hepatitis C

Un estudio ha advertido que diferentes virus pueden necesitar los mismos componentes de las células huésped para completar sus ciclos vitales.

El grupo de Juana Díez, del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), ha advertido que diferentes virus pueden necesitar los mismos componentes de las células huésped para completar sus ciclos vitales. En colaboración con otros equipos ha publicado en Journal of Hepatology un estudio que demuestra que un componente natural puede inhibir dos virus muy diferentes, el de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el de la hepatitis C (VHC).

Además, su potencial como inhibidor del VHC es igual de bueno que el de un medicamento ya presente en el mercado. Este compuesto es el soraphenA (sorA), extraído de las mixobacterias del suelo y que se dirige a la enzima celular acetil-coenzima A carboxilasa (ACC), involucrada en la síntesis de los lípidos dentro de las células. Ver más…

El estudio ha llegado a la fase 3b en personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C de genotipo 1b y cirrosis hepática compensada.

Los resultados del estudio TURQUOISE-III realizados por AbbVie demuestran una respuesta viral sostenida del 100% (n=60/60) 12 semanas después de finalizar el tratamiento (RVS12) en pacientes adultos con infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) y cirrosis compensada. Ver más…

Las combinaciones en hepatitis C, así como las posibilidades más adecuadas en hepatocarcinoma aparecen en el marco de los actuales tratamientos.

Los nuevos antivirales de acción directa han cambiado el escenario de la hepatitis C. En los últimos ocho meses se han aprobado siete nuevos fármacos capaces de actuar sobre las cuatro dianas terapéuticas diferentes del virus. “Actualmente, tenemos distintas combinaciones de fármacos altamente eficaces y seguras, fáciles de tomar y de seguir con tratamientos cortos”, ha explicado Juan Turnes Vázquez, del Complejo Hospitalario de Pontevedra, en el XXII Curso de Posgrado SEPD-AGA de Avances en Gastroenterología y Hepatología, organizado junto con la Asociación Gastroenterológica Americana (AGA). Ver más…

El control de la infección por hepatitis en las embarazadas y el seguimiento en las diferentes etapas de la gestación, así como nuevas claves para una alimentación adecuada han centrado el interés de los especialistas.

La infección por VIH está ampliamente estudiada en gestantes,  pero no ocurre lo mismo con otras infecciones víricas, como las hepatitis B y C. “Aunque la prevalencia del virus B en embarazadas es difícil de establecer debido a la ausencia de un cribado adecuado, en España oscila entre el 0,53-1,4 por ciento en embarazadas, cifra similar a la de la población general”, ha explicado María José Devesa Medina, jefa de la Unidad de Hígado del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, que ha participado en la III Jornada Ibérica y VIII Española Aquarius de Formación en Gastroenterología, que se ha celebrado en Guimaraes (Portugal).

Hay que tener en cuenta que el cribado del VHB y VHC en el embarazo está implantado en España y se ha visto que el VHB no produce ni aumento en la mortalidad fetal ni teratogenicidad. Devesa ha comentado que “es raro ver una mujer cirrótica embarazada, puesto que es difícil conseguir un embarazo en esas condiciones por la deficiencia hipotálamo-hipofisaria que tiene lugar en ellas”. Ver más…

Una terapia combinada logra respuesta virológica sostenida en diferentes tipos de pacientes con VHC.

Dos estudios que se publican en The Journal of the American Medical Association (JAMA) demuestran que una terapia oral con antivirales de acción directa (AAD), sin interferón, logra respuesta virológica sostenida en más del 90 por ciento de los pacientes con el virus de la hepatitis C (VHC) con genotipo 1, que presentan o no cirrosis. Ver más…

Una terapia oral de antivirales de acción directa (AAD), eficaz en pacientes con VHC e insuficiencia renal grave.
Una terapia oral combinada de antivirales de acción directa (AAD) abre perspectivas inéditas de tratamiento en pacientes crónicos de hepatitis C con insuficiencia renal grave sin cirrosis, según los resultados del estudio Ruby-I llevado a cabo por investigadores americanos en pacientes con genotipo 1 (GT1) que no habían sido tratados previamente. Estos datos preliminares, dados a conocer en el Congreso Internacional de Hígado (ILC, en sus siglas en inglés) celebrado en Viena, muestran que el tratamiento con el trío ombitasvir/paritaprevir/ritonavir más dasabuvir, con o sin ribavirina, suprime la carga viral en estos pacientes sin fracaso virológico y con buena tolerancia. Ver más…

Un análisis in vivo de las estructuras granulosas del citoplasma de las células eucariotas, conocidas como P-bodies, pone de manifiesto que determinadas alteraciones de estas estructuras están relacionadas con diversas patologías.

El grupo de Investigación en Virología Molecular que dirige Juana Díez, del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (CEXS) de la Universidad Pompeu Fabra, en colaboración con Sofía Pérez del Pulgar, miembro de la Unidad de Hepatitis Viral del Hospital Clínico de Barcelona, ​​ha llevado a cabo un análisis integral in vivo de P-bodies que ha puesto de manifiesto que determinadas alteraciones de estas estructuras están relacionadas con patologías en los organismos. Ver más…

Un popular antialérgico, que se vende sin receta en farmacias para aliviar la tos, los estornudos y las secreciones nasales también puede tratar la hepatitis C, una infección crónica del hígado, dijeron investigadores recientemente.

El económico antihistamínico, llamado clorciclizina HCI, contrasta con los recientes tratamientos antivirales que por primera vez pueden curar la hepatitis C, pero a un costo de al menos 8000 dólares para un régimen de cuatro meses. Ver más…

Una innovadora técnica de diagnóstico, basada en tecnología de secuenciación masiva, permite identificar de forma precisa los genotipos conocidos del virus de la hepatitis C (VHC) así como sus respectivos subtipos, lo que permitirá identificar mejor a los pacientes que son candidatos a los diferentes tipos de tratamientos y, de esta forma, optimizar las terapias disponibles, según ha explicado a Diario Médico Joan Ignasi Esteban Mur, responsable clínico del Servicio de Medicina Interna y la Unidad de Hepatología del Hospital Universitario Valle de Hebrón.

Los resultados de esta nueva metodología, fruto de la colaboración entre científicos del Valle de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CiberEHD), los laboratorios Roche y la compañía de informática ABL, con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Economía y Competitividad, se publican en la «Journal of Clinical Microbiology».

El estudio recoge datos de 82 pacientes con el VHC genotipo 1 y compara los resultados de esta nueva tecnología utilizando la plataforma de secuenciación masiva 454 de Roche Diagnostics, con las dos técnicas principales disponibles en la mayoría de laboratorios de diagnóstico, que son el Versant HCV genotype 2.0 y el Real-time HCV Genotype II.

Infecciones mixtas Los dos mecanismos disponibles hasta ahora están basados en técnicas de amplificación con sondas y métodos de hibridación, por lo que solo podían identificar los genotipos principales y unos pocos subtipos de este virus, además de que no podían detectar las infecciones mixtas.

Según la evidencia obtenida hasta ahora, la nueva técnica de secuenciación masiva se ha mostrado eficaz para identificar, por primera vez, las infecciones con más de un subtipo viral, así como la variabilidad y las mutaciones de resistencia que haya podido desarrollar el paciente.

El genotipo 1 de la hepatitis C es el más frecuente en el mundo. Se estima que en España un 70 % de los enfermos presentan el subtipo 1B, «pero hay otro 30 % que tiene genotipos y subtipos diferentes».

Según la evidencia actual, los nuevos fármacos para esta infección, como el sofosbuvir y el simeprevir, han conseguido unas tasas de curación cercanas al 90 %, lo que ha permitido prescindir del interferón, que se asocia a diversos efectos adversos.

Según los científicos del VHIR, identificar el genotipo y el subtipo es esencial para elegir la terapia más adecuada en cada caso, ya que mientras que todos los pacientes con el genotipo 5 se curan con el tratamiento estándar de interferón, los pacientes con el genotipo 4 requieren un tratamiento más agresivo añadiendo un inhibidor específico. febrero 26/2015 (Diario Médico)