2014 Archivos

El 19 de mayo se celebra el día mundial de esta dolencia, que engloba la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y cuya incidencia no ha dejado de crecer en las últimas décadas.
El perfil del paciente con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es hoy por hoy un adulto joven o adolescente que sufre una enfermedad crónica sin cura en la actualidad. Por ello, ante la realidad de estos pacientes que van a vivir desde muy temprano y para el resto de su vida con una enfermedad crónica, y con motivo la celebración el próximo 19 de mayo del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU) y la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y de Colitis Ulcerosa de España (ACCU España), han hecho un llamamiento a trabajar conjuntamente para mejorar la calidad de vida de los pacientes mediante una atención de calidad y el control absoluto y continuo de la enfermedad.

El presidente de GETECCU y jefe de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, Dr. Eugeni Domènech, ha explicado en Barcelona que, “para que los pacientes puedan llevar una vida social, laboral y educacional normal, debemos intentar avanzar en aspectos como conseguir una atención de calidad y uniforme en todo el país, facilitar la educación del paciente en su enfermedad e implementar y mejorar sistemas de telemedicina que favorezcan el autocontrol del paciente reduciendo las visitas a los centros hospitalarios, entre otras medidas”.

Desde GETECCU se reconoce que se ha avanzado mucho en el abordaje y tratamiento de esta enfermedad, especialmente en el conocimiento de mecanismos implicados en el proceso inflamatorio del intestino y en el desarrollo de nuevos tratamientos. Ahora el objetivo de los médicos es alcanzar el control continuo de la enfermedad, tanto en relación con los síntomas como con la inflamación. “No podemos curarla pero la podemos controlar absolutamente. De hecho, en una proporción elevada de pacientes podemos llegar a este control de la enfermedad ya en los primeros meses tras el diagnóstico”. Porque además, a juicio del Dr. Domènech, “no debemos pretender que el paciente ‘se acostumbre’ a tener síntomas sino que debemos resolverlos”.

A este respecto, el presidente de ACCU España, Ildefonso Pérez, ha comentado que “nosotros, como pacientes, queremos que los síntomas remitan en la mayor medida de lo posible, no solo cuando tienes brotes sino cuando entran en remisión. Por ejemplo, desarrollamos mucha tolerancia en el tema de ir al baño. Cuando el médico nos pregunta, respondemos que seis o siete veces al día, algo que es normal para una persona con la enfermedad”.

En este sentido, añade que para lograrlo es muy importante la atención al paciente. “Para nosotros es sustancial la existencia de Unidades de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, porque cuanto antes sea tratado el paciente por un especialista que conoce la enfermedad y con los últimos medicamentos, mucho mejor va a ser su evolución y se van a evitar muchas complicaciones en el futuro. Porque es una carrera de largo recorrido”. Y en este recorrido, “desde ACCU España estimamos imprescindible la participación activa de los pacientes en las decisiones que nos afectan directamente y más cuando se trata de una enfermedad oculta como esta”.

Una inflamación cada vez en edades más tempranas

La EEI se caracteriza principalmente por la inflamación crónica del aparato digestivo. La colitis ulcerosa afecta preferentemente a la mucosa del colon mientras que la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. Los síntomas principales son dolor abdominal, diarrea, fiebre, urgencia defecacional, malestar general y pérdida de peso, entre otros.

A día de hoy se desconoce la causa que provoca dicha enfermedad. Lo que sí está claro es que la tendencia en el aumento del número de afectados se asocia a los países desarrollados. Al igual que ocurre con otras patologías alérgicas y autoinmunes, su incidencia no ha dejado de crecer en las tres últimas décadas. Actualmente, la enfermedad de Crohn registra cada año 7 nuevos casos por cada 100.000 habitantes alcanzando los 12 nuevos casos cuando hablamos de colitis ulcerosa.

Si se comparan las tasas de incidencia por zonas, se hallan diferencias entre la mitad norte del país en comparación con las del sur. Así, según estudios epidemiológicos, mientras la incidencia en Cataluña de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal es de 15 casos por cada 100.000 habitantes en Andalucía es de 10,8 por cada 100.0002. Unos datos que se cumplen también en menores, donde la mayor incidencia en todo el país se da en Asturias (7,36/100.000), Navarra (5,36/100.000) y Cataluña (4,08/100.000).

