencias Médicas. La eficacia de la vacuna ha sido de un 84 % en cáncer hepático primario, del 70 % en otras enfermedades hepáticas y del 69 % en falla hepática fulminante en la infancia.

Fuente: Al Día, Infomed: http://www.sld.cu/?iwp_post=2015%2F01%2F07%2FLa%20vacuna%20neonatal%20contra%20la%20hepatitis%20B%20reducir%C3%ADa%20el%20riesgo%20de%20c%C3%A1ncer%20hep%C3%A1tico%2F139051&iwp_ids=1_39051&blog=1_aldia

El trabajo, publicado en PLOS Medicine (DOI: 10.1371/journal.pmed.1001774) y que ha contado con la colaboración de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, ha consistido en un ensayo controlado realizado entre 1983 y 1990 en el condado de Qidong, un área rural de China con una alta incidencia de cáncer de hígado relacionado con la Hepatitis B (VHB) y otras enfermedades hepáticas.

En el estudio, 77 658 neonatos de 41 aldeas rurales fueron divididos en dos grupos entre los que fueron vacunados y los que fueron apenas controlados (aquellos que no recibieron la vacuna), con dos tercios de este último grupo que recibieron la vacuna entre los 10 y los 14 años.

Datos durante más de 30 años Los investigadores, tras reunir datos de nuevos casos de enfermedades hepáticas durante más de 30 años, han estimado que la eficacia protectora de la vacuna ha sido del 84 % en el caso del cáncer hepático primario, del 70 % en otras enfermedades hepáticas y del 69 % en falla hepática fulminante en la infancia.

Basándose en la seroprevalencia del indicador de hepatitis B HBsAg, los científicos han concluido que la eficacia de la vacuna tardía (entre los 10 y 14 años) es mucho menor comparada con la vacuna neonatal: una eficacia de un 21 % frente a un 72 %. Sin embargo, los investigadores reconocen que la precisión del estudio es limitada debido a la disponibilidad de los datos obtenidos, al bajo número de casos observados durante el seguimiento y al largo tiempo de seguimiento (más de 30 años).

Los autores aseguran que «la vacuna neonatal contra el virus de la Hepatitis B disminuye significativamente la seroprevalencia de HBsAg en la infancia y la juventud y, subsecuentemente, reduce el riesgo de cáncer hepático primario y otras enfermedades del hígado en adultos jóvenes». Además han explicado que los resultados sugieren que un potenciador debería ser considerado en la adolescencia en personas nacidas de madres positivas para HBsAg y que completaron las series de vacunación neonatal contra el VHB. enero 2/2015 (Diario Médico)

Chunfeng Qu, Taoyang Chen , Chunsun Fan, Yuting Wang,Jianhua Lu, Ling-ling Lu.Efficacy of Neonatal HBV Vaccination on Liver Cancer and Other Liver Diseases over 30-Year Follow-up of the Qidong Hepatitis B Intervention Study: A Cluster Randomized Controlled Trial.Plos Medicine.Dic 30, 2014.

vacuna-150x125Tratamiento actual de la hepatitis B: ¿dónde encajan los nuevos análogos de los núcleos(t)idos?

Autores: Fuentes Olmo, J. Uribarrena Amézaga, R. Fuente: Gastroenterología y Hepatología. 2011; 34 (7).

La aparición de los análogos de nucleós(t)idos ha sido uno de los avances más importantes en el tratamiento de la hepatitis crónica por infección del virus de la hepatitis B. Los primeros antivirales empleados presentaban una eficacia limitada por la tasa de resistencias elevada pero en los últimos años han aparecido nuevas moléculas (tenofovir, entecavir) con mayor potencia antiviral y menor tasa de resistencias, y por ello las guías clínicas más actuales los consideran de primera elección. No obstante, el interferón todavía puede tener un papel relevante en el tratamiento de la hepatitis B en pacientes seleccionados. Además, en determinadas circunstancias como la insuficiencia renal, el embarazo o la inmunodepresión no se ha definido con exactitud el papel de los nuevos antivirales orales. En esta revisión se analizan estos aspectos, así como algunas peculiaridades del manejo de los pacientes tratados con análogos de nucleós(t)idos.

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Las preguntas más frecuentes en embarazo y hepatitis B

La prevención de la transmisión vertical de la Hepatitis B es muy importante ya que la infección a edades tempranas no solo tiene una alta probabilidad de resultar en un estado crónico, sino que las complicaciones tardías y severas como la misma cirrosis y el hepatocarcinoma se presentan también muy tempranamente.

A través del comentario de un caso clínico, se hacen preguntas y se ofrecen las respuestas que ayudan a enfrentar las distintas situaciones clínicas más frecuentes en la consulta de hepatitis B y embarazo.