Los inhibidores de la bomba de protones son causa de nefropatía

Estos fármacos se asocian con enfermedad renal crónica, según concluyen dos estudios estadounidenses.

Determinados fármacos empleados con frecuencia en el tratamiento de la acidez y el reflujo gastroesófagico podrían dañar la función renal, según concluyen dos estudios que se presentarán en la Semana del Riñón, una reunión científica organizada por la Sociedad Americana de Nefrología que se celebrará en noviembre en San Diego.En uno de los estudios, Benjamin Lazarus, de la Universidad Johns Hopkins, analizó a 10.482 adultos con función renal normal entre 1996 y 2001. Los que solían consumir inhibidores de la bomba de protones resultaron entre un 20 y un 50 por ciento más propensos a sufrir enfermedad renal crónica que los que no lo hacían. Este dato se refrendó con un nuevo estudio, sobre más de 240.000 pacientes a los que se siguió entre 1997 y 2014. «En ambos estudios, las personas que consumían antiácidos de una familia farmacológica diferente, como los inhibidores H2, no presentaron más riesgo de desarrollar enfermedad renal», dice Lazarus.

En el segundo trabajo, Pradeep Arora, nefrólogo de la Universidad de Buffalo (campus conocido también como SUNY), analizó a 24.149 pacientes con enfermedad renal crónica, entre 2001 y 2008. El 25,7 por ciento de ellos seguían tratamiento con inhibidores de la bomba de protones. Con todo, del grupo total de los enfermos, los que tomaban estos fármacos resultaron menos propensos a sufrir enfermedad vascular, cáncer, diabetes, hipertensión y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). No obstante, los inhibidores de bomba de protones se asociaron a un 10 por ciento más riesgo de la enfermedad renal y a un 76 por ciento más riesgo de morir prematuramente.

Fuente: Diario Médico.