Tal como ha señalado el Dr. Domènech, “este gradiente norte-sur existente en el número de afectados es un fenómeno común en estas enfermedades”, dándose en más países de nuestro entorno. Al igual que el aumento de pacientes en edad infantil también es un fenómeno generalizado. De acuerdo a datos estadísticos, la edad media de diagnóstico ronda los 29,5 años y, en el caso de España, casi el 25% de los afectados ya son menores de edad, apareciendo en ellos la enfermedad coincidiendo con el paso a la adolescencia.

Actividades organizadas en el contexto del Día Mundial

Con motivo del Día de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, en España se han coordinado distintas actividades entre GETECCU y las asociaciones de pacientes de distintas comunidades. “Un ejemplo, es el acto que se va a organizar conjuntamente en Cataluña este próximo domingo por la presentación de la campaña “No puc esperar/No puedo esperar” en Sabadell, junto con un acto lúdico en la calle para divulgar la enfermedad inflamatoria intestinal”, explica el Dr. Domènech.

También en la víspera del Día Mundial, la asociación de pacientes de Asturias organiza una marcha el próximo domingo, que comenzará a las 11 horas de la mañana en la Feria de Muestras de Gijón y terminará en la Universidad Laboral.

Hoy mismo, en Granada, la asociación de pacientes ha instalado puestos informativos en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves y en el Universitario San Cecilio de Granada. Y el próximo día 29, en Cantabria se celebrará una conferencia centrada en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal en niños en el Centro de Acción Social y Cultural.

Tomado de: Diario Médico.

El estudio ha testado la eficacia y la seguridad de la terapia combinada de los fármacos ABT-450/r, ombitsavir y dasabuvir, una tríada que, además de funcionar en pacientes con cirrosis, también resulta positiva en pacientes sin esta patología.

Un ensayo clínico de fase III en el que ha participado el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona) ha logrado curar la hepatitis C en un 96% de pacientes sin cirrosis no tratados previamente, una cifra que se eleva al 99% en los casos de genotipo 1b, que es el más común en Europa y afecta a 50.000 catalanes.

Los resultados, publicados en la revista The New England Journal of Medicine, proceden de haber testado fármacos de tercera generación en 700 pacientes sin cirrosis no tratados previamente, que se estima que son como mínimo la mitad de los afectados, ha informado este martes el hospital en un comunicado.

Concretamente, el ensayo ha investigado al eficacia y la seguridad de la terapia combinada de los fármacos ABT-450/r, ‘ombitsavir’ y ‘dasabuvir’, un trío que en los últimos días se ha demostrado que funciona en pacientes con cirrosis; ahora, los investigadores han demostrado que también es positivo en pacientes sin esta patología asociada.

El ensayo clínico también ha investigado la eficacia del tratamiento añadiendo o prescindiendo de un cuarto fármaco, la ‘ribavirina’, utilizada en las terapias de primera y de segunda generación, en las que se combina con interferón.

La ‘ribavirina’, que causa algunos efectos adversos, como náuseas, insomnio, prurito, aumento de la bilirrubina y reducción de la hemoglobina, se ha demostrado más eficaz en los casos de enfermos europeos.

El responsable del Servicio del Aparato Digestivo del Hospital Germans Trias i Pujol, Ramon Planas, ha explicado que los fármacos de tercera generación «cortan de raíz» todas las consecuencias que puede tener la enfermedad, como la cirrosis y la necesidad de un trasplante de hígado.

El tratamiento se administra por vía oral, tiene una duración de doce semanas y su tolerancia es «excelente», según ha dicho Planas, que ha añadido que prácticamente ningún paciente de los que participaban en el ensayo lo han abandonado.

Tomado de: Jano Online

Investigadores de la Universidad de Granada demuestran en ratas obesas que la administración de tres cepas de estos microorganismos reduce la grasa del hígado.

Científicos españoles han demostrado en un experimento realizado con ratas obesas que consumir probióticos durante 30 días ayuda a disminuir la acumulación de grasa en el hígado. Este hallazgo, que publica la revista PLOS ONE, supone un importante avance en la lucha contra la enfermedad del hígado graso no alcohólico, asociada a la obesidad y a la diabetes.

Los investigadores, pertenecientes al grupo ‘Bioquímica de la Nutrición. Implicaciones Terapéuticas’ y al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos José Matáix de la Universidad de Granada, han demostrado que la administración de tres cepas de probióticos disminuye la acumulación de grasa en el hígado de ratas obesas.

La acumulación de grasa en el hígado se denomina esteatosis y constituye el primer estadio de la enfermedad asociada a la obesidad y a la diabetes. Dado que la prevalencia de estas dos patologías es cada vez mayor, esta enfermedad se ha convertido también en un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Los probióticos son microorganismos (bacterias o levaduras) que confieren efectos saludables a la persona que los toma en cantidades adecuadas. Tradicionalmente, sólo se consideraban microorganismos vivos, pero el concepto se amplió pues algunos microorganismos muertos, o incluso componentes de éstos, pueden exhibir propiedades probióticas.

