noviembre 2014 Archivos

¿Análisis Complementarios vs. Método Clínico?. Miguel Ángel Moreno Rodríguez. Revista Habanera de Ciencias Médicas. 2014; 13(5)

clinicaEl método clínico fue fundado por Hipócrates (460-376 ane), de la Escuela de Cos, en la antigua Grecia Jónica del Asia Menor. Precisamente fue un método porque se atendía a todos los casos de la misma forma y un método es una forma de abordar un problema o un fenómeno.
En ese momento, el método clínico consistía en: formulación (el enfermo decía sus quejas de salud), información (el médico interrogaba y examinaba), hipótesis (el médico daba su diagnóstico) y en algunos casos una discutible y nebulosa, comprobación, por medio del tratamiento.
En la segunda mitad del siglo XIX, el siglo de la clínica, asistimos al nacimiento y desarrollo de los primeros exámenes complementarios; inicialmente con algunas determinaciones de componentes de la orina y después con el estudio y clasificación de las células sanguíneas, luego que Erlich introdujera en 1877 los colorantes de anilina para su tinción y se inventarán la cámara cuenta glóbulos (de Neubauer y de Levy) y la pipeta de diluciones. Dio inicio la época romántica del laboratorio clínico, que se extendió por más de un siglo, donde los análisis se hacían por los médicos y técnicos, aspirando de una pipeta, haciendo primero un filtrado libre de proteínas, utilizando tubos de Folin Wu para la glucemia y haciendo las lecturas finales en un fotocolorímetro.
La introducción de los exámenes complementarios fue una Revolución con R mayúscula en Medicina, uno de sus grandes hitos históricos; el método clínico, que había quedado detenido por siglos, inmediatamente incorporó el nuevo progreso, se completó con los análisis de laboratorio y agigantó sus posibilidades de diagnóstico.

Disfunción temporomandibular en pacientes mayores de 20 años. Policlínico «Ángel Ortiz Vázquez», Manzanillo. 2011-2012. María Rosa Paneque GamboaI, Dermis María González González, Leandra Hormigot Baños, Yamilka Almeida Muñiz. Revista Habanera de Ciencias Médicas. 2014; 13(5)

satmLas afecciones en la articulación temporomandibular son de etiología compleja y multifactorial, ocasionando daño a los músculos masticatorios, las estructuras asociadas o ambas. En Cuba, varios trabajos realizados orientan a la alta prevalencia entre 40 y 65 % en los adultos de 40 a 50 años de edad. Con el objetivo de caracterizar la disfunción temporomandibular en pacientes mayores de 20 años atendidos en la Clínica estomatológica del Policlínico «Ángel Ortiz Vázquez», se realizó un estudio descriptivo transversal. La muestra estuvo constituida por 155 pacientes mayores de 20 años, de ambos sexos, con disfunción temporomandibular, procedentes de la consulta de prótesis en la clínica estomatológica del Policlínico «Ángel Ortiz Vázquez», del municipio de Manzanillo. Las variables estudiadas fueron sexo, edad, hábitos deformantes, tipo de desdentamiento y signos y síntomas presentes. Las fuentes de información fueron las encuestas e historias clínicas individuales de los pacientes. Los resultados muestran que en los pacientes con disfunción temporomandibular el desdentamiento parcial predominó en 71% y el sexo femenino en 71,6%, con predominio de la masticación unilateral en 53,54%. Se concluye que en los pacientes estudiados predomina el grupo de edad de 50 a 59 años, el sexo femenino, el desdentamiento parcial y la masticación unilateral como hábito deformante. Además hay predominio del chasquido y la crepitación, mientras el dolor es el síntoma menos frecuente.