Los últimos estudios en ratones sugieren que la translocación de algunas bacterias grampositivas puede influir en la respuesta a la quimioterapia.
La composición del microbioma podría tener un papel importante no sólo en el desarrollo de algunas enfermedades, sino también en la respuesta del organismo a algunos tratamientos, como podría ser el caso de la quimioterapia, según ha quedado de manifiesto durante un workshop sobre Genómica Traslacional en Biomedicina, organizado por Sergi Castellví-Bel, Meritxell Gironella, Cristina Fillat, Sílvia Beà y Lluís Hernández, del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), que se celebra estos días en Barcelona.
Los estudios más recientes, realizados en modelos animales de ratón, han evidenciado que la translocación de unas determinadas bacterias tipo grampositivas hacia los ganglios linfáticos secundarios se asocia a un incremento de la respuesta inmune de las células Th17, lo que mejora la respuesta a la quimioterapia, según ha explicado a Diario Médico Patricia Lepage, del Grupo de Funcionalidad del Ecosistema Intestinal del Instituto Francés de Investigación sobre Agricultura(INRA, por sus siglas en francés), en Jouy-en-Josas (Francia).
«Esto se debe al reclutamiento de unas células específicas que reducen el tamaño del tumor», ha comentado la investigadora, que ha ofrecido la ponencia titulada Secuenciación de nueva generación del microbioma intestinal, durante la jornada.
La quimioterapia destruye la barrera epitelial, lo que favorece la movilidad de las bacterias de la microbiota hacía los ganglios linfáticos. Esto abre la puerta a nuevas investigaciones sobre el posible papel de las bacterias como herramienta para mejorar los resultados de otros tratamientos.
Estudios previos habían sugerido que modelos animales de ratón con cáncer de mama que recibían antibióticos -que se sabe que alteran la composición de la microbiota intestinal- mostraban una peor respuesta terapéutica a la quimioterapia.
Por otra parte, Lepage ha comentado que la metagenómica abre la puerta a la investigación con muchas bacterias cuya función se desconoce hasta ahora porque no se pueden cultivar.
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