Los investigadores de la UGR trabajaron con tres cepas que están depositadas en la Collection Nationale de Cultures de Microorganismes del Instituto Pasteur: Lactobacillus paracasei CNCM I-4034; Bifidobacterium breve CNCM I-4035 y Lactobacillus rhamnosus CNCM I-4036.

En un primer experimento, llevado a cabo en voluntarios sanos, los investigadores, demostraron que las tres son perfectamente toleradas y seguras para su consumo humano.

Ratas Zucker

En el presente estudio, las cepas se administraron durante 30 días en la dieta a ratas Zucker. Estas ratas desarrollan obesidad debido a una mutación en el gen que codifica el receptor de la leptina, hormona que transmite al organismo una señal de saciedad. La rata Zucker constituye uno de los modelos genéticos de obesidad mejor caracterizados.

En el trabajo, los autores describen que la administración de los probióticos produjo una acumulación de lípidos (mayoritariamente triacilgliceroles) en el hígado significativamente menor que la que tuvo lugar en ratas alimentadas con un placebo.

«Este hallazgo se acompañó de unos menores valores de moléculas proinflamatorias (factor de necrosis tumoral-a, interleuquina-6 y lipopolisacárido) en el suero de las ratas alimentadas con probióticos, efectos que no se observaron con el placebo», afirma el autor principal del estudio, el profesor de la UGR Luis Fontana Gallego.

Según señalan los investigadores, la enfermedad hepática no se curará con probióticos, pero estos microorganismos sí pueden servir como terapia coadyuvante a otros tratamientos.

Tomado de: Jano Online

La máxima incidencia se registra en mujeres de entre 30 y 40 años, aunque el 20% de los pacientes supera los 60 años en el momento de la detección del trastorno, según la SEED.

La prevalencia de la enfermedad celíaca en la infancia es cinco veces superior a la de la población adulta; sin embargo, en los últimos años, y gracias a las técnicas diagnósticas disponibles, “están siendo diagnosticados nuevos casos, en especial en pacientes adultos, por lo que se puede afirmar que la enfermedad celíaca ha dejado de ser un trastorno típicamente infantil”, asegura la doctora Julia Álvarez, coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

“En el momento actual, entre el 20% y el 50% de los nuevos diagnósticos suceden en sujetos mayores de 50 años. Puede aparecer a cualquier edad de la vida y afecta a las mujeres más que a los hombres; en este sentido, la máxima incidencia se registra en mujeres entre 30 y 40 años de edad, aunque el 20% de los pacientes supera los 60 años en el momento del diagnóstico”, señala esta experta, tras el 56 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, celebrado la semana pasada en Valencia.

La forma clásica de la enfermedad se caracteriza por síntomas graves de mala absorción (diarrea, esteatorrea, déficit de vitaminas liposolubles, hierro, calcio y ácido fólico), cambios de carácter, falta de apetito, retraso del crecimiento, títulos positivos de anticuerpos séricos y atrofia grave de las vellosidades en las biopsias del intestino delgado. “Éstos son los síntomas más frecuentes con los que se presenta la celiaquía en niños de entre 9 y 24 meses, que, además de las manifestaciones expuestas pueden presentar náuseas, vómitos, distensión y dolor abdominal recurrente, pérdida de masa muscular y de peso”, explica la doctora Álvarez.

Sintomatología por edades

El carácter del niño cambia hacia la irritabilidad, apatía, introversión e incluso la depresión. Después de los tres años, son frecuentes las deposiciones blandas, talla baja, anemias ferropénicas resistentes a tratamiento y alteraciones del carácter. En este sentido, añade la doctora, “cuando la enfermedad evoluciona sin tratamiento, particularmente en los niños entre el año y los dos años, pueden aparecer formas graves-crisis celíaca-, con presencia de hemorragias cutáneas o digestivas graves”.

A partir de la adolescencia y en los adultos, la clínica de la enfermedad celíaca es más latente y los síntomas digestivos están ausentes o bien ocupan un segundo plano. “La clínica más característica a esta edad es el dolor abdominal, generalmente de tipo cólico y recurrente, acompañado de hinchazón abdominal fluctuante, dispepsia o malas digestiones, síntomas de reflujo gastroesofágico y alteración del hábito intestinal, frecuentemente hacia estreñimiento”, matiza la experta.

