cáncer de colon

Investigadores del IRB Barcelona describen el mecanismo que provoca que, a partir de una metástasis de hígado, el tumor colonice el pulmón.

Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona), liderados por Roger Gomis, investigador ICREA y jefe del grupo Control de Crecimiento y Metástasis del Cáncer en el IRB, identifica los genes que favorecen las metástasis escalonadas del cáncer de colon, que siempre se suceden de la misma manera, primero a hígado y luego a pulmón. El estudio se ha publicado en la revista Nature Cell Biology, y lo firman, junto a Gomis, los científicos Angel R. Nebreda, ICREA y titular de la Cátedra de Investigación Oncológica Fundación BBVA, y Eduard Batlle, ICREA y jefe del Laboratorio de Cáncer Colorrectal.

De los enfermos de cáncer de colon que desarrollan metástasis, el 40% desarrollan metástasis doble: primero a hígado y posteriormente a pulmón, siempre en este orden. Este patrón escalonado era conocido pero no entendido molecularmente. El estudio dirigido por Gomis desvela que la lesión metastática en el hígado es necesaria para que se produzca la metástasis posterior al pulmón, al convertirse la primera en la lanzadera que permite preparar la colonización de la segunda.

Según han descubierto los investigadores, las células metastáticas establecidas en el hígado liberan una molécula denominada PTHLH que impacta en las células de los vasos sanguíneos del pulmón, que responden a PTHLH renovándose constantemente. En el momento en que una célula tumoral se escapa del hígado para viajar hacia el pulmón, libera más PTHLH lo que estimula aún más la renovación. Esto provoca que las paredes de los vasos, antes impermeables, dejen huecos abiertos, que la célula metástatica aprovecha para atravesar y colonizar el pulmón.

“Sin la señal lanzada desde el hígado, las células tumorales jamás podrían entrar en el pulmón. Con PTHLH, las células que han colonizado el hígado tienen una herramienta que les permite actuar en la distancia y preparan el nicho para generar una nueva lesión en el pulmón. Las células tumorales ganan la capacidad de generar PTHLH cuando bajan los niveles de proteína p38”, explica Roger Gomis.

Inhibidores de p38

Actualmente se están desarrollando inhibidores de p38 para el tratamiento del cáncer de colon. “Nuestros resultados sugieren que tratar a ciertos pacientes con cáncer avanzado de colon o con metástasis ya establecida en hígado con inhibidores de p38 podría ser contraproducente porque favorecería que las células adquirieran la capacidad para colonizar el pulmón”, señala Gomis. Cabe destacar que la mayoría de los pacientes que desarrollan metástasis a hígado no lo hacen a pulmón gracias, entre otros factores, a que mantienen unos niveles adecuados de p38.

Los experimentos se han validado sobre 284 muestras clínicas de pacientes con tumores de colon en estadio II y III. Estos son los casos más relevantes clínicamente, pues son pacientes que no han desarrollado metástasis pero podrían tener las capacidades adquiridas. Además se han confirmado los resultados en líneas celulares y en modelos de ratón.

Fuente: Jano Online

Unos expertos plantean que se le puede preguntar al médico sobre la tasa de detección de pólipos.

El riesgo de contraer cáncer de colon podría depender en parte en contar con un médico que detecte con frecuencia los pólipos precancerosos durante las colonoscopias de los pacientes, sugiere un estudio reciente.

La colonoscopia es una de las formas en que los médicos detectan el cáncer de colon. Es efectivo porque no solo puede detectar tumores, sino también pólipos precancerosos, que pueden extirparse al momento.

La frecuencia con que los médicos detectan pólipos precancerosos, o adenomas, varía. Pero no ha estado claro si la tasa de detección de adenomas de un médico en realidad se relaciona con el riesgo de los pacientes de contraer cáncer de colon al final.

 

Los nuevos hallazgos, que aparecen en la edición del 3 de abril de la revista New England Journal of Medicine, apuntan a una asociación.

Los investigadores observaron los expedientes de más de 224,000 pacientes de California, y hallaron que cuando los médicos tenían una tasa más alta de detección de adenomas, sus pacientes tenían un riesgo más bajo de contraer o morir de cáncer de colon.

Por cada aumento del 1 por ciento en la tasa de detección de adenomas de un médico, el riesgo de los pacientes de contraer cáncer en la próxima década descendía en un 3 por ciento.

Presuntamente, esto se debe a que los pólipos precancerosos se extirpan y no tienen una oportunidad de progresar, planteó el Dr. Douglas Corley, gastroenterólogo de Kaiser Permanente, en Oakland, California, quien lideró el estudio.

Corley dijo que los hallazgos son un «primer paso» hacia el uso de las tasas de detección de adenomas de los pacientes como medida de la calidad de la atención que se reporte a Medicare y que se ponga a disposición amplia del público.

Hasta entonces, los pacientes pueden preguntar a los médicos cuáles son sus tasas de detección, aconsejó Corley.

Un gastroenterólogo que no participó en el estudio se mostró de acuerdo.

«Muchos (médicos) ponen las medidas de calidad a la disposición de sus pacientes», comentó el Dr. Lawrence Kim, que trabaja como consejero de prácticas privadas en la comunidad de la Asociación Americana de Gastroenterología (American Gastroenterological Association, AGA).

Esa información podría hallarse en los materiales escritos que el médico provee, o incluso en el sitio web del centro, planteó Kim.

¿Y cuál es una tasa «buena» de detección de adenomas? Kim anotó que se han propuesto «puntos de referencia»: una tasa de 25 por ciento o más en los hombres, y del 15 por ciento o más en las mujeres. (Los adenomas son más comunes en los hombres).

Pero esas recomendaciones se basan en evidencias limitadas de la investigación. Y Corley apuntó que ese es uno de los motivos por el cual su equipo realizó este estudio.

Los investigadores pudieron revistar los expedientes médicos electrónicos de más de 224,000 pacientes de Kaiser Permanente que se sometieron a colonoscopias entre 1998 y 2010. Entre los 136 gastroenterólogos que realizaron esos procedimientos, la tasa de detección de adenomas varió ampliamente, desde un mínimo del 7 por ciento de todas las colonoscopias a más del 52 por ciento.

Entonces, el equipo de Corley dividió a los médicos en cinco grupos. En el grupo con la tasa de detección de adenomas más altas (los que los hallaron en entre el 33 y el 52 por ciento de todas las colonoscopias) los pacientes contrajeron cáncer de colon a una tasa de aproximadamente 0.05 por ciento al año.

Eso es en comparación con casi un 0.1 por ciento al año entre los pacientes cuyos médicos tenían las tasas más bajas de detección de adenomas, los que los hallaba en entre el 7 y el 19 por ciento de todas las colonoscopias que realizaron.

Hay varios motivos potenciales para la amplia variación en las tasas de detección de adenomas de los médicos, apuntó Corley. Una, anotó, es «simplemente la variación aleatoria entre los mismos médicos».

Si un médico atiende a más mujeres, o a pacientes más jóvenes, que otro médico, tiene sentido que su tasa de detección de adenoma sea distinta, explicó Corley.

Pero las habilidades también tienen que ver. «Podrían haber diferencias en qué tan bien pueden los médicos ver y extirpar los adenomas», dijo Corley. Ahora, su equipo estudia si un «entrenamiento ampliado» ayuda a mejorar las tasas de detección de adenomas entre los médicos con unas cifras más bajas.

Las colonoscopias deben realizarse cada diez años a partir de los 50 y hasta los 75, cuando las pruebas se convierten en una decisión individual a tomar con el médico, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Aunque el nuevo estudio halló un vínculo entre las tasas de detección de adenomas de los médicos y el riesgo de los pacientes de contraer cáncer de colon más adelante, no estableció causalidad.

Kim, de la AGA, anotó que la tasa de detección es solo una medida de la calidad de la colonoscopia. Otras incluyen el porcentaje de procedimientos en que un médico visualiza el colon completo, y si sigue las directrices profesionales sobre la atención general de los pacientes.

«En el futuro, esperamos que las medidas de calidad de las colonoscopias se reporten a entidades externas, como Medicare, y que se pongan a disposición del público», dijo Kim.

Hasta entonces, Kim y Corley dijeron que uno puede pedirle al médico cualquier cifra que ya provea. Y si su médico ofrece esa información voluntariamente, probablemente sea una buena señal.

«El hecho de que un (médico) esté dispuesto a medir su rendimiento, en sí mismo, probablemente indica un compromiso con la calidad de la atención», declaró Kim.

Fuente: Noticias de salud, MedlinePlus.

El 6 por ciento de los pacientes que no tenían ningún problema de salud después del procedimiento contrajeron cáncer de colon entre 3 y 5 años después, halló un estudio.

El cáncer colorrectal pasa inadvertido en aproximadamente el 6 por ciento de las colonoscopias, según un estudio nuevo.

«No solo vimos que la colonoscopia no es perfecta, sino que descubrimos una serie de factores asociados con estos cánceres ‘no detectados'», comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Utah el autor principal del estudio, el Dr. Jewel Samadder, del Instituto Oncológico Huntsman de la universidad.

«Tendían a aparecer en pacientes mayores de 65 años, en pacientes con antecedentes médicos de cáncer colorrectal y en pacientes a los que se habían encontrado anteriormente pólipos», indicó.

