hepatología

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cirrosisLa encefalopatía hepática debe sospecharse siempre en todo paciente cirrótico que presenta manifestaciones neuropsiquiátricas, sobre todo si no existen otras condiciones neurológicas conocidas.
En la revista «Cleveland Clinic Journal of Medicine» se publica una revisión actualizada sobre esta complicación de la cirrosis, con un enfoque dirigido sobre todo al médico de atención primaria. Vea el artículo Hepatic encephalopathy: Suspect it early in patients with cirrhosis

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Manejo de la infección por el VHC en la enfermedad renal crónica

La prevalencia de la infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) en pacientes con enfermedad renal crónica es mayor que en la población general. En hemodiálisis, se estima una prevalencia del 13%, con una amplia variabilidad geográfica y entre las unidades de un mismo país. La biopsia hepática es una herramienta útil para decidir el inicio de la terapia antiviral y excluir causas concomitantes de disfunción hepática, como la hepatopatía grasa no alcohólica, cuya incidencia está en auge, y la hemosiderosis, que pueden afectar a la progresión de la enfermedad y condicionar la respuesta al tratamiento antiviral; además, la vía transyugular se puede utilizar para medir el gradiente de presión venoso hepático y confirmar la existencia de hipertensión portal. La hepatitis crónica por el VHC ha demostrado reducir la supervivencia en hemodiálisis y en el trasplante renal, así como la supervivencia del injerto. Constituye la cuarta causa de mortalidad y la principal causa de disfunción hepática postrasplante renal. El VHC se comporta como un factor de riesgo independiente para la aparición de proteinuria, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, una glomerulonefritis de novo o una nefropatía crónica del injerto, de empeorar la enfermedad hepática y de provocar un mayor número de infecciones. También se ha descrito un incremento de la frecuencia de hepatitis colestásica fibrosante que, junto a la evolución acelerada a cirrosis, puede elevar significativamente la morbimortalidad y conllevar la necesidad de un trasplante hepático. Además, la inmunosupresión en el trasplante renal predispone a la reactivación del VHC. Sin embargo, como la farmacocinética del interferón y la ribavirina está alterada en la insuficiencia renal y su uso tiene efectos adversos sobre la función y la supervivencia del injerto, la terapia combinada se limita a los individuos no trasplantados con un filtrado glomerular estimado mayor de 50 ml/min y en diálisis suele emplearse el interferón en monoterapia. El hecho de que una cuarta parte de los pacientes VHC-positivos evaluados para trasplante renal tenga fibrosis en puente o cirrosis en la biopsia hepática puede renovar el planteamiento del tratamiento pretrasplante renal.

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New  England Journal of MedicineLos pacientes con una enfermedad hepática muy avanzada sufren sangramientos, particularmente del tracto gastrointestinal. Los principales factores que intervienen en esta tendencia son la hipertensión portal, la disfunción endotelial y el fallo renal.
La reevaluación de la homeostasis en pacientes con enfermedad hepática crónica pone en peligro el dogma de que la coagulopatía de estos pacientes es la que produce el sangramiento. Otros cambios que acompañan a la enfermedad hepática pudieran restablecer el balance de los efectos anticoagulantes y procoagulantes. En ciertas circunstancias, el riesgo de los eventos trombóticos puede ser mayor que el riesgo de una hemorragia. Este artículo de revisión es una puesta al día de los fenómenos que intervienen en esta coagulopatía.

Vea el artículo: The Coagulopathy of Chronic Liver Disease.

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logo-schepatologiaEl Ministerio de Salud Pública y la Sociedad Cubana de Hepatología anuncian la celebración en nuestro país del Día Mundial de la Hepatitis.

La actividad central está prevista para el próximo día 22 de julio, en el Salón A del edificio del Minsap. Está disponible el programa científico de este evento. La participación en el mismo será por invitación.

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Does vitamin E cure nonalcoholic steatohepatitis?

