Marca más de 30 años de colaboración mundial para describir y para comprender, a través de las evaluaciones de los expertos, uno de los retos que definen el siglo XXI: el cambio climático inducido por el hombre.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC) fue creado en 1988 para facilitar las evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, sus posibles repercusiones y las estrategias de respuesta.
La función del IPCC es evaluar de forma crítica la información pertinente, tanto la científica, como la técnica y la socioeconómica, para comprender la ciencia física y los impactos del cambio climático inducido por el hombre y las variaciones naturales, incluidos los riesgos, las oportunidades y las opciones de adaptación y de mitigación.
El Sexto Informe de Evaluación (IE6) del IPCC, Climate Change 2021. The Physical Science Basis, evalúa tanto los cambios observados como los componentes de estos atribuibles a la influencia antropogénica (o inducida por el hombre), distinguiendo entre los cambios antropogénicos y los forzados por la naturaleza. Las principales conclusiones de la evaluación de los informes anteriores del IPCC se confirman o se refuerzan en este, lo que indica la solidez de la comprensión de las principales causas y las consecuencias del cambio climático antropogénico.
El documento destaca como el cambio climático ya está afectando a todas las regiones habitadas del planeta y como la influencia humana está contribuyendo a muchas de las variaciones observados en el tiempo y en los extremos climáticos.
La temperatura global de la superficie del planeta seguirá aumentando, en todos los escenarios de las emisiones considerados, al menos hasta mediados del siglo. El calentamiento global de 1.5 y 2.0 grados Celsius se superará durante el siglo XXI a menos que se produzcan profundas reducciones de las emisiones de dióxido de carbono, y de los otros gases de efecto invernadero, en las próximas décadas.
Con cada incremento del calentamiento global, los cambios en la temperatura media regional, las precipitaciones y la humedad del suelo son notables. Los proyectados en los extremos son mayores en su frecuencia y en su intensidad con cada aumento adicional.
Las actividades humanas, señalan en el documento, afectan a todos los principales componentes del sistema climático; algunas se han manifestado durante décadas y otras durante siglos.
El nuevo informe no deja lugar a dudas de que el ser humano es responsable del calentamiento global, y concluye que prácticamente todo el aumento de las temperaturas medias globales desde el siglo XIX ha sido impulsado por las naciones que queman los combustibles fósiles, talan los bosques y cargan la atmósfera con los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, que atrapan el calor.
Según el texto, los cambios climáticos que se han producido hasta la fecha casi no tienen parangón en la historia de la humanidad. Es muy probable que la última década sea la más calurosa del planeta en 125 000 años. Los glaciares del mundo se están derritiendo y retrocediendo a un ritmo sin precedentes en, al menos, los últimos 2 000 años. Los niveles atmosféricos de dióxido de carbono no han sido tan altos en los últimos dos millones de años.
El nivel de los océanos ha subido un promedio de 20 centímetros en el último siglo, y el ritmo de aumento se ha duplicado desde 2006. Las olas de calor se han vuelto significativamente más abrasadoras desde 1950 y son más prolongadas en gran parte del mundo. El clima de los incendios forestales ha empeorado en grandes franjas del planeta. Los estallidos de calor extremo en el océano, que pueden matar los peces, las aves marinas y los arrecifes de coral, han duplicado su frecuencia desde la década de 1980.
El examen de la información disponible muestra que los ciclones tropicales probablemente se han vuelto más intensos en los últimos 40 años, un cambio que no puede explicarse únicamente por la variabilidad natural.
Y, de acuerdo a la evidencia recogida por el IPCC, a medida que las temperaturas globales sigan aumentando, también lo harán los riesgos. De esta manera una peligrosa ola de calor, que en el pasado solo habría ocurrido una vez cada 50 años en una región determinada, hoy en día se puede esperar, en promedio, cada diez años. Con 1.5 grados Celsius de calentamiento global, esas olas de calor se producirán cada cinco años y serán significativamente más tórridas. Con 4 grados Celsius de calentamiento global, se producirán casi anualmente.
Con 1.5 grados Celsius de calentamiento se prevé que el nivel de los océanos aumente de 30 a 60 centímetros este siglo, inundando regularmente muchas ciudades del litoral con crecidas que en el pasado habrían ocurrido solo una vez por siglo. Pero si las temperaturas siguen aumentando, en opinión de los expertos autores del documento, existe el riesgo de que las vastas capas de hielo de la Antártida y de Groenlandia se desestabilicen de forma imprevisible, añadiendo potencialmente otro metro de subida al nivel del mar en este siglo, en el peor de los casos.
Además del informe completo, de manera independiente puede consultarse el Resumen para los Responsables de las Políticas (Summary for Policymakers, SPM) que presenta las principales conclusiones de la contribución del Grupo de Trabajo sobre la base científica física del cambio climático. Ese documento proporciona un sumario de alto nivel sobre la comprensión del estado actual del clima, incluyendo cómo está cambiando y el papel de la influencia humana, el estado del conocimiento sobre los posibles futuros climáticos, la información climática relevante para las regiones y los sectores, y la limitación del cambio climático inducido por el hombre.
También puede examinarse, separadamente, el Resumen Técnico (Technical Summary, TS) diseñado para servir de puente entre la evaluación exhaustiva de los capítulos del Grupo de Trabajo y su Resumen para los Responsables de las Políticas (SPM). Se ha elaborado principalmente a partir de los compendios de los distintos capítulos y del atlas, y ofrece una síntesis de las principales conclusiones basadas en las múltiples líneas de la evidencia (por ejemplo, el análisis de las observaciones, los modelos, la información paleoclimática y la comprensión de los procesos físicos, los químicos y los biológicos y de los componentes del sistema climático).
Fuente: Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC
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