¿Análisis Complementarios vs. Método Clínico?. Miguel Ángel Moreno Rodríguez. Revista Habanera de Ciencias Médicas. 2014; 13(5)
El método clínico fue fundado por Hipócrates (460-376 ane), de la Escuela de Cos, en la antigua Grecia Jónica del Asia Menor. Precisamente fue un método porque se atendía a todos los casos de la misma forma y un método es una forma de abordar un problema o un fenómeno.
En ese momento, el método clínico consistía en: formulación (el enfermo decía sus quejas de salud), información (el médico interrogaba y examinaba), hipótesis (el médico daba su diagnóstico) y en algunos casos una discutible y nebulosa, comprobación, por medio del tratamiento.
En la segunda mitad del siglo XIX, el siglo de la clínica, asistimos al nacimiento y desarrollo de los primeros exámenes complementarios; inicialmente con algunas determinaciones de componentes de la orina y después con el estudio y clasificación de las células sanguíneas, luego que Erlich introdujera en 1877 los colorantes de anilina para su tinción y se inventarán la cámara cuenta glóbulos (de Neubauer y de Levy) y la pipeta de diluciones. Dio inicio la época romántica del laboratorio clínico, que se extendió por más de un siglo, donde los análisis se hacían por los médicos y técnicos, aspirando de una pipeta, haciendo primero un filtrado libre de proteínas, utilizando tubos de Folin Wu para la glucemia y haciendo las lecturas finales en un fotocolorímetro.
La introducción de los exámenes complementarios fue una Revolución con R mayúscula en Medicina, uno de sus grandes hitos históricos; el método clínico, que había quedado detenido por siglos, inmediatamente incorporó el nuevo progreso, se completó con los análisis de laboratorio y agigantó sus posibilidades de diagnóstico.
La disfunción temporomandibular constituye un problema de salud importante que afecta a más del 50 % de la población mundial en algún momento de su vida. El presente trabajo se propone establecer una metodología para medir del rango del movimiento de apertura bucal máxima cuando existe sobrepase, cuando este es nulo y en los casos de adaquia. Los resultados muestran que la máxima apertura bucal real con sobrepase dentario se obtuvo adicionando la máxima apertura bucal virtual al sobrepase dentario y su promedio fue de 35,4 mm, en los pacientes con adaquia se obtuvo restándole a la máxima apertura bucal virtual la dimensión de la adaquia con un promedio de 30,9 mm. En los pacientes con relación borde a borde coincide la apertura bucal virtual y real, cuyo promedio fue 35,4 mm. La máxima apertura bucal real se encontró disminuida en todos los estadios de Wilkes, excepto en el IV, para un promedio de 33,5 mm. Se concluye que la máxima apertura bucal real se obtuvo en pacientes con sobrepase sumando este a la máxima apertura bucal real, en pacientes con adaquia, restándole la misma a la máxima apertura bucal virtual y en pacientes borde a borde coincide con la máxima apertura bucal virtual. Los movimientos mandibulares se encontraron disminuidos.
Con la finalidad de realizar una actualización de los conocimientos sobre la gingivoestomatitis herpética aguda (GEHA), se realiza una revisión bibliográfica sobre este tema basado en la información obtenida de textos y revistas consultada en centros de referencia y a través de localizadores electrónicos como Pubmed, Medline y Google de los últimos años. Según se pudo constatar la GEHA es de alta incidencia y transmisibilidad, frecuente en las edades tempranas de la vida, se manifiesta con lesiones orales y extraorales molestas para el paciente. Durante la fase aguda de la GEHA muchos niños pueden negarse a comer o beber debido al malestar y el dolor por estas lesiones y, en consecuencia, deshidratarse rápidamente, el diagnóstico es por el cuadro clínico y los antecedentes, además de los exámenes complementarios. El tratamiento de esta patología por lo general es paliativo y adquieren vital importancia las medidas preventivas.
La gravedad de las lesiones maxilofaciales y su mecanismo lesional han sido modificadas en los últimos años. En el presente trabajo se realiza un estudio descriptivo y transversal de 525 pacientes con politraumatismo maxilofacial, atendidos en el Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Provincial Docente Clínico Quirúrgico «Saturnino Lora Torres», desde octubre de 2007 hasta septiembre de 2010, con vistas a determinar los niveles de gravedad lesional de estos politraumatismos, para lo cual se aplicó la nueva escala descriptora de lesión maxilofacial como soporte de la nueva puntuación de gravedad lesional. Se evidencia una elevada incidencia de los polilesionados por accidentes con participación de vehículos motorizados bajo ingestión de bebidas alcohólicas; la mayoría de ellos resultaron afectados en sus tejidos blandos o en una combinación de tejidos. Primaron las lesiones extendidas a más de un tercio de la cara, de 2 o más regiones afectadas, así como el nivel grave sin riesgo vital, que tributó a estadías y complicaciones mayores. Los pacientes operados tuvieron una gravedad lesional superior (20,7puntos) a los tratados con modalidad no quirúrgica (11,2 puntos).
El síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño es la entidad de mayor gravedad entre las alteraciones respiratorias del sueño. Afecta tanto a niños como adultos, en muchas ocasiones no se tiene en cuenta sus consecuencias clínicas y sociales. El presente trabajo tiene como objetivo describir las características básicas del síndrome, la relación que tiene con la especialidad de ortodoncia y las posibilidades terapéuticas que esta brinda. Se realizó una revisión bibliográfica automatizada en las bases de datos de los sistemas MEDLINE, PubMed, Hinari y Google. Los resultados muestran que el síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño trae asociada una disminución considerable de la calidad de vida con deterioro progresivo de la salud del paciente y afecta considerablemente el desarrollo físico general y maxilofacial de los niños. Su diagnóstico y tratamiento debe ser realizado por un equipo multidisciplinario donde el ortodoncista juega un rol determinante. Un minucioso interrogatorio y el análisis cefalométrico de las vías aéreas superiores permiten detectar tempranamente su posible existencia y gravedad. El empleo de aparatos intrabucales es una terapéutica generalizada a nivel mundial por su efectividad, economía y buena tolerancia. Se concluye que el ortodoncista debe tener pleno conocimiento de las herramientas diagnósticas existentes y de la variedad de tratamientos disponibles a su alcance. Aunque no puede diagnosticar ni tratar por sí solo el síndrome, debe formar parte activa del equipo multidisciplinario que brinda atención a estos pacientes.
El ruido es uno de los elementos que define el entorno cotidiano en el ámbito laboral, es el factor de riesgo con mayor incidencia en la población trabajadora. El presente trabajo tiene como objetivo evaluar el nivel de exposición al ruido en la Fábrica de Materiales Higiénico Sanitarios de Sancti Spíritus. 











