hepatología

ninosAcute Liver Failure in Cuban Children

Autores: Silverio CE y otros. Fuente: Medicc Review. 2015; 17 (1).

Un artículo en el que se muestra la experiencia del grupo de trabajo del hospital pediátrico William Soler en la atención a niños que presentan esta enfermedad. Se trata del primer reporte que se realiza en Cuba al respecto, en el que se identifica a la infección por citomegalovirus como la causa principal de la insuficiencia hepática.

premio-luis-calzadillaLos Premios Nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba a los mejores resultados de la investigación científica del país en el año 2014 fueron entregados en el Memorial José Martí de la Plaza de la Revolución el pasado 20 de Marzo.
Uno de los 32 lauros entregados en la esfera de las Ciencias Biomédicas correspondió a los Doctores Luis Calzadilla Bertot y Eduardo Vilar Gómez del Instituto de Gastroenterologia por su trabajo sobre la creación de BioClim, para el estudio de la supervivencia en pacientes con cirrosis hepática. Ver más…

La nueva inmunización ofrece casi 5 años de protección, dicen los expertos.

Una nueva vacuna para la hepatitis E protege del virus durante al menos 4.5 años, según unos investigadores chinos.
Aunque la hepatitis E es relativamente rara en Estados Unidos, es la causa principal de problemas hepáticos graves en los países en desarrollo. La hepatitis E se propaga a través del agua contaminada y del contacto entre las personas, dijeron los investigadores.
«La licencia de la vacuna de la hepatitis E la consiguió China en 2011 y es la única vacuna de la hepatitis E del mundo», dijo el investigador principal, el Dr. Ning-Shao Xia, profesor del departamento de biología de la Universidad de Xiamen.

Lo que no se sabía era cuánto tiempo sigue ofreciendo protección la vacuna contra la hepatitis E, dijeron los investigadores.

«La hepatitis E es una de las causas más comunes de la hepatitis aguda. En las zonas con una mala higiene se producen brotes de vez en cuando. La hepatitis E es la enfermedad más amenazante para las mujeres embarazadas en las zonas pobres», dijo Xia.
Pero Xia señaló que estos hallazgos muestran que la hepatitis E es ahora una enfermedad que se puede prevenir con una vacuna.
El informe aparece en la edición del 5 de marzo de la revista New England Journal of Medicine.
Cada año aproximadamente 20 millones de personas se contagian con la hepatitis E, según la Organización Mundial de la Salud. De ellas, más de 3 millones llegarán a tener hepatitis E aguda y casi 57,000 morirán.

Aunque no es común en Estados Unidos, las infecciones con la hepatitis E se producen más frecuentemente en lugares como Bangladesh, India, Pakistán, México y partes de África y China, dijo el Dr. John Ward, director de la división de hepatitis viral de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y coautor de un editorial que acompaña al estudio en la revista.
La hepatitis E se propaga en zonas donde la higiene es deficiente. «Muchas personas enferman por este virus, pero solamente entre el 1 y el 3 por ciento fallecen por ello, excepto [en el caso de] las mujeres embarazadas» dijo Ward. «Las mujeres embarazadas tienen aproximadamente una probabilidad entre cinco de fallecer. No hay un tratamiento para la hepatitis E».
La hepatitis E puede llevar a la insuficiencia hepática y a la muerte, añadió.
Según Ward, la buena noticia es que «ahora tenemos una vacuna contra la hepatitis E que puede proteger a las personas durante un largo periodo de tiempo».
Ward añadió que la vacuna es segura y efectiva. El próximo paso es decidir quién debería vacunarse y cómo financiarlo. «No sabemos el precio de la vacuna y su capacidad para ser producida en grandes cantidades», dijo.
Un lugar donde la vacuna es necesaria es en los campos de refugiados, donde se producen a menudo brotes de hepatitis E, dijo Ward. «Se puede tener en cuenta esta vacuna de la forma más inmediata en estas situaciones de crisis humanitarias», dijo.
La hepatitis E se presenta generalmente en Estados Unidos en viajeros que llegan de zonas donde es altamente endémica, dijo Ward. Una forma de hepatitis E circula en Europa y en Estados Unidos, pero no provoca enfermedades graves, dijo. Por ende, los estadounidenses no son candidatos para la vacuna, añadió.
Para realizar el estudio, el equipo de Xia asignó aleatoriamente a más de 56,000 personas sanas, de 16 a 65 años, a que recibieran tres inyecciones de la vacuna de la hepatitis E. Al mismo tiempo, se inyectó la vacuna de la hepatitis B a una cantidad parecida de personas adultas (el grupo de «control»).
Durante los 4.5 años de seguimiento, 60 personas contrajeron la hepatitis E. Siete de ellas habían recibido la vacuna de la hepatitis E, y en 53 de los casos se trató de personas a las que les habían vacunado contra la hepatitis B, hallaron los investigadores.
Casi un 90 por ciento de los que recibieron tres dosis de la vacuna de la hepatitis E mantuvieron los anticuerpos contra el virus durante al menos 4.5 años, dijeron los autores del estudio. 

FUENTES: Ning-Shao Xia, M.D., professor, department of biology, Xiamen University, China; John Ward, director, division of viral hepatitis, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; March 5, 2015, New England Journal of Medicine

Tomado de: Noticias de salud, MedlinePlus.

Una innovadora técnica de diagnóstico, basada en tecnología de secuenciación masiva, permite identificar de forma precisa los genotipos conocidos del virus de la hepatitis C (VHC) así como sus respectivos subtipos, lo que permitirá identificar mejor a los pacientes que son candidatos a los diferentes tipos de tratamientos y, de esta forma, optimizar las terapias disponibles, según ha explicado a Diario Médico Joan Ignasi Esteban Mur, responsable clínico del Servicio de Medicina Interna y la Unidad de Hepatología del Hospital Universitario Valle de Hebrón.

Los resultados de esta nueva metodología, fruto de la colaboración entre científicos del Valle de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CiberEHD), los laboratorios Roche y la compañía de informática ABL, con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Economía y Competitividad, se publican en la «Journal of Clinical Microbiology».

El estudio recoge datos de 82 pacientes con el VHC genotipo 1 y compara los resultados de esta nueva tecnología utilizando la plataforma de secuenciación masiva 454 de Roche Diagnostics, con las dos técnicas principales disponibles en la mayoría de laboratorios de diagnóstico, que son el Versant HCV genotype 2.0 y el Real-time HCV Genotype II.

Infecciones mixtas Los dos mecanismos disponibles hasta ahora están basados en técnicas de amplificación con sondas y métodos de hibridación, por lo que solo podían identificar los genotipos principales y unos pocos subtipos de este virus, además de que no podían detectar las infecciones mixtas.

Según la evidencia obtenida hasta ahora, la nueva técnica de secuenciación masiva se ha mostrado eficaz para identificar, por primera vez, las infecciones con más de un subtipo viral, así como la variabilidad y las mutaciones de resistencia que haya podido desarrollar el paciente.

El genotipo 1 de la hepatitis C es el más frecuente en el mundo. Se estima que en España un 70 % de los enfermos presentan el subtipo 1B, «pero hay otro 30 % que tiene genotipos y subtipos diferentes».

Según la evidencia actual, los nuevos fármacos para esta infección, como el sofosbuvir y el simeprevir, han conseguido unas tasas de curación cercanas al 90 %, lo que ha permitido prescindir del interferón, que se asocia a diversos efectos adversos.

Según los científicos del VHIR, identificar el genotipo y el subtipo es esencial para elegir la terapia más adecuada en cada caso, ya que mientras que todos los pacientes con el genotipo 5 se curan con el tratamiento estándar de interferón, los pacientes con el genotipo 4 requieren un tratamiento más agresivo añadiendo un inhibidor específico. febrero 26/2015 (Diario Médico)

liver1Regeneración hepática; el secreto mejor guardado. Una forma de respuesta al daño tisular.
Autores: Cienfuegos JA y otros. Fuente: Rev Esp Enferm Dig. 2014; 106 (3).

La regeneración hepática (RH) representa una de las formas más extraordinarias de respuesta al daño tisular. Debido a sus implicaciones terapéuticas, ha sido motivo de un interés extraordinario en las últimas décadas. Se trata de un proceso muy complejo y estrictamente regulado que cumple las características de los sistemas biológicos más evolucionados y que explica la dificultad de interferir en ella con usos terapéuticos.   Debido a su complejidad y a su estricta regulación, se explica que todavía hoy la única alternativa a la insuficiencia hepática sea el trasplante hepático. La identificación reciente de las células pluripotenciales inducidas (iPS) y la capacidad plástica de las células madre mesenquimales (CD133+) ha suscitado nuevas expectativas a la terapia celular regenerativa. Dichos trabajos han confirmado la cooperación entre las células mesenquimales y epiteliales. En el presente trabajo se describen los mecanismos fisiológicos de la regeneración hepática.

Guatemala realizará los primeros trasplantes de hígado a partir de agosto próximo gracias a la asesoría de Taiwán, informó hoy el ministro de Salud Pública y Asistencia Social, Luis Enrique Monterroso.
«En seis meses ya vamos a tener como una realidad en Guatemala el trasplante de hígado vivo; los médicos que fueron capacitados volverán a ir a Taiwán para poder fortalecer sus habilidades», afirmó Monterroso, citado por la Agencia Guatemalteca de Noticias.
Según dijo, los quirófanos están instalados en el capitalino Hospital Nacional San Juan de Dios y el equipamiento de instrumentos de precisión correrá a cargo de la cartera que dirige, a un costo aproximado de 200 mil dólares (1,5 millones de quetzales).
Al presentar un informe sobre el tema en el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá, el titular de Salud entregó la Orden Ministerial de la Excelencia a los médicos Chao-Long Chen y Yu Fan Chen.
Ambos especialistas encabezaron la capacitación de 13 galenos guatemaltecos en Taiwán.
Fuente: Prensa Latina, noticias de Ciencia y Técnica: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=3529831&Itemid=1

John Fielding Crigler (1919- ) se graduó en la Universidad Johns Hopkins y trabajó como pediatra en el Hospital de Niños de Boston, donde alcanzó el puesto de jefe de la división de Endocrinología en 1965. En 1952 describió, junto con Najjar, a 7 niños pertenecientes a 3 familias que nacieron con una ictericia no hemolítica familiar y que murieron al poco de nacer de kernicterus (Congenital familial nonhemolytic jaundice with kernicterus. Pediatrics, 1952;10:169-79). Años más tarde, se identificó que la enfermedad era debida a la mutación del gen de la uridil glucuroniltransferasa.

Beber a diario eleva el riesgo de cirrosis hepática relacionada con el alcohol, encontró un estudio reciente.

En general se cree que el consumo total de alcohol es el mayor factor que contribuye a la cirrosis. Pero estos nuevos hallazgos sugieren que la frecuencia con que consume ese coctel o cerveza, además del consumo reciente, tiene un rol significativo, dijeron los investigadores.

La cirrosis, una cicatrización del hígado, es la fase final de la enfermedad alcohólica del hígado, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

En los hombres, beber a diario aumentó el riesgo de cirrosis más que un consumo menos frecuente. Y el consumo reciente, no el consumo de alcohol de por vida, fue el factor predictivo más potente de cirrosis relacionada con el alcohol, informaron los investigadores en la edición en línea del 26 de enero de la revista Journal of Hepatology.

«Por primera vez, nuestro estudio apunta a una diferencia en el riesgo entre beber a diario y beber cinco o seis días a la semana en la población general de hombres, ya que los estudios anteriores se llevaron a cabo con personas que usaban mal el alcohol y con pacientes remitidos por enfermedad hepática, y comparaban el consumo diario con el ‘patrón de atracones’ o la bebida ‘episódica'», anotó la investigadora líder, la Dra. Gro Askgaard, del Instituto Nacional de Salud Pública de la Universidad del Sur de Dinamarca.

«Dado que no se conocen los detalles de la lesión hepática inducida por el alcohol, solo podemos especular sobre el motivo de que la exposición diaria al alcohol empeore el daño hepático o inhiba la regeneración del hígado», añadió Askgaard en un comunicado de prensa de la revista.

Para el estudio, los investigadores observaron datos sobre casi 56,000 personas de 50 a 64 años de edad en Dinamarca. Los participantes rellenaron cuestionarios sobre la comida y contestaron a preguntas sobre sus hábitos de estilo de vida, que incluían la cantidad de cerveza, vino o licor destilado que bebían cada semana. También se les pidió que recordaran qué tanto bebían en promedio cuando tenían entre 20 y 59 años de edad.

Del total, 257 hombres y 85 mujeres contrajeron cirrosis, hallaron los investigadores.

Hasta un nivel moderado de consumo semanal, el vino pareció asociarse con un riesgo más bajo que la cerveza y el licor, dijeron los investigadores.

Se hallaron las mismas tendencias generales en las mujeres, pero no se pudo llegar a conclusiones firmes debido a la falta de significación estadística, apuntaron los autores del estudio.

Los expertos se alegraron del informe.

«Se trata de una contribución oportuna sobre uno de los factores de riesgo más importantes, o incluso el más importante, para la cirrosis hepática global, dado que nuestro conocimiento general sobre los patrones de bebida y la cirrosis del hígado son escasos y en parte contradictorios», comentó Jurgen Rehm, director de investigación social y epidemiológica del Centro de Adicciones y Salud Mental de Toronto.

Rehm, que no participó en el estudio, dijo que el informe «no solo amplía nuestro conocimiento, sino que también plantea preguntas para las investigaciones futuras». Pero «falta mucho para resolver la duda sobre los patrones de atracones de bebida y la mortalidad», añadió, y dijo que quizá haya diferencias genéticas u otros factores aún no descubiertos que podrían tener un rol.

Fuente: Noticias de Salud, MedlinePlus: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_150667.html