Los nódulos de la cuerda vocal fueron descritos por primera vez por Türk en 1868 con la denominación de «Chorditis Tuberosa». Hofer, en 1904, los relacionó con el abuso vocal y les denomina «nódulos de los cantantes». En 1935 Tarneaud publicó un importante estudio que confirma el origen funcional de los nódulos e instituyó el concepto de laringopatía disfuncional.