Artículo enviado por Dr. Leonardo Greiding
29 de junio de 2010
Angeles Zorreguieta (izq.), Analía Trevani, Juan Fuxman Bass y Daniela Russoelisi Foto: ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA/INSTITUTO LELOIR
Los mejores resultados surgen del trabajo interdisciplinario. Un estudio realizado por dos equipos de investigación, uno especializado en inmunología y otro en microbiología, no sólo permite comprender con mayor precisión cómo se activa el sistema inmunológico frente a las infecciones crónicas, sino que también sugiere un camino que puede contribuir a mejorar el tratamiento terapéutico de los cálculos infecciosos renales, de las infecciones en pacientes quemados y de aquellas que se producen frente a implantes y catéteres.
El estudio, publicado en la revista científica The Journal of Immunology , fue liderado por la doctora Analía Trevani y el licenciado Juan Fuxman Bass, de la Academia Nacional de Medicina, y las doctoras Angeles Zorreguieta y Daniela Russo, del Instituto Leloir.
«Existe un tipo de infección crónica, de muy difícil erradicación y refractaria tanto a la respuesta del sistema inmune como al tratamiento con antibióticos, que es la ocasionada por comunidades de bacterias, o biofilms; estas bacterias se encuentran inmersas en una matriz que ellas mismas fabrican, muy resistentes a todo tipo de tratamiento», señala la doctora Zorreguieta, directora del laboratorio de Genética y Bioquímica de Rizobacterias del Instituto Leloir.
Uno de los mecanismos orquestados por el sistema inmune para intentar contener la infección por biofilms es la respuesta mediada por los neutrófilos, glóbulos blancos más abundantes en la sangre. «Estas células normalmente responden a infecciones bacterianas y fúngicas fagocitando y matando a los microbios. Pero en el caso de los biofilms esta respuesta no es suficiente, ya que al crecer los microorganismos en una comunidad relativamente compacta, no se permite el acceso de los neutrófilos a todos los patógenos que los componen», indica la doctora Trevani, investigadora del Conicet y docente de la UBA.
Como consecuencia, estas infecciones tienden a volverse crónicas, ya que no pueden eliminarse todos los microorganismos y ocasionan una activación desmedida de las células del sistema inmune, en particular de los neutrófilos, los que terminan afectando al tejido sano del organismo, señala la doctora Trevani.
Blanco terapéutico
Los investigadores ya habían demostrado en trabajos anteriores que los neutrófilos se activan al reconocer el ADN liberado por las bacterias. Sin embargo, este nuevo trabajo sugiere que el ADN extracelular presente en la superficie de los biofilms es uno de los componentes más relevantes para disparar la respuesta inmunológica frente a ellos.
«Teniendo en cuenta que los neutrófilos tienen la capacidad de reconocer el ADN bacteriano extracelular y que éste es un componente abundante en la matriz de los biofilms, decidimos evaluar la importancia de ese ADN en función de la respuesta de los neutrófilos», destaca Trevani.
Y agrega: «Gracias a la amplia experiencia en el campo de los biofilms de las doctoras Zorreguieta y Russo, y nuestro aporte desde el campo de la inmunología, pudimos realizar experimentos que demostraron que al eliminar el ADN extracelular del biofilm, los neutrófilos exhibían un nivel de activación marcadamente disminuido».
«Este estudio puso en evidencia el rol clave del ADN extracelular del biofilm en la activación de la respuesta inmune», afirma Zorreguieta, que es investigadora del Conicet y profesora de la UBA. Y continúa: «En este sentido, si se elimina la presencia del ADN extracelular bacteriano en ciertas infecciones mediadas por biofilms, se reduciría la respuesta exagerada del sistema de defensa».
Nuevos tratamientos
En la actualidad, se emplea una enzima -la DNAsa- en el tratamiento de pacientes con fibrosis quística que padecen infecciones pulmonares. «En estos casos, el efecto beneficioso del tratamiento con esa enzima ha sido adjudicado a su capacidad de reducir la viscosidad del moco que obstruye las vías aéreas. Sin embargo, nuestros resultados sugieren que los beneficios del tratamiento podrían surgir de un menor nivel de activación de los neutrófilos; ello nos permite especular que ese tratamiento podría utilizarse en otras infecciones ocasionadas por biofilms», afirma Trevani.
Fuente: La nación