2014 Archivos

Investigadores de la Universidad de Salamanca han encontrado la explicación por la que el fármaco sorafenib ofrece resultados positivos en algunos pacientes de cáncer hepático, mientras que se muestra ineficaz para otros.
Investigadores de la Universidad de Salamanca han descubierto una proteína clave para que los pacientes con cáncer hepático respondan a la quimioterapia. En concreto, los investigadores han encontrado la explicación por la que el fármaco sorafenib ofrece resultados positivos en algunos pacientes de cáncer hepático, mientras que se muestra ineficaz para otros. Una diferencia que, según los investigadores, se debe a que la proteína ‘OCT1’ actúa como puerta de entrada del fármaco en las células tumorales, de manera que los enfermos con niveles bajos de esta sustancia no responden al tratamiento.
A raíz de este descubrimiento, publicado en la revista Hepatology y recogido por la plataforma Sinc, sería posible saber con antelación si la terapia va a ser adecuada para un paciente o si es mejor buscar una alternativa. Para corroborar estos resultados, los científicos salmantinos van a realizar un amplio estudio con la participación de varios hospitales europeos.
Habitualmente, el cáncer de hígado se detecta muy tarde, de manera que la cirugía queda descartada como solución y la radioterapia tampoco funciona. En general, los agentes quimioterápicos tampoco son demasiado eficaces con excepción del sorafenib, pero sólo en algunos grupos de pacientes, según ha comprobado el Laboratorio de Hepatología Experimental y Vectorización de Fármacos (HEVEFARM), que dirige José Juan García Marín.
«La mayoría de los pacientes tienen bajo nivel de expresión de la proteína OCT1, que es la puerta de entrada de este fármaco a las células tumorales, lo cual podría explicar el fracaso de un fármaco que resulta efectivo para otros tumores», ha explicado una de las investigadoras del grupo, Rocío Rodríguez Macías.
Además, prosigue, entre un 40 por ciento y un 50 por ciento de los pacientes presenta variantes genéticas anormales del gen que codifica para esta proteína, lo cual hace que las proteínas no cumplan su función. Es decir, que al margen de que los niveles de OCT1 sean mayores o menores, el hecho de que esta proteína esté alterada hace que el fármaco no pueda penetrar en la célula tumoral.
Con estos elementos, los especialistas pueden saber con antelación si el tratamiento va a funcionar. «Si vemos que OCT1 está poco expresada o alterada, el paciente no sería un buen candidato para la terapia, estaría perdiendo tiempo que podría aprovechar en buscar otra opción terapéutica», ha apostillado Rodríguez Macías. En el caso contrario, los oncólogos contarían con una baza importante para apostar por esta vía.
Por el momento, el estudio se ha realizado en el ámbito de la biología molecular, con cultivos celulares. El siguiente paso es confirmar los resultados con muestras de pacientes, y para ello la Universidad de Salamanca cuenta con el respaldo de especialistas del hospital universitario de Würzburg (Alemania), que coordinarán la recogida de muestras de cerca de una veintena de centros hospitalarios europeos y que serán remitidas a la ciudad española para su análisis.
De hecho, en una primera fase se esperan recoger muestras de al menos un centenar de pacientes, de los cuales aproximadamente la mitad corresponderían a hepatocarcinomas tratados con sorafenib y con alguna variante inactivante de OCT1, y la otra mitad sin dichas variantes.
«Queremos ver si los niveles de expresión de esta proteína y de estas alteraciones genéticas se correlacionan con la respuesta que han tenido a la terapia», ha recalcado la investigadora, quien espera recibir las primeras muestras en febrero y no descarta que finalmente el estudio sea aún más amplio.

Fuente: Jano Online.

En una encuesta realizada en EEUU por Celgene y la Red de Acción contra el Cáncer de Páncreas, los afectados declaraon sentirse aturdidos (37%), aterrados/ansiosos (24,5%) y devastados/desolados (16,3%) al recibir el diagnóstico.

El 46% de los pacientes con cáncer de páncreas declara que los síntomas de la enfermedad le han impedido desarrollar las actividades de su vida cotidiana. Así lo revela la encuesta ‘Cáncer de Páncreas: Aprendiendo de las experiencias’, realizada en 2013 por la Red de Acción contra el Cáncer de Páncreas y Celgene a más de 400 pacientes y cuidadores en EEUU.

El cáncer de páncreas es uno de los carcinomas que más muertes genera (en la Unión Europea representa la cuarta causa de muerte asociada al cáncer en hombres y mujeres) y la tasa de supervivencia a 5 años es del 6% en Estados Unidos. La rapidez a la hora de actuar resulta fundamental para el buen pronóstico de la enfermedad. Sin embargo, según los datos obtenidos, transcurre una media de 2,4 meses desde que se manifiestan los primeros síntomas hasta que se diagnostica la enfermedad. Estos meses pueden ser cruciales para el paciente, ya que el diagnóstico del cáncer de páncreas suele darse en estadios muy avanzados y se estima que los pacientes con enfermedad avanzada o metastásica tienen una esperanza de vida de aproximadamente 3 meses desde el momento del diagnóstico.

