Cargada de emociones fue la sencilla ceremonia de despedida de duelo. Los alumnos, consternados, despedimos al Maestro. No importa si gastroenterólogos o no, en fin, todos estudiamos por «el Llanio.» Todos sentimos la partida del Profe.
Alumnos de la carrera de ciencias médicas, residentes, especialistas y profesores de Gastroenterología, sus fieles colaboradores, directivos del Minsap, miembros del Grupo Nacional de Gastroenterología y de la Junta de Gobierno de la Sociedad Cubana de la especialidad, hicieron Guardia de Honor junto a sus restos mortales. A su lado estuvo el Dr. Roberto Morales Ojeda, Ministro de Salud Pública, el Dr. Jorge González Pérez, Rector de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, el Dr. Manuel Paniagua Estévez, Presidente de la Sociedad Cubana de Gastroenterología y el Dr. Enrique Arús Soler, Director del Instituto de Gastroenterología, quienes tuvieron a su cargo la última Guardia de Honor.
El Dr. Felipe Piñol Jiménez leyó el mensaje del presidente de la Organización Mundial de Gastroenterología y el Dr. Enrique Arús la síntesis de la fructífera vida del Profesor Llanio.
Muchas son las enseñanzas de su legado. Lo recordaremos siempre cuando nos dijo: «… un médico debe tener calidad humana. Si el médico no tiene esa cualidad, creo que debe dejar la Medicina, porque con la sensibilidad y la ternura se ayuda muchas veces más a un enfermo que con todos los conocimientos»
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