La Enfermedad hepática por depósito de grasa no alcohólica (EHDGNA) es la manifestación hepática del síndrome metabólico, que van desde la simple esteatosis a la presencia de lesiones necroinflamatorias y fibrosis. Estas condiciones definen a la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), que pueden progresar a cirrosis, insuficiencia hepática y carcinoma hepatocelular. Las intervenciones terapéuticas en NASH son limitadas y se centran en las modificaciones de los factores de riesgo y tratamientos farmacológicos orientados en la patogenia. Actualmente, el tratamiento se basa en lograr la reducción de peso y realizar ejercicios, con lo que se mejoran parámetros metabólicos e histológicos, aunque esos puntos finales son difíciles de alcanzar y sostener durante toda la vida, por lo que se mantiene la necesidad de disponer de tratamientos farmacológicos eficaces. Los autores de este trabajo recomiendan a sus pacientes que, además de ejercicio, pérdida de peso y tratamiento de los factores de riesgo, una dieta que contenga cantidades adecuadas de alimentos ricos en vitamina e y vitamina C.

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higadoSe considera que el manejo clínico de los pacientes con infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) representa un escenario ideal para demostrar la importancia de la medicina personalizada. Se trata de hacer una cuidadosa selección de los pacientes que necesitan tratamiento y de regímenes terapéuticos que puedan ser eficaces y bien tolerados. Una evaluación adecuada de las oportunidades y los riesgos asociados con la individualización del cuidado del paciente. En el contexto de la infección crónica de VHC, las preguntas claves son: ¿quién necesita tratamiento?; ¿éste será eficaz? Y ¿será bien tolerado por el enfermos? Estas respuestas pueden encontrarse en el artículo Personalized hepatitis C therapy: opportunities and pitfalls.


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higadoUna de las tendencias actuales en la terapéutica de la enfermedad hepática por depósito de grasa no alcohólica es el uso de las estatinas. En el ensayo Atorvastatin and Antioxidants for the Treatment of Nonalcoholic Fatty Liver Disease: The St Francis Heart Study Randomized Clinical Trial, un grupo de pacientes recibió tratamiento con  atorvastatina 20 mg, vitamina C 1 g, y vitamina E IU 1.000 versus placebo. Los resultados mostraron la efectividad de la combinación terapéutica para reducir las probabilidades de tener esteatosis hepática después de 4 años de tratamiento activo.

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higadoUna interesante revisión de los mecanismos productores de hepatotoxicidad por los principales grupos de antibióticos se hace en el artículo Hepatic safety of antibiotics used in primary care. Conocimientos importantes, ahora disponibles en una revisión, tanto para los gastroenterólogos como para los médicos de atención primaria. Se hace énfasis en la adecuada selección del paciente y la vigilancia de estos casos en este nivel de atención.

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portada-gutLa Colangiopatía Portal (CP) es una condición que ocurre en más del 80% de los pacientes con trombosis de la vena porta. Su verdadero impacto no es conocido. En el artículo Portal cholangiopathy: radiological classification and natural history, se investigó la relación entre las anomalías colangiográficas y los síntomas clínicos y su evolución en el tiempo. Se estudiaron 67 pacientes consecutivos con trombosis de la vena porta, no tumoral y no cirróticos, que siguieron un protocolo diagnóstico normalizado. Según los resultados en la angiografía y resonancia magnética fueron clasificados como no CP, CP grado I (mínimo de irregularidades), CP grado II (estenosis sin dilatación) y CP grado III (estenosis con dilatación). Estos cambios fueron relacionados con la presencia de síntomas. Se demostró que la CP es una complicación frecuente que se desarrolla y estabiliza precozmente después de una trombosis venosa portal y se convierte en sintomático en su forma más severa (grado III). Estos datos indican que las estrategias para prevenir el desarrollo de los síntomas son necesarios en los pacientes con PC grado III.