Una colonoscopia implica insertar un tubo fino con una cámara por el recto para comprobar si hay alguna señal de cáncer o de pólipos precancerosos en el intestino.

Los investigadores analizaron los datos de los pacientes que se sometieron a colonoscopias entre 1995 y 2009. Aproximadamente al 6 por ciento de los pacientes a quienes no se encontró nada después de una colonoscopia se les diagnosticó un cáncer colorrectal entre 3 y 5 años después.

Estos cánceres podrían haber pasado desapercibidos durante la colonoscopia o se podrían haber desarrollado rápidamente entre una colonoscopia y otra, según el estudio, publicado en línea el 20 de marzo en la revista Gastroenterology.

Las colonoscopias para la evaluación del cáncer colorrectal deberían realizarse cada 10 años para las personas de a partir de 50 años de edad en la población general, y cada 5 años para los que tengan un riesgo más alto, según los expertos.

Los investigadores también hallaron que muchos de los cánceres que pasaron desapercibidos se produjeron en el lado derecho del colon, que está en el extremo del alcance del colonoscopio.

«Lo primero que pensamos fue que quizá los médicos no vieron todo el colon, o que la preparación del procedimiento no fue completa, lo que dificultaría su visión», indicó Samadder. «Sin embargo, los expedientes médicos de los pacientes con cánceres que pasaron desapercibidos mostraron que rara vez se produjeron estos problemas».

Los cánceres situados en el lado derecho del colon son a menudo diferentes biológicamente que los de otras partes del colon, ya que aparecen a partir de diferentes tipos de pólipos, explicó Samadder. «Estos tipos de pólipos son más planos y crecen más rápidamente, lo que podría explicar por qué no se ven durante la colonoscopia, además de cómo pudo desarrollarse un cáncer aunque los pólipos no fueran visibles», señaló.

La tasa de cánceres colorrectales que no se detectaron durante las colonoscopias de este estudio es ligeramente más baja que la que se halló en estudios parecidos realizados en Canadá y en Alemania.

«Solo si comprendemos las limitaciones de la colonoscopia podremos mejorar su uso y la capacidad de detectar pólipos, y con ello reducir los casos de cáncer colorrectal», añadió Samadder.

Fuente: Noticias de salud, MedlinePlus.

El proyecto Proregas investiga el efecto de las diversas formas de integrar probióticos en los alimentos –aplicación directa o mediante microencapsulación- para determinar «cómo proteger mejor los compuestos de interés durante la digestión».
El centro tecnológico Ainia de Valencia ha desarrollado un colón artificial que permite simular las condiciones naturales que se producen en el intestino grueso como el control de pH, temperatura y monitorización del crecimiento de la flora intestinal (microbiota), con el objetivo de «cuantificar el número de compuestos bioactivos que siguen activos después de su paso por el tracto gastrointestinal».
El proyecto Proregas, iniciado en 2007, está permitiendo obtener también resultados sobre el efecto de las diversas formas de integrar probióticos en los alimentos –aplicación directa o microencapsulación, entre otros- para determinar «cómo se puede proteger mejor los compuestos de interés durante el proceso digestivo».
Según ha explicado Ainia en un comunicado, «los métodos ‘in vitro’, son más rápidos, de menor coste que ‘in vivo’ (con animales) con la ventaja de tomar muestras en diferentes puntos del tracto gastrointestinal». Además, pueden ser utilizados en una fase preliminar para la elección de potenciales compuestos bioactivos.
Con el desarrollo del colon artificial, para el que han contado con el apoyo financiero del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), Ainia completa su modelo de digestión ‘in vitro’ (digestor artificial), «reproduciendo las funciones naturales del estómago, intestino delgado e intestino grueso».
Esto le permite estudiar «por completo» cómo actúa el sistema digestivo humano» en determinados alimentos, de especial interés para el desarrollo de productos alimentarios, tanto con probióticos como con prebióticos y otros compuestos bioactivos (polifenoles, minerales, vitaminas)».
Además, según aseguran, será posible investigar «con exactitud» las distintas interacciones en la dieta.
El proyecto está permitiendo aproximar la ciencia a la industria alimentaria y proporcionar así «herramientas eficaces que contribuyen positivamente en el fortalecimiento de los sistemas de control de calidad de los alimentos, así como garantizar los potenciales efectos beneficiosos para la salud de los alimentos funcionales desarrollados».
Tomado de: Jano Online

Según el psicólogo y vicepresidente de EuropaColon España, Carlos Hué, son herramientas esenciales en el proceso de recuperación»
El psicólogo y vicepresidente de EuropaColon España, Carlos Hué, ha asegurado que la ayuda psicológica y una actitud positiva son fundamentales para ayudar a un paciente con cáncer de colon a superar la enfermedad una vez ha pasado por la operación y empieza su proceso de recuperación.
«Una vez realizada la intervención y tras los resultados debemos ser muy positivos y apoyarnos en nuestros seres queridos, puesto que es una herramienta esencial en el proceso de recuperación tras la enfermedad». En este sentido, el vicepresidente de EuropaColon España ha calificado la ayuda psicológica como «vital» para transmitir el positivismo y «para que vean que cada vez hay más supervivientes y que pueden uno de ellos», ha dicho Hué.
Pese a que en España se detectan 27.000 nuevos casos y se registran 14.000 defunciones por este tumor cada año, el cáncer de colon es uno de los que tiene más posibilidades de supervivencia, ya que hasta un 90 por ciento de los casos puede curarse si se detecta a tiempo, según EuropaColon España.
De este modo, el estado de ánimo de la persona es un aspecto muy importante a cuidar y en el que hay que estar encima todo lo que el paciente necesite para evitar recaídas. «Los estados de ánimo inciden en el aumento o disminución de las defensas del organismo y, por ello, los estados negativos provocan una recuperación más lenta, mientras que los positivos ayudan a una recuperación más rápida», ha señalado.
Si el enfermo así lo desea, también puede acudir a grupos de apoyo y asociaciones de pacientes, ya que cuentan con personas que ya han superado la enfermedad y pueden dar pautas y consejos a quien tienen todavía que recorrer ese camino. «Ante las dudas, la incertidumbre o la falta de información se puede acudir a este tipo de grupos para aceptarse a uno mismo tras superar la enfermedad. También puede ser beneficioso que los familiares que ayudan en el día a día a los pacientes estén presentes en la actividades de las asociaciones», a indicado el vicepresidente de EuropaColon España.
Tomado de: Jano Online

cancercolonRectal cancer: Is ‘watch and wait’ a safe option for rectal cancer?
Autor: Minsky BD. Fuente: Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology. 2013; 10: 698–700.

El tratamiento estándar para la etapa III del cáncer rectal es la quimioterapia seguida de la cirugía radical. Los criterios más recientes han recomendado un enfoque de ‘mirar y esperar’ en pacientes que consiguen una respuesta clínica completa. En este estudio se comentan los resultados de una investigación publicada este mismo año, que sustenta la misma tras la observación de que el 51% de los casos que respondieron a la quimioterapia no respondieron a la cirugía.

polipectomiaLa importancia clínica de las lesiones serradas del colon y recto
Autor: Burke C. Fuente: Rev Gatroenterol Peru 2013;33(2):147-51 (formato pdf)

El Cáncer Colorectal (CRC) es la tercera neoplasia más común en el mundo. Afortunadamente también se ha probado que es el cáncer que más se puede prevenir, en gran parte debido al “screening” del CRC. Históricamente, se creía que el pólipo adenomatoso era el único precursor del carcinoma de colon y recto. En la última década se ha demostrado que aproximadamente el 20 al 30% de los cánceres colónicos esporádicos se derivan de una vía molecular diferente llamada Metilación de las Islas CpG (CIMP) que es debida a una extensión de la metilación del DNA. Actualmente hay una fuerte evidencia que los pólipos serrados son las lesiones precursoras de cáncer de colon surgiendo desde la vía CIMP. En es presente artículo se revisan estos conceptos y se hace una puesta al día de la carcinogénesis a partir de este tipo de lesiones.

cancercolonEl cáncer colorrectal hereditario no ligado a la poliposis asociado a neoplasias extra intestinales se denomina Síndrome de Lynch tipo 2 y su diagnóstico constituye un reto para el personal médico. El presente artículo tiene como objetivo propiciar,  mediante la presentación de un caso el pensamiento clínico y la actualización científica en esta entidad para efectuar un diagnóstico más oportuno. Ver más…

colonoscopíaLa sigmoidoscopia: una alternativa útil para la pesquisa del cáncer colorrectal.

Autores: Montes de Oca Megías, E y cols. Fuente: Rev Cubana Med 2013;52 (3).

El cáncer colorrectal es un problema de salud cuya incidencia y mortalidad se encuentran en ascenso, incluso en edades tempranas. Dentro de sus métodos de cribado se encuentra la sigmoidoscopia flexible, pero su uso es un tema controversial, pues es defendida por algunos como un método primario de pesquisa, mientras que otros no la aceptan por la imposibilidad de la exploración total del colon. Se revisó la literatura al respecto para conocer la utilidad de la sigmoidoscopia en la disminución de la incidencia y mortalidad por esta neoplasia. Los autores consideran que su uso debe adecuarse al contexto del lugar y a la situación socioeconómica donde se vaya a pesquisar, tomando como premisa que lo importante es detectar tempranamente la enfermedad y realizar terapéuticas oportunas para disminuir la incidencia y la mortalidad por esta causa.