Además, el trabajo refleja la situación que viven los pacientes con cáncer de páncreas que no han respondido con éxito al tratamiento. Así, sólo el 19% de los pacientes diagnosticados ha considerado con su médico la posibilidad de participar en un ensayo clínico para el cáncer de páncreas una vez que se les diagnostica la enfermedad o antes de recibir su primer tratamiento.

“Esperamos que estos resultados ayuden a incrementar la concienciación sobre esta devastadora enfermedad, propiciando un diálogo precoz entre pacientes y médicos sobre las opciones terapéuticas y su posible participación en ensayos clínicos”, explica Jean-Pierre Bizzari, vicepresidente Ejecutivo de la Unidad de Hematología y Oncología de Celgene. Además, ha añadido que “resulta satisfactorio poder colaborar con la Red de Acción contra el Cáncer de Páncreas en este importante proyecto que tiene por objetivo mejorar el acceso a los recursos y fomentar la comunicación entre el paciente y el profesional sanitario”.

Opciones tras el fracaso del tratamiento

Únicamente el 4% de los encuestados reconoce que ellos o sus familiares han recibido información por parte de su médico sobre la posibilidad de participar en un ensayo clínico cuando el tratamiento en primera línea no ha resultado satisfactorio. Además, otro 4% de las personas consultadas ha revelado que se encontró en esta misma situación tras el fracaso de un segundo o posteriores tratamientos.

La Red de Acción contra el Cáncer de Páncreas ha declarado enero como “el mes de la concienciación nacional sobre los ensayos clínicos en cáncer de páncreas” y anima a todos los pacientes a considerar su participación en ensayos clínicos cuando estén contemplando las diferentes opciones de tratamiento para la enfermedad.

Otros datos de interés

• El diagnóstico del cáncer de páncreas es complicado debido a que los síntomas son muy comunes y pueden llegar a atribuirse a otras enfermedades. La mayoría de los encuestados afirmó que visitó a diversos especialistas, pero que normalmente es el gastroenterólogo quien realizó el diagnóstico.i La encuesta muestra la posibilidad de que sean precisamente los gastroenterólogos y otros especialistas quienes adviertan al paciente y al profesional de enfermería de que existen tratamientos alternativos, informándoles de la posibilidad de participar en ensayos clínicos.

• El 92,2% de los encuestados experimentó síntomas propios del cáncer de páncreas que le motivaron a acudir a la consulta del médico.

• Los síntomas, que fueron experimentados durante dos meses o más antes del diagnóstico, eran fatiga, dolor abdominal agudo y dolor extendido por la espalda.

• Los pacientes sufrieron tanto emocionalmente por el shock que supone haber sido diagnosticados, como físicamente por la fatiga severa, el dolor y las náuseas causadas por la enfermedad o por su tratamiento. Además, los pacientes declararon sentirse aturdidos (37%), aterrados/ansiosos (24,5%) y devastados/desolados (16,3%) al recibir el diagnóstico.

Fuente: Jano Online.

Un estudio liderado por el Centro de Investigación Príncipe Felipe, en España, describe cómo el bloqueo del receptor NMDA mediante antagonistas específicos como la memantina o MK-801, permite prolongar la supervivencia en espera de un órgano.

El laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia ha identificado los mecanismos que conducen al aumento de la presión intracraneal y, de resultas de ello, a la muerte, y cómo prevenirlos o retrasarlos ante un fallo hepático agudo.
Este departamento, dirigido por Vicente Felipo, ya había logrado demostrar que el fallo hepático agudo conduce a una activación excesiva del receptor NMDA en el cerebro, que aumenta la presión intracraneal y contribuye al proceso que conduce a la muerte. Ahora han comprobado que puede prolongarse la supervivencia del paciente a partir del bloqueo dichos receptores mediante antagonistas específicos como la memantina o MK-801. La investigación se publica en Neuromolecular Medicine.
El estudio se ha realizado en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, el Mossakowski Medical Research Centre de Varsovia, el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols de Madrid, el Departamento de Patología de la Universidad de Valencia y el Servicio de Nefrología y el Laboratorio del Hospital Clínico de Valencia.
En el fallo hepático agudo se produce una necrosis masiva de las células del hígado, que ya no pueden ejercer la función de eliminar sustancias tóxicas, entre las cuales se encuentra el amonio. Al no ser eliminado en el hígado, los niveles de amonio aumentan en sangre (hiperamonemia) y en el cerebro, alterando así la función cerebral.
El aumento de amonio en el cerebro activa los receptores NMDA, lo que conduce a alteraciones en el flujo sanguíneo y a un aumento del lactato cerebral que contribuyen al aumento de la presión intracraneal y al proceso que conduce a la muerte. El bloqueo de los receptores NMDA en cerebro con antagonistas específicos previene o retrasa estas alteraciones y la muerte.
Por otra parte, estos antagonistas también ejercen un efecto protector a nivel renal, ya que retrasan el daño renal inducido por el fallo hepático agudo, preservando la filtración glomerular y prolongando la eliminación de amonio por la orina.
Prolonga la supervivencia a la espera de un hígado
Este doble efecto protector a nivel cerebral y renal permite prolongar la supervivencia y puede permitir salvar la vida de pacientes con fallo hepático agudo severo proporcionando un valioso tiempo adicional que permita la llegada de un hígado adecuado para el trasplante.
por otra parte, el hígado es el único órgano capaz de regenerarse por sí mismo tras un fallo hepático no letal. En situaciones de fallo hepático más leve, los antagonistas del receptor NMDA pueden aumentar directamente la supervivencia de los pacientes proporcionando el tiempo suficiente para que se regenere su hígado.

