Un estudio indica que la señalización de una nueva proteína descubierta en la leche materna, NRG4, junto con la del receptor ErbB4, podría proteger contra enfermedades intestinales.
Un estudio señala que los factores de crecimiento presentes en la leche materna humana podrían proteger contra enfermedades intestinales como la enterocolitis necrotizante. Además, el ensayo también indica que en pruebas realizadas en roedores recién nacidos con esta patología, estos factores de crecimiento promueven la supervivencia de las células epiteliales.
La investigación, publicada en The American Journal of Pathology, señala que algunos de estos factores de crecimiento, como el factor de crecimiento epidérmico (EGF) y el factor de crecimiento similar a EGF de unión a heparina (HB-EGF), podrían actuar como moléculas protectoras. Aunque, tanto EGF como HB-EGF activan al receptor de EGF (EGFR), un miembro de la familia del receptor de tirosina cinasa conocido como ErbB, HB-EGF también es capaz de activar los receptores ErbB4.
Los autores del estudio trabajan en una serie de experimentos in vivo e in vitro utilizando diferentes modelos animales así como con análisis de leche materna humana y tejido intestinal. Los resultados de la investigación sugieren que la señalización de la proteína descubierta en la leche materna, llamada NRG4, ligada a la del receptor ErbB4 podría resultar esencial en la protección del intestino frente al desarrollo enfermedades inflamatorias.
Los autores del estudio explican que la enterocolitis necrotizante humana se caracteriza por una pérdida de células intestinales especializadas, llamadas células de Paneth. Estas células, que están situadas a lo largo del intestino delgado, protegen al órgano de daños microbianos. Las células de Paneth también resultan fundamentales para la continua renovación de la mucosa intestinal. Por ello, los autores del estudio intentaron bloquear la pérdida de estas células en modelos de ratón con enterocolitis necrotizante. Lo resultados demostraron que la proteína NRG4 evitaba la pérdida de las células de Paneth en roedores.
Por último, los investigadores analizaron fracciones de suero de la leche humana provenientes de seis donantes anónimos y controles de comparación, para comprobar si NRG4 se presentaba normalmente en la leche materna. Los resultados del análisis indicaron que en las seis muestras de leche se encontraba la proteína NRG4, al contrario que en los controles, donde no se detectó.
Fuente: Diario Médico.
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