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Crónica: Una médico cubana internacionalista, llega a la Ciudad de Mérida. Venezuela.
Es 29 de Junio del año 2011, en medio de aplausos y un júbilo contagioso, la brigada médica número 24, de la cual formo parte, llega al aeropuerto Internacional Simón Bolívar, Estado Vargas, en Venezuela.
A través de la ventanilla del avión, veo los impresionantes cerros de Catia la Mar; a mi mente viene el recuerdo del año 2002, cuando el pueblo humilde, excluido e ignorado siempre, como un mar enfurecido, bajó hasta el Palacio de Miraflores a reclamar el retorno del presidente Hugo Chávez, luego del intento de golpe de estado.
Unos minutos más tarde, piso tierra Venezolana, la patria soñada, amiga, solidaria y revolucionaria. Creo sentir ahora lo que Martí en su momento, cuando escribió: «… y cuentan que un viajero llegó a Caracas y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó donde se comía, ni donde se dormía, sino donde estaba la estatua de Bolívar…». Trámites aduanales y una reunión informativa, nos mantienen por unas horas en el aeropuerto.
Es mi primera noche en Venezuela, en un pequeño ómnibus llamado aquí Buseta, atravieso la Ciudad de Vargas, hasta llegar al Hotel «Las15 letras», donde junto a otro grupo de mujeres colaboradoras de la salud, pernoctaremos; el cansancio y el sueño no me impiden disfrutar de la cuidad y su gente que a pesar de la hora, aún deambulan por las calles.
Como Especialista en Gastroenterología soy designada trabajar en el Centro Médico de Alta Tecnología «Las Heroínas de Mérida» en el Estado Mérida. Con la emoción y el entusiasmo, que representa un viaje hacia lo desconocido, temprano en la mañana, a bordo de una buseta, se inicia una travesía de 16 horas. Disfrutamos un paisaje pintoresco, con una naturaleza maravillosa, que asombra por sus contrastes. Por grandes autopistas, atravesamos extensas llanuras, ciudades, pueblos campesinos, largos puentes sobre caudalosos ríos y algunas montañas.
Largas horas de viaje y sentimos deseo de probar una comida caliente, extrañamos entonces la comