hepatología

overlapOverlap syndrome: A real syndrome?

Autores: Haldar D, Hirschfield GM. Fuente: Clin Liver Dis. 2014;  3 (3): 43-47.
En este artículo de revisión, los autores ofrecen su perspectiva, desde los conocimientos actuales, en relación con la superposición que sucede entre las enfermedades hepáticas de origen autoinmune más importante. Se hace una revisión crítica del concepto y se muestran las opciones terapéuticas ante estas situaciones

Los pacientes con cirrosis son más de cinco veces más propensos a padecer infecciones que otros pacientes con enfermedades crónicas.

Un grupo de científicos financiados por el Wellcome Trust, en Reino Unido, ha descubierto un mecanismo para tratar a los pacientes con enfermedad hepática, que tienen más probabilidades de sufrir infecciones. Esto se debe a la producción excesiva de la hormona lipídica prostaglandina E2 (PGE2), que impide a las células blancas de la sangre ingerir bacterias y matarlas. El tratamiento sugerido para estos pacientes consistiría en revertir la inmunosupresión en los pacientes.

Además, se encontró una disminución de la concentración globular de la proteína albúmina en la sangre, cuya inactivación de la catálisis de PGE2 en pacientes con enfermedad hepática contribuía a la baja inmunidad. Para evitar que la inmunidad del paciente sea baja se ha sugerido que las infusiones de albúmina pueden revertir la supresión inmune en la enfermedad hepática crónica.

«La infección es la causa más común de muerte en pacientes con cirrosis y hace 30 años se observó una respuesta inmune innata defectuosa. Sin embargo, se desconocían las causas de esa reducción de la inmunidad. Hemos descubierto un mecanismo poderoso para la supresión inmune y un tratamiento sencillo y seguro», explicó Derek Gilroy, investigador del Wellcome Trust.

Los investigadores planean llevar a cabo un ensayo clínico analizando la capacidad de la albúmina para revertir la supresión inmune en pacientes con cirrosis a partir de este verano.

Fuente: NotiGastro

Enfoque diagnóstico de la hipertensión portal.
La hipertensión portal es un síndrome clínico que se caracteriza por esplenomegalia, ascitis, varices gastrointestinales y encefalopatía, y que se define por un gradiente de presión venosa hepática (HVPG) mayor de 5 mm Hg a 5 mm Hg. La hipertensión portal es la principal causa de complicaciones graves y muerte en pacientes con cirrosis, pero también aparece en ausencia de cirrosis, y denomina «hipertensión portal no cirrótica» (HPNC). Tanto en la hipertensión portal cirrótica como en la no cirrótica, el objetivo es diagnosticar y caracterizar su gravedad a fin de minimizar las complicaciones, potencialmente graves y mortales. El objetivo de esta revisión es ofrecer una descripción general sobre el enfoque diagnóstico de la hipertensión portal. Sin embargo, para entender el diagnóstico y el manejo de este síndrome, es fundamental conocer la fisiopatología subyacente y sus rasgos etiológicos.