“La enfermedad ha sido ilustrativamente definida como un trastorno ‘camaleónico’, que supone que habitualmente pueda presentarse como una inexplicable deficiencia de hierro, lesiones predominantemente cutáneas, alteraciones óseas, neurológicas o un aumento de transaminasas séricas, estando a menudo ausentes los trastornos digestivos”, apunta la doctora Álvarez, y añade: ”Creo que es importante relacionar en la sospecha diagnóstica los síntomas derivados los déficits de micronutrientes asociados como vitaminas liposolubles (A, D, E y K), B6, B12, ácido fólico, cobre, zinc, además del hierro comentado anteriormente”. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico, concluye.

Grupos de riesgo, programas de cribado

En un estudio llevado a cabo a través del Banco de Sangre de la Comunidad de Madrid, a través de la determinación de anticuerpos específicos en exámenes voluntarios realizados a más de 2.200 personas, uno de cada 370 era celíaco. Según concluyen los autores del estudio, estos datos justificarían la instauración de un programa de cribado universal. En opinión de la Dra. Álvarez, “merece la pena identificar al menos los grupos de riesgo en los que deberemos tener una especial sensibilidad para el despistaje de enfermedad celiaca considerando las posibilidades de formas clínicas, no clásicas, que tienen en ocasiones importantes repercusiones en estado nutricional de los pacientes y su calidad de vida”. Algunos autores estiman que el retraso medio entre el comienzo de los síntomas y el momento del diagnóstico es, por término medio, de unos veinte años, período en el que los pacientes deambulan por repetidas consultas con distintos especialistas, los cuales por lo general, no piensan que la celiaquía pueda ser la enfermedad que causa sus diversas molestias, en un periplo interminable, costoso y muy penoso, asegura la responsable del Área de nutrición del a SEEN.

Celiaquía en el niño

El diagnóstico de enfermedad celíaca en un niño genera en la familia distintos sentimientos. Por un lado,“la tranquilidad de haber encontrado la causa de los problemas que presentaba su hijo y que en muchas ocasiones es la causa de un vía crucis en busca de diagnóstico, y por otro lado, una sensación de agobio por todos los aspectos nutricionales que deben controlar -explica la especialista- deben aprender que alimentos concretos o productos alimentarios pueden dar de comer a su hijo, sienten limitaciones, se preocupan y limitan su vida social por dificultades para manejarse fuera del entorno del domicilio”.

Las familias al completo pueden vivirlo como un grave problema que, inicialmente, les limite la calidad de vida, en este sentido, “las distintas asociaciones de celíacos de nuestro país han desarrollado recursos, informativos y formativos, para mejorar estos aspectos psicológicos y minimizar el impacto del diagnóstico”, indica la doctora. En estas asociaciones se ofrecen catálogos donde se recogen los alimentos sin gluten, tipos y marcas disponibles, cursos de cocina, consejos de compra, revisión de etiquetado etc.

“Cuando los padres asumen el diagnóstico y el tratamiento son capaces de comenzar a educar a los hijos enfermos, sus familiares y asociarse con los educadores para sensibilizarles en el tema”, añade la doctora. La educación en la alimentación de un niño celiaco debe basarse en las mismas tácticas educativas que en el resto de la población haciéndole entender que los alimentos con gluten les perjudican. Aun así, indica la experta, “sabemos que la adherencia continuada a la dieta sin gluten es difícil a cualquier edad y el incumplimiento dietético es muy frecuente entre los celíacos con tasas de entre el 50-80%”.

La alimentación en el celiaco

Su tratamiento consiste en el seguimiento de una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. “La dieta sin gluten se basa en dos premisas fundamentales: a) eliminar todo producto que tenga como ingredientes trigo, espelta, cebada, centeno y avena, y b) eliminar cualquier producto derivado de estos cereales -almidón, harina, sémola, pan, pasta, bollería y repostería-”, asevera la doctora Álvarez.

El celíaco debe basar su dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten: arroz y maíz. Deben evitarse, en la medida de lo posible, los alimentos elaborados o envasados, ya que en éstos es más difícil garantizar la ausencia de gluten. Los pacientes con anemia deberán recibir preparados de hierro, folato y vitamina B12 según las necesidades, “a pesar- indica la doctora-de que los diferentes estudios muestran que una dieta sin gluten, por sí sola es capaz de revertir la anemia entre un 78% y un 94% de los pacientes”.

Los estudios demuestran que los pacientes celíacos ven afectada su calidad de vida en función de los síntomas presentes y del impacto que sobre ellos tiene el seguimiento de una dieta sin gluten. En este sentido, explica la doctora, “algunos estudios de calidad de vida en niños celíacos muestran que hasta en un 23% de casos la tristeza es un síntoma presente cuando hacen dieta sin gluten”. Los estudios de calidad de vida relacionada con la salud realizados en población celíaca muestran que los celíacos que no siguen dieta muestran una peor calidad de vida que los que la siguen.“La preocupación referida por la mayoría de los celíacos es la necesidad de seguir una dieta toda la vida”, concluye la representante del Área de Nutrición de la SEEN.

Tomado de: Jano Online

Actualmente, se están llevando a cabo numerosas investigaciones en las que se abordan muy diversas estrategias en torno a la microbiota como tratamiento contra la obesidad.

Actualmente, se están llevando a cabo numerosas investigaciones en las que se abordan muy diversas estrategias en torno a la microbiota como tratamiento contra la obesidad. En este sentido, cabe destacar la repercusión que sobre el peso puede tener el uso de probióticos (alimentos con microorganismos vivos adicionados) o de prebióticos (ingredientes no digestibles que afectan beneficiosamente al organismo mediante la estimulación del crecimiento y la actividad de nuestra microbiota), así como su influencia sobre otras enfermedades metabólicas.

Tinahones ha señalado que «no existen evidencias científicas que nos hagan afirmar que tengan un efecto directo, aunque sí hay muchos ensayos clínicos en marcha y, a corto plazo, tendremos resultados». También existen trabajos a partir del trasplante completo de microbiota. En este sentido, el experto ha señalado que, «en modelo experimental, se ha trasplantado la microbiota de ratones genéticamente obesos o delgados a otros con intestino libre de gérmenes, y éstos han engordado o adelgazado en función de la microbiota original».

El siguiente paso es observar qué bacterias en humanos pueden tener una respuesta igual que en los modelos experimentales. «El trasplante de microbiota total en humanos es un tema aún de ciencia-ficción». En otro experimento realizado recientemente, a partir del manejo de gemelos humanos discordantes en peso (uno obeso y otro delgado) y ratones de experimentación, «se observado que el ratón al que se le introdujeron heces del gemelo obeso, engordó; y en el otro caso, adelgazó».

Este ejemplo incide en la «relación causal entre la microbiota del intestino y la capacidad de engordar y adelgazar».

Tomado de: Diario Médico

dia-mundial-wdhd14
Cada 29 de Mayo la Organización Mundial de Gastroenterología celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva (World Digestive Health Day) e inicia una campaña mundial de salud pública a través de sus 110 sociedades nacionales y sus más de 50.000 miembros. Cada año se hace hincapié en un desorden digestivo concreto con el objetivo de incrementar el conocimiento del mismo entre el público en general así como impulsar su prevención y tratamiento. Para 2014, el tema escogido está relacionado con la importancia de la microbiota intestinal. El nombre oficial de la campaña es: Gut microbes: importance in health and disease.

roboticaCirugía robótica y cáncer de recto.
Autores: Prendes-Sillero E.J et al. Fuente: RAPD. 2014; 37 (2).
Un artículo en el que se realiza una revisión histórica de la cirugía robótica desde sus inicios, para posteriormente exponer las experiencia de los autores en cirugía laparoscópica con asistencia robótica de la resección mesorrectal. De acuerdo con los resultados, los autores consideran que la cirugía resectiva total del recto, asistida por robot, puede ser realizada de forma segura y efectiva en términos de recidiva y tasas de sobrevida.

higado-grasoProbióticos en las enfermedades hepáticas.(descarga pdf)
Autores: Soriano G y cols. Fuente: Nutr Hosp. 2013;28(3):558-563.

En las enfermedades hepáticas, especialmente en la cirrosis y la esteatohepatitis no alcohólica, las alteraciones en la microbiota intestinal y en los mecanismos de respuesta inflamatoria desempeñan un papel importante en la progresión de la enfermedad y el desarrollo de complicaciones. Los probióticos, debido a su capacidad para modular la flora intestinal, la permeabilidad intestinal y la res-puesta inmunológica, pueden ser eficaces en el tratamiento de las enfermedades hepáticas y en la prevención de las
complicaciones de la cirrosis. En este artículo se reseñan los resultados del uso de los probióticos en el tratamiento de la encefalopatía hepática mínima y en la prevención de episodios de encefalopatía aguda, así como en el tratamiento de la esteatohepatitis no alcohólica y la prevención de infecciones bacterianas en los pacientes con
trasplante hepático.