enfermedad de Meniere

alan-b-shepardPrimer astronauta estadounidense, interrumpió su carrera espacial por varios años, al ser diagnosticado con la enfermedad de Ménière en 1964. Se le realizó una cirugía de derivación de canales (que se encontraba en fase experimental), lo que le permitió entrenarse en el programa espacial Apolo. En 1971 comanda la misión Apolo 14.

Investigadores de la facultad de medicina de la Universidad de Colorado podrían resolver las causas de la enfermedad de Menièré y cómo atacarlas. De acuerdo a Carol Foster, MD, del departamento de otorrinolaringología y Robert Breeze, MD, neurocirujano, hay una asociación fuerte entre la enfermedad de Menièré y afecciones que involucran un bajo flujo de sangre transitorio en el cerebro como en el caso de la cefalea migrañosa. La investigación es descrita en la revista Medical Hypotheses.

La enfermedad de Menièré afecta a aproximadamente de 3 a 5 millones de personas en los Estados Unidos. Es un trastorno discapacitante como resultado de ataques violentos y repetidos de vértigo, tinnitus e hipoacusia, que puede durar horas y puede causar sordera permanente del oído afectado. Hasta ahora, la causa de los ataques es desconocida, no existiendo una teoría que explique totalmente los numerosos signos y síntomas de este trastorno.

«Si nuestra hipótesis es confirmada, el tratamiento de los factores de riesgo vasculares puede conducir al control de los síntomas y resultar en la reducción de la necesidad de realizar cirugías destructivas de la función vestibular para lograr su control», expreso Foster. «Si los ataques son controlados, la evolución inevitable hacia una pérdida auditiva severa podría ser prevenible en algunos casos.»

Foster explica que estos ataques pueden ser causados por la combinación de dos factores: 1) una malformación del oído interno, hidropesia endolinfática (oído interno dilatado por el fluido) y 2) los factores de riesgo para la enfermedad vascular en el cerebro, como la migraña, apnea de sueño, el hábito de fumar y la aterosclerosis.

Los investigadores proponen que la acumulación de fluido en parte del oído interno, el cual esta fuertemente relacionado con los ataques en la enfermedad de Menièré, indican la presencia de un problema en la regulación de la presión, que actúa como causa de los descensos intermitentes y moderados del flujo sanguíneo dentro del oído interno. Cuando esto se combina con enfermedades vasculares que también disminuyen el flujo de sangre hacia el cerebro y el oído, la pérdida súbita del flujo de sangre similar a los ataques isquémicos pasajeros (o mini traumas) en el cerebro, también se puede generar en los tejidos sensoriales del oído interno. En personas jóvenes que tienen hidropesia, sin trastornos vasculares, no ocurre ningún ataque porque el flujo de sangre continúa a pesar de estas fluctuaciones, sin embargo, en las personas con  enfermedades vasculares, estas fluctuaciones son suficientes para robar el flujo de sangre hacia el oído y los nutrientes que la sangre suministra. Cuando los tejidos que intervienen en la audición y el movimiento están privados de la sangre, dejan de enviar señales al cerebro, lo cual estimula el vértigo, el tinnitus y la pérdida auditiva en el trastorno.

La restauración del flujo sanguíneo no resuelve el problema. Los científicos creen que provoca un efecto dañino posterior, denominado vía isquemia-reperfusión en los tejidos excitables del oído, que lo silencia por varias horas, resultando en el vértigo prolongado y la pérdida auditiva que caracteriza este trastorno. Aunque la mayoría de los tejidos se recuperan, cada ataque origina el daño de pequeñas áreas, que con el tiempo producen la pérdida permanente de la función auditiva y vestibular en el oído.

Desde el primer vínculo de hidropesía endolinfática y Enfermedad de Menièré en 1938, una variedad de mecanismos han sido propuestos para explicar los ataques y la  sordera progresiva, pero ninguna respuesta ha explicado todos aspectos del trastorno, y ningún tratamiento sobre la base de estas teorías ha probado ser capaz de controlar la evolución de la enfermedad. De demostrarse esta nueva teoría, suministraría nuevos caminos para el tratamiento y control de este trastorno. 6 de dic, 2013

Carol Foster, MD and Robert Breeze, MD. The Meniere attack: An ischemia/reperfusion disorder of inner ear sensory tissues. Medical Hypotheses, December 2013

University of Colorado Denver (2013, December 6). Researchers may have discovered a plan to disable Meniere’s disease. ScienceDaily. Retrieved December 11, 2013, from http://www.sciencedaily.com­ /releases/2013/12/131206163057.htm

Prosper MénièreLas enfermedades del oído interno eran desconocidas hasta que Prosper Ménière en 1861 describió la enfermedad que tiene su nombre (Enfermedad de Ménière). Este logro innovador, sin embargo, no era apreciado completamente en el París de su tiempo. Siendo considerada incurable, la sordera no era campo a la moda de las investigaciones.

Prosper Menière nació en Angers, siendo el tercero de cuatro niños de un comerciante próspero. Entró en el Liceo en 1812, a los 13 años de edad. Allí se quedó durante cuatro años, coincidiendo con el periodo de decadencia y de Napoleón. Recibió una educación excelente, fundamentalmente en los clásicos y humanidades. En 1816 ingresó en el colegio secundario privado de medicina de la universidad de Angers. Fue excelente estudiante, ganó el premio anual en 1817 y 1818, y en 1819 comenzó estudios médicos en el Hôtel Dieu en París. Menière reveló la brillantez intelectual, recibiendo algunos premios a sus logros, siendo en 1826 medallista de oro. Reunía las condiciones necesarias en medicina en 1826, obtuvo su doctorado en 1828 y adquirió la cita prestigiosa pero nada envidiable como ayudante del famoso Baron Dupuytren. Adquirió una experiencia práctica inmensa, especialmente durante la crisis política de 1830, cuando cientos de alborotadores lastimados fueron admitidos en ese hospital. En 1832 fue nombrado «Jefe clínico» en la facultad recibiéndose como agregado bajo Chomel. En 1832, Ménière era presidente de los jurados de medicina, el equivalente de la junta de examen. Un año más tarde se hizo profesor agregado o adjunto, en la universidad de París. Ese año su vida tomó un giro inesperado, cuando fue nombrado por el gobierno para averiguar si Duchess de Berry estaba embarazada. Era la esposa del hijo de Duc de Berry asesinado por Charles X, quien tenía apoyo considerable para la toma de posesión de su propio hijo al trono. Méniére determinó que estaba embarazada, como resultado de un matrimonio secreto con un italiano, lo que disperso el apoyo popular. Méniére fue con ella a Nápoles. En 1834, fue nombrado Jefe de la clínica de Chomel, médico famoso y miembro de una academia.

En 1835 fue enviado por el gobierno a los departamentos de Aude y el Haute-Garonne para organizar la ayuda contra el cólera. Por este trabajo fue hecho caballero de la legión de honor. Si la pericia ginecológica de Ménière tuvo un negativo sobre la sucesión al trono francés, no lastimó su propia carrera profesional. En 1838, un año después del intento fallido de hacerse catedrático en medicina e higiene, Menière, con la recomendación de Mathéo-José-Bonaventure Orfila (1787-1853), Se hizo jefe de medicina en el «Institut des Sourds-Muets», la institución imperial para sordomudos en París y comenzó los estudios por los que se hizo famoso. Éstos culminaron en su descripción clásica de la condición que tiene su nombre. Ménière basó sus observaciones en el vértigo laberíntico recurrente que publicó en 1861 sobre las conclusiones de Marie-Jean-Pierre Flourens (1794-1867) que en 1820, en los experimentos sobre aves, habían diferenciado las funciones auditiva y del equilibrio del oído interno, así como la función individualizada de los canales semicirculares. Frecuentó los círculos sociales, y entre sus amigos en círculos literarios, científicos y políticos se encontraban Víctor Hugo (1802 – 1885) y Honoré de Balzac (1799 – 1850). Ménière era la imagen grata en muchos de los salones más selectos. En 1838 se casó con Mademoiselle Becquerel, que estaba relacionada con Anton Becquerel, el descubridor de la radiactividad.

Ménière fue un elegante y escritor prolífico. El volumen absoluto de sus obras nos hace preguntarnos cómo encontró el tiempo para de hacer otras cosas. En 1861 su nombre aparece en la Gaceta médica no menos de once veces. Escribió temas diversos sobre poetas romanos y Cicero; en uno de ellos trataba el interés de Horatius  en encontrar una cura para su gota. En otro artículo Ménière retrata a un juez que es perjudicado por problemas auditivos. Ménière lo trató haciendo presión sobre el tímpano con una aguja dorada, mejorando su audición. Tal vez esto fue la primera referencia en la historia de una movilización del estribo en la otosclerosis. Tenía muchos talentos y recibió el reconocimiento como arqueólogo y botánico. Su interés en botánica era poderoso, y era un conocedor de orquídeas.

Menière murió en París de neumonía el 7 de febrero de 1862 a la edad de 63 años. Su hijo Emile Ménière, fue un otólogo que siguió sus pasos trabajando en el instituto para la sordera.

Fuentes:
1. Prosper Ménière. Who named it?. Disponible en: http://www.whonamedit.com/doctor.cfm/1859.html.

___ Hipoacusia neurosensorial fluctuante y progresiva
___ Hipoacusia neurosensorial fluctuante no progresiva
___ Crisis paroxísticas y episódicas de vértigo
___ Acúfenos
___ Sensación de plenitud aural


Respuesta:


La respuesta correcta se corresponde con las opciones 1, 3, 4 y 5.

La enfermedad de Meniere es una entidad clínica específica, que cursa en general con:

  1. Hipoacusia neurosensorial fluctuante y progresiva.
  2. Crisis paroxísticas y episódicas de vértigos.
  3. Acúfenos.

Estos tres elementos conforman la triada sintomática de la enfermedad de Meniere

Muchas veces estas crisis están precedidas de “auras” como:

Sensación de plenitud aural.

  1. Intensificación del acúfeno


El comienzo de la crisis es en general agudo e intenso; puede durar varias horas y excepcionalmente más de dos días.


Otra característica son los periodos asintomáticos de varias semanas y/o meses.

En la enfermedad de Meniere persistente, la frecuencia de los ataques aumenta con el tiempo, volviéndose cada vez más breves y menos severos y con menos auras.

 

Fuente:

Otolaringologíca. Vol XVIII. No 4. octubre. 1996