Una prueba de ADN en heces podría servir en el cribado del cáncer colorrectal (CCR). Los resultados de un ensayo sobre esta prueba no invasiva emulan la eficacia de la colonoscopia. Una prueba de ADNen heces podría servir en el cribado del cáncer colorrectal (CCR). Los resultados de un ensayo sobre esta prueba no invasiva emulan la eficacia de la colonoscopia, el método de análisis de referencia para este cáncer. El estudio, que se publica en la edición electrónica de The New England Journal of Medicine, concluye que la prueba de ADN en heces detecta el CCR con una sensibilidad del 92,3 por ciento, un 20 por ciento más (73,8 por ciento) que con la prueba inmunohistoquímica fecal. Además, la prueba de ADN fecal consigue una sensibilidad del 94 por ciento en las fases iniciales (más susceptibles de curarse) del cáncer: los estadios I y II. La prueba, llamada Cologuard, analiza las huellas de ADN que el cáncer o las lesiones precancerosas dejan en las deposiciones; las muestras se recogen sin necesidad de una preparación intestinal previa ni de cambios en los hábitos alimentarios; de hecho, el análisis puede realizarse con muestras enviadas por correo. El test está desarrollado y patentado por Exact Sciences, pero no cuenta todavía con la luz verde para su comercialización de la agencia reguladora estadounidense FDA. Triple análisis El estudio Deep-C está coordinado por David  Ahlquist, gastroenterólogo de la Clínica Mayo y uno de los inventores del Cologuard, y por Thomas Imperiale, profesor de Medicina en la Universidad de Indiana. En total, se incluyeron 10.000 individuos con entre 50 y 85 años de 90 centros en Estados Unidos y Canadá. Además de la prueba de ADN, se les realizó la de sangre oculta en heces y una colonoscopia. «Las tasas de detección con el test Cologuard del cáncer en estadios precoces y de pólipos precancerosos de alto riesgo validadas en este amplio estudio fueron espectaculares y no se han obtenido con otros métodos no invasivos», afirma Ahlquist. «Esperamos que la precisión y la facilidad de uso del test ampliará la eficacia del cribado y contribuirá a frenar los índices de cáncer colorrectal de la misma forma que ha ocurrido con la citología en la detección del cáncer de cérvix». Según Imperiale, el hallazgo más importante de este estudio es «la alta sensibilidad de Cologuard para detectar el cáncer colorrectal en un estadio curable, lo que representa la sensibilidad más alta obtenida por una prueba no invasiva». En un editorial al respecto en New England, se matiza que antes de determinar el papel de este test en el cribado del CCR habría que revisar algunos factores, como la baja especificidad y el elevado coste de la prueba, comparado con el del test de sangre oculta. Fuente: Diario Médico

El estudio concluye que existen alteraciones microestructurales de la sustancia blanca asociadas a la EHM.

Investigadores del Instituto de Investigación del Clínico (Incliva), dirigidos por la doctora Carmina Montoliu, han diseñado un método para detectar la encefalopatía hepática mínima o deterioro cognitivo a través de la resonancia cerebral. El hallazgo ha sido publicado en GUT.

Según ha informado la Generalitat en un comunicado, la investigación ha sido codirigida por el doctor Vicente Felipo, del Centro de Investigación Príncipe Felipe, y se ha realizado en colaboración con el Hospital Clínico Universitario, el Hospital Arnau de Vilanova, ambos de Valencia, la Universidad Jaume I de Castellón y la Fundación ERESA.

La encefalopatía hepática mínima (EHM) es la fase inicial de la encefalopatía hepática y sus síntomas no son evidentes, por lo que es necesario realizar estudios específicos para detectarla. En España la padecen, en algún grado, unas 200.000 personas y más de 12.000 fallecen cada año como consecuencia de las afecciones hepáticas.

Según la doctora Montoliu, durante la primera fase hay un leve deterioro cognitivo, déficit de atención, alteraciones en la personalidad, la actividad y la coordinación motoras, que van progresando y que finalmente afectan a la calidad de vida y a la capacidad para realizar tareas cotidianas. Por ello, es importante detectar la enfermedad en sus estadios iniciales para poder prevenirla, «ya que si no se diagnostica a tiempo, cuando los síntomas ya son muy evidentes éstos pueden conducir al coma y a la muerte». Actualmente, la detección de la encefalopatía hepática mínima se realiza mediante tests psicométricos, que requieren bastante tiempo.

La doctora Montoliu y sus colaboradores han detectado, mediante resonancia magnética cerebral, que los pacientes con EHM tienen afectada la sustancia blanca cerebral. Utilizando una técnica denominada tensor de difusión, han analizado la integridad de los tractos neuronales del cerebro, las conexiones nerviosas intracerebrales, que constituyen la sustancia blanca cerebral, y los resultados permiten concluir que existen alteraciones microestructurales de la sustancia blanca cerebral asociadas a la EHM que reflejarían la presencia de una integridad estructural reducida.