Fuente: Jano Online.

Virus CAdvances in the management of hepatitis C
Autores: Croagh CM, Lubel J.
Fuente: Internal Medicine Journal. 2013;43: 1265-71.

Recientemente han tenido lugar advances importantes en el tratamiento de la hepatitis C. En el siguiente trabajo de revisión se exponen el uso de métodos no invasivos para evaluar la fibrosis hepática, la utilidad de las pruebas de interleucina 28B para predecir la respuesta al interferón y el uso de nuevas pautas antivirales para el genotipo 1 del virus de la hepatitis C, incluidos dos nuevos agentes antivirales (inhibidores de las proteasas), el boceprevir y el telaprevir.

ecografia-pancreasNeoplasias quísticas pancreáticas: manejo diagnóstico-terapéutico.
Autores: Ortega A. y cols. Fuente: RSAPD. 2013; 36 (6).
Las Neoplasias quísticas de páncreas suponen actualmente un reto para el gastroenterólogo. El incremento de su diagnóstico, probablemente relacionado con el uso extensivo de técnicas de imagen, y los problemas relacionados con su manejo hacen que debamos conocer en profundidad las características de cada una de las entidades que conforman este apartado de la patología pancreática. En el proceso diagnóstico cobra especial importancia la ultrasonografía endoscópica y el estudio del líquido aspirado. Algunas de estas lesiones requieren un abordaje eminentemente quirúrgico, mientras que en otros casos puede plantearse un seguimiento estrecho o incluso, una ablación mediante alcohol o alcohol/paclitaxel.

0

Tratamiento de las estenosis en la EII

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un trastorno inflamatorio crónico, progresivo y recidivante de etiología desconocida, en cuya patogenia se han implicado factores genéticos, ambientales y microbianos. Cerca del 50% de los pacientes con EII presentan una enfermedad de evolución benigna mientras que el resto desarrollan complicaciones graves, entre las que se incluyen las estenosis intestinales.

cpre-pancreatitis1Necrosectomía pancreática endoscópica.

Autores: Köller Echalar J, Valenzuela Granados V.  Fuente: Rev. Gastroenterol. Perú. 2013; 33 (4).
La necrosectomía pancreática endoscópica es una opción de tratamiento mínimamente invasivo para remover la necrosis pancreática. Esta es una de las primeras aplicaciones de la cirugía endoscópica transluminal a través de un orificio natural (NOTES). Esta revisión permitirá conocer la efectividad técnica, efectividad clínica, indicaciones, limitaciones y complicaciones de la necrosectomía pancreática endoscópica.

liver1

Autora: López Panqueva RP. Fuente: Rev Col Gastroenterol 2013. 28 (2 y 3).

Para entender los mecanismos de enfermedad hepática es indispensable unir los conceptos anatomo-histológicos con los procesos fisiopatológicos que ocurren en cada enfermedad. En un primer artículo se desarrollan los conceptos básicos del diagnóstico histopatológico. La segunda entrega ayuda a entender el significado de los cambios morfológicos y su importancia en la adecuada correlación clínico patológica.

cpreEsfinterotomía de aguja
Autor: Gori Giménez H. Fuente: Gen. 2013; 67 (2).

La canulación fallida del conducto biliar común durante la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica es del 5 al 20% según la experticia del operador. El uso de guías hidrofílicas y la canulación profunda y selectiva son claves en el adecuado abordaje de la vía biliar.
La esfinterotomía de aguja en sus dos modalidades,  infundibulotomía y precorte, son técnicas opcionales para el abordaje del conducto biliar ante el fallo de la técnica convencional. Ambas técnicas son igualmente efectivas para el abordaje biliar en coledocolitiasis.  La esfinterotomía de aguja temprana en la canulación fallida disminuye la ocurrencia de pancreatitis post procedimiento. Debe ser realizada por colangiografistas expertos en la técnica y manejo de las complicaciones y contarse con los equipos y materiales adecuados. Estos elemntos se abordan con profundidad en este artículo.