Al final del siglo XIX muchos autores alemanes comunicaron casos de cancer gástrico diagnosticado por el resultado de pequeñas piezas de tejido tumoral, pero fue Giovanni Marini, de Bolonia, quien por medio de una simple técnica de lavado tuvo éxito en demostrar la presencia de células malignas, usando material fresco no teñido. Marini utilizó métodos micrométricos para comparar el tamaño del núcleo en células normales y malignas y describió muchos de los hechos anormales que hoy son comunmente aceptados como criterios de malignidad.
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El término diverticulosis fue propuesto independientemente por De Quervain y por Case en 1914, para referirse a la presencia de divertículos no inflamatorios, aunque Spriggs y Marxer emplean este término para incluir todas las fases de la enfermedad. Graser y posteriormente Telling, describieron el tipo estenosante hiperplásico conocido como peridiverticulitis. Gordinier y Sampson trazaron los principales caracteres de la diverticulitis.
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La técnica para la biopsia duodenal fue creada independientemente por Roger y cols y Shiner, en el año 1956, a partir de modificaciones al tubo de Wood, que ya se usaba para la toma de muestras del estómago. Los cambios incluían una mayor flexibilidad y la forma redondeada, para facilitar su paso por el píloro. En el año siguiente, Crosby y Kugler describieron su cápsula para biopsia intestinal, la cual tenía un menor tamaño y mayor flexibilidad. Otros modelos de cápsulas más pequeñas, que permitían recuperar múltiples biopsias, fueron descrita por Baker y Hughes, Roses y Moore y por Flick y cols.
. En: Historia.
En el año 1947, Pablo Mirizzi describió el Síndrome del hepático funcional en cuadros de ictericia obstructiva, atribuyendo los síntomas a un «espasmo del esfínter del hepático», condicionado por un cístico paralelo a la vía biliar. En 1982 McSherry propuso la denominación Síndrome de Mirizzi. Se trata de una rara complicación de la litiasis vesicular de larga evolución y ocurre en 0,7 a 1,4 % de los pacientes sometidos a cirugía biliar por cálculos. La simple compresión de la vía biliar principal por el bacinete puede, como consecuencia de procesos inflamatorios repetidos, dar paso a la desaparición progresiva de las paredes del conducto cístico, que es destruido progresivamente hasta quedar establecida una comunicación directa -más o menos amplia- entre la vesícula y el colédoco. Esta concepción de los mecanismos patológicos dio paso a la clasificaciones propuestas años atrás; la primera de McSherry (grados I y II) y la última de Csendes (grados I-IV).
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El nombre de Laënnec (René Théophile Hyacinthe Laënnec) está asociado a una forma de cirrosis hepática. Curiosamente esto no se debe a que haya hecho algún aporte sobre el tema sino simplemente a una nota a pie de página proponiendo el nombre de cirrosis (kirrós, amarillo) para el hígado granular, indurado y amarillento encontrado en la autopsia de un caso con enfisema pulmonar. Este prestigioso médico francés ha pasado a la historia, entre otras cosas, por ser el inventor del estetoscopio.
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El término «celíaco» viene del griego (koiliakos, abdominal), introducido en el siglo XIX en una traducción de un documento considerado como una descripción de la enfermedad por Areteus de Capadocia (en la antigua Grecia). En ella Areteo hacía referencia a sujetos desnutridos, con deposiciones abundantes y malolientes, que empeoraban cuando ingerían trigo. Diecisiete siglos después se hace una descripción más precisa sobre la celiaquía. En 1884, Louis Dühring describe por primera vez la Dermatitis Herpetiforme (o enfermad de During Brocq) y ya en 1888 Samuel Gee en Gran Bretaña, profetiza que «la regulación de la alimentación es la parte más importante del tratamiento». En 1953, los investigadores neerlandeses JH van de Kramer, HA Weijers y WK Dicke identifican las causas de la celiaquía. Ver más…











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