«La sustancia o materia blanca es una parte del sistema nervioso central compuesto por fibras nerviosas, que son como conexiones eléctricas que comunican las neuronas entre sí y los centros nerviosos con todos los órganos del cuerpo. Podemos decir que en los pacientes con EHM fallan estas conexiones», ha explicado la Dra. Montoliu.

Elevada prevalencia

La encefalopatía hepática se produce cuando el hígado deja de realizar su función y, como consecuencia, las toxinas se acumulan, llegan al cerebro y alteran la función cerebral, provocando daños como alteraciones en la personalidad, la función cognitiva, la actividad y coordinación motoras y el nivel de conciencia.

Entre un 33 y un 50% de los pacientes con cirrosis hepática sin síntomas evidentes de encefalopatía hepática clínica presentan encefalopatía hepática mínima. La encefalopatía hepática mínima es la fase incipiente de la encefalopatía hepática, que puede conducir al coma hepático y a la muerte, salvo trasplante.
Fuente: Jano Online

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higadoLo que los profesionales de atención primaria necesitan saber sobre el carcinoma hepatocelular

Autor: Dureja Agarwal P. Fuente: Clinical Liver Disease. Suplemento especial en Español 1. 2013; 2 (S4): S1–S3.

El carcinoma hepatocelular (CHC) es un problema de salud en todo el mundo, con una incidencia cada vez mayor en Estados Unidos. Hasta hace poco tiempo, era siempre una enfermedad mortal. En el siglo XXI se ha producido un cambio importante en el manejo del CHC, que hoy en día es un cáncer potencialmente curable si se detecta de forma precoz. Para minimizar la mortalidad relacionada con la enfermedad es imprescindible que los profesionales que atienden a los pacientes de riesgo realicen una vigilancia continuado, evalúen cuidadosamente las lesiones detectadas en las pruebas de tamizaje y elijan la terapia más apropiada según el estadío de la enfermedad. Estos son los elementos que se revisan el el presenta ertículo.

El programa, puesto en marcha en el Hospital del Mar, genera además un ahorro en el coste por paciente de alrededor del 18%.

Hepatólogos del Hospital del Mar han desarrollado un Programa de Apoyo Multidisciplinar dirigido a pacientes con hepatitis C crónica que ha logrado aumentar en un 16% la adherencia al tratamiento. La evaluación de esta nueva estrategia de abordaje de la enfermedad se publica en Journal of Hepatology.

El Programa de Apoyo Multidisciplinar desarrollado en el Hospital del Mar fue llevado a cabo por dos hepatólogos, dos enfermeras, un farmacéutico, un psicólogo, un psiquiatra y apoyo administrativo. Las enfermeras y los hepatólogos proporcionaron información a los pacientes sobre la epidemiologia de la Hepatitis C, su evolución, diagnóstico y seguimiento, así como el tratamiento antiviral. El farmacéutico reforzó las instrucciones de los medicamentos y promovió la adherencia al tratamiento, y el psicólogo y el psiquiatra permitieron la detección termprana y el tratamiento eficaz de los trastornos psiquiátricos asociados.

«Lamentablemente, las características del tratamiento y las comorbilidades psiquiátricas son comunes en pacientes con hepatitis C y esto condiciona su adherencia al mismo, su resultado y la evolución de la enfermedad. Por ello es importante desarrollar programas específicos que eviten estos condicionantes a la efectividad del tratamiento» explica Ricard Solà, responsable del área de Hepatología del Hospital del Mar e impulsor del proyecto.

Ahorro en el coste por paciente

Según Solà, la información aportada a los pacientes acerca de la importancia del buen cumplimiento del tratamiento, así como la vigilancia estricta del equipo de apoyo multidisciplinario durante el proceso han sido los factores claves para el éxito del programa. Asimismo, añade, se ha comprobado que la utilización del Programa de Apoyo Multidisciplinar ha sido eficiente también económicamente, a nivel de coste-eficacia. Los pacientes con genotipo 1 incluidos en el programa alcanzaron la curación en el 62,5% de los casos, un 14,5% más que los tratados de forma convencional. El coste por paciente fue de 13.319 euros en el grupo multidisciplinar y de 16.184 euros en el grupo control. Además, el grupo de apoyo multidisciplinar logró un aumento significativo de los años de vida ajustados por calidad (AVAC) de 16,3 AVAC respecto a 15,8 AVAC en los controles.

«Los resultados demuestran que la aplicación de un programa de este tipo puede ayudar a individualizar el tratamiento, mejorar el manejo de los efectos secundarios así como la identificación de los factores de riesgo. Además, creemos que los buenos resultados obtenidos avalan el coste-efectividad y en definitiva, la utilidad de un Programa de Apoyo Multidisciplinar también en otras patologías con características parecidas», concluye el Dr.Solà.

Fuente: JANO.es · 13 Marzo 2014

Según datos del Registro Nacional de Hipertoxicidad Hepática, entre 2010 y 2013 se contabilizaron 161 casos de hepatitis por consumo de fármacos, de los cuales 15 se debieron al consumo de estas sustancias.

El consumo de anabolizantes ilegales hace que entre un 20 y un 30 por ciento las personas que las toman desarrollen hepatitis, según ha señalado el miembro de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y director del Grupo Español para el Estudio de las Hepatopatías asociadas de los Medicamentos, el doctor Raúl Andrade, en el XXXIX Congreso Anual de esta asociación.

«Aunque es imposible medir el riesgo hepático que producen los anabolizantes debido a que estos pacientes acuden al hospital cuando ya sufren un daño hepático avanzado y padecen un claro cuadro de ictericia, sí sabemos que entre un 20 ó 30 por ciento de las personas que consumen estas hormonas pueden desarrollar una hepatitis tóxica», ha explicado Andrade en la presentación de los datos del ‘Registro Nacional de Hipertoxicidad Hepática’.

Además, este Registro, que ha reportado en los últimos 20 años cerca de 900 casos de hepatotoxicidad por consumo de fármacos, ha resaltado que en los últimos tres años se han multiplicado por tres estos casos por el consumo de anabolizantes.

«Durante el periodo de 1994 hasta 2009 se reportaron al registro un total de 685 casos, de los cuales 5 fueron debidos a la toma de esteroides anabolizantes en estas indicaciones. De 2010 a 2013, hemos contabilizado 161 casos y 15 de éstos fueron debidos al consumo de estas sustancias», ha afirmado Andrade sobre el uso de estos productos, que se usan principalmente en el ámbito del fisioculturismo.

Así, este experto ha destacado la importancia de extremar la precaución con la prescripción de los medicamentos, pues un buen mecanismo de prevención puede ayudar a evitar futuros problemas en el hígado. «Hay que ser muy cautos con la prescripción de los medicamentos nuevos ya que normalmente los casos reportados de toxicidad hepática se dan al cabo de meses y años después de la comercialización del fármaco», ha dicho.

Además, ha recomendado fijarse en los síntomas cuando sepamos que el fármaco está asociado a un cierto riesgo hepático. «El diagnóstico precoz y la inmediata suspensión del tratamiento es la mejor herramienta terapéutica debido a que no disponemos aun de antídotos ni tratamientos que reviertan la toxicidad hepática», ha asegurado.

Uno de los problemas del diagnóstico de la hepatitis es que no hay un análisis concreto para su detección y los especialistas la detectan por descarte de otras enfermedades hepáticas, además de porque puede manifestarse de distintas maneras, según el doctor Andrade.

«La toxicidad hepática se manifiesta con una hepatitis que puede evolucionar en algunos casos hacia un fallo hepático agudo, en otros casos, la enfermedad puede evolucionar hacia una lesión hepática crónica e incluso irreversible. Se trata un problema que puede ser potencialmente mortal pero que a su vez es muy difícil de detectar ya que no existen indicadores específicos que, en una analítica, nos puedan señalar cuando un fármaco esta produciendo daño en un hígado», ha apuntado.

También ha expuesto que de las personas que sufren una hepatitis aguda tóxica, «al menos el 10 por ciento necesitarán un trasplante o morirán a causa de la hepatitis, cuando, por ejemplo, en el caso de las hepatitis B aguda este porcentaje es de menos del 1 por ciento».

Aún así, ha asegurado que para solventar estos problemas, están «trabajando en la investigación y el desarrollo de algoritmos que nos permitan detectar los casos de evolución fulminante de hepatitis».

Una de las acciones que ya se ha llevado a cabo para intentar reducir el número de casos de toxicidad hepática ha sido la retirada del mercado de dos productos el pasado mes de septiembre, por parte de la Agencia Española del Medicamento y productos Sanitarios (AEMPS), por suponer «un importante riesgo para la salud pública», ha indicado la AEEH.

«Se han retirado por contener metilepitiostanol, una prohormona que en el cuerpo se metaboliza dando lugar a la sustancia hormonal desoximetiltestosterona, que puede producir efectos adversos que, en función del individuo y de la duración del tratamiento, pueden ser importantes y, en ocasiones, irreversibles», ha señalado Andrade.

De este modo, esta asociación ha afirmado que hay «más de 900 drogas relacionadas con el daño hepático y es la razón más frecuente para retirar un medicamento del mercado» y que la hepatotoxicidad es «la responsable de un 5 por ciento de todos los ingresos hospitalarios y un 50 por ciento de todas las insuficiencias hepáticas agudas».

La predisposición genética influye

Según la AEEH, la mayoría de los casos de la hepatotoxicidad se debe a una predisposición genética única del individuo y estos casos se producen con una dosis de terapéutica normal y se dan en un promedio de una de cada diez mil personas que ingieren el fármaco.

Estos factores también los ha recogido Andrade, quien ha señalado que se trata de una suma compleja de factores genéticos y ambientales que alteran el proceso, ya que también puede influir la respuesta inmunológica del sujeto, la misma composición del fármaco, la propia alimentación del paciente, etc.».

Otro de los factores que puede influir en el riesgo de padecer toxicidad hepática es la edad de las personas. «Cuánto más avanzada es la edad del sujeto, más posibilidades hay de que la toxicidad se manifieste mediante un patrón del colestasis y no mediante inflamación hepática, que es más típica», ha indicado.
En cuanto a sexos, el doctor Andrade ha apuntado que es «más grave en la mujer». «Se ha visto que se ha visto que la mujer joven con la bilirrubina muy elevada y una cifra elevada de trasaminasas, es el perfil de máximo riesgo para desarrollar una evolución fulminante».

Fuente: Jano Online.

Un equipo de científicos de los Institutos Gladstone y la Universidad de California, San Francisco (UCSF), en Estados Unidos, ha descubierto una manera de transformar las células de la piel en células del hígado maduras a pleno funcionamiento que crecen por su cuenta, incluso después de ser trasplantadas en animales de laboratorio modificado para imitar la insuficiencia hepática.

El poder de la medicina regenerativa permite a los científicos transformar células de la piel en células que se parecen mucho a las células del corazón, células del páncreas e incluso las neuronas, pero hasta ahora ha sido mucho más difícil contar con un método para generar células que estén completamente maduras, un requisito previo crucial para terapias que salven vidas.

En estudios anteriores sobre la reprogramación de las células del hígado, los científicos tuvieron dificultades para obtener células hepáticas derivadas de las células madre que sobrevivan una vez que se trasplantan en el tejido hepático existente. Pero el equipo de Gladstone-UCSF encontró una manera de resolver este problema.

Descrito en la revista Nature (doi:10.1038/nature13020), el investigador de los laboratorios de Gladstone Sheng Ding y el profesor asociado de la UCSF Holger Willenbring detallan un nuevo método de reprogramación celular que transforma células de piel humana en células hepáticas que son prácticamente indistinguibles de las células que componen el tejido del hígado nativo.

Estos resultados ofrecen una nueva esperanza para los millones de personas que padecen o están en riesgo de desarrollar un fallo hepático, condición cada vez más común, que resulta en la pérdida progresiva e irreversible de la función hepática. En la actualidad, la única opción es un trasplante de hígado costoso, por lo que los científicos siempre miran a la tecnología de células madre como una alternativa potencial, pero hasta ahora no lo han conseguido.

«Estudios anteriores trataron de reprogramar células de la piel para volver de nuevo a un estado celular pluripotente para luego crecer como células del hígado», explica el doctor Ding, uno de los autores principales del informey profesor de Química Farmacéutica en la UCSF, con la que está afiliado Gladstone.

«Sin embargo, generar estas llamadas células madre pluripotentes inducidas o células iPS y luego transformarlas en células del hígado no siempre resulta en su completa transformación. Así que pensamos que, en de llevar estas células de la piel de camino de vuelta a pluripotentes, tal vez podríamos llevarlas a una fase intermedia», añade.

Esta investigación, que se realizó de forma conjunta en el Centro de Roddenberry para la Investigación de Células Madre de Gladstone y el Centro de Investigación de Medicina y Regeneración con Células Madre en la UCSF , implicó el uso de un «cóctel» de genes de reprogramación y compuestos químicos para transformar células de piel humana en células que se parecían a las del endodermo, que son células que eventualmente maduran en muchos de los principales órganos, incluyendo el hígado.

«En lugar de llevar las células de la piel de nuevo al principio, las llevamos sólo a parte del camino, creando células del endodermo», resalta el académico postdoctoral de Gladstone Saiyong Zhu, también uno de los autores principales del artículo. «Este paso nos permitió generar un gran reservorio de células que podrían más fácilmente ser inducidas a convertirse en células del hígado», añade.

A continuación, los investigadores descubrieron un conjunto de genes y compuestos que pueden transformar estas células en células hepáticas en funcionamiento y, unas pocas semanas, el equipo comenzó a notar una transformación. «Las células comenzaron a tomar la forma de las células del hígado e, incluso, empezaron a realizar las funciones normales de las células del hígado», añade otro experto de la UCSF y autor del trabajo, Milad Rezvani, quien añade que no eran células completamente maduras todavía, pero que estaban en camino.

Tras celebrar los resultados iniciales en un plato de laboratorio, los científicos quisieron ver qué sucedería en un hígado real, por lo que trasplantaron estas células del hígado en fase inicial a los hígados de ratones. Durante un periodo de nueve meses, el equipo monitorizó la función celular y su crecimiento midiendo los niveles de proteínas y genes específicos del hígado.

Dos meses después del trasplante, los investigadores vieron un aumento en los niveles de proteína de hígado humano en los ratones, lo que indicó que las células trasplantadas se estaban convirtiendo en células hepáticas maduras funcionales. Nueve meses más tarde, el crecimiento celular mostró signos de desaceleración, lo que apunta que estos expertos han encontrado los factores necesarios para regenerar con éxito el tejido hepático.

«Quedan muchas preguntas, pero el hecho de que estas células pueden crecer completamente maduras y durante meses tras el trasplante es muy prometedor», apostilla el doctor Willenbring, director asociado del Centro de Hígado de la UCSF y otro autor del trabajo. «En el futuro, nuestra técnica podría servir como una alternativa para los pacientes con insuficiencia hepática que no requieren el reemplazo del órgano completo o que no tienen acceso a un trasplante debido a que la disponibilidad de órganos de donantes es limitada», concluye.
febrero 24/2014 (EP) –

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Saiyong Zhu, Milad Rezvani, Jack Harbell, Aras N. Mattis, Holger Willenbring, Sheng Ding.Mouse liver repopulation with hepatocytes generated from human fibroblasts. Nature. 23 Feb 2014