¿Qué aspectos de la vida afecta el aislamiento de una persona con discapacidad auditiva?

a. Las relaciones familiares, integración social y la interacción, capacidad para unirse a grupos de promoción de salud.
b. La capacidad de desarrollarse profesionalmente, las relaciones familiares, la integración social e interacción.
c. La integración e interacción, habilidades mecánicas, relaciones familiares.
d. Fabilidad para navegar en el atardecer o amanecer, capacidad de desarrollarse profesionalmente, las relaciones familiares.
e. todo lo anterior.

Respuestas: b

Las personas que padecen discapacidad auditiva luchan contra el sufrimiento en sus actividades diarias y calidad de vida. Immanuel Kant definió claramente este punto de vista al expresar, «no poder escuchar aísla a las personas». El reto de superar la dimensión de la discapacidad auditiva está directamente relacionado con las expectativas de las personas con discapacidad que han aprendido en sus vidas: discapacidad viene desde el exterior a través de factores deshabilitadores; la esperanza de un tratamiento efectivo o terapia radica en la creencia de éxito en la investigación transnacional; la integración social depende de los cuidadores los cuales no ven inicialmente la discapacidad de una persona sino una persona con discapacidad. Uno tiene que darse cuenta de que habilidades de comunicación cognitiva, emocional y social de los demás, familiares y cuidadores deben abordar cuatro áreas principales:

1. Relación familiar, como el círculo de «amigos» que más contribuyen al bien de una persona, las emociones, sensibilidad, salud mental y autoestima.

2. Integración social e interacción, que tiene lugar en situaciones cotidianas como el empleo del teléfono, conversación, comidas sociales, visitar un médico, compras, redes sociales en el mundo online, pasear, viajar, etc.. Todo esto se basa en habilidades sociales de competencia y comunicación: escuchar, cuestionar y mantener un diálogo natural que es la esencia de la comprensión mutua.

3. Relación con la sociedad como un todo, debido al hecho de que la discapacidad auditiva, que ya es un importante problema  de salud, será más manifiesta en el futuro, especialmente para un acceso irrestricto a las escuelas, educación, empleo y negocios que requieren habilidades. Por naturaleza no hay diferencia entre una persona con problemas auditivos y otros en nuestra sociedad, todo el mundo debería tener derecho a llegar a cualquier posición y no ser tratados como un menor de edad. Hospitales y todas las instituciones, autoridades y organizaciones deberían ofrecer opciones de lenguaje de señas y lectura de labios. Por otro lado, entre los ancianos se puede ver un problema psicosocial que no sólo les afecta directamente, mientras que en otros es mayor. La falta de flexibilidad conduce a disminuir los contactos sociales y al aislamiento.

4. Las consecuencias económicas de una educación inadecuada «injusta» son enormes, esto puede resultar en un aislamiento intelectual, profesional y social; disminuyendo las expectativas de la personas con problemas de audición desconociendo su potencial individual para encontrar el mejor trabajo u ocupación. El círculo de una profecía auto cumplida negativa comienza aquí. La pérdida de la audición no tratada se estima que tiene un costó de miles de millones anualmente. Se requerirá una educación especial más adecuada para sordos en nuestra sociedad por el hecho de que la pérdida de la productividad conduce a una carga considerable sobre nuestra economía.
La intervención e identificación temprana han demostrado ser el elemento más rentable. El disfrute de los más altos estándares de salud es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano. La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad del 2006 afirma que «tienen los mismos derechos a la educación, el empleo y la cultura; no deben ser discriminados por daño (sensorial o de otro tipo); tienen derecho a participar en todas las actividades humanas (deporte, viajes, juegos, etc.)». Si no se cumplen estas expectativas, las personas con problemas auditivos se quedarán fuera de este nuevo «contrato social»: la sociedad debe ofrecer a los discapacitados todo lo necesario «facilitadores», prótesis, personal de apoyo, lo que incluye investigación. La revisión del ICIDH de 1980 de la Organización Mundial de la Salud afirma, «…las personas con discapacidad tienen derecho a las mismas oportunidades y opciones como el resto de la comunidad y generalmente desean participación en todos los ámbitos de la vida humana y social…»

Fuente:
Kazuo Oshima, Steffen Suchert, Nikolas H. Blevins and Stefan Heller. Curing hearing loss: Patient expectations, health care practitioners, and basic science. J Commun Disord. 2010 ; 43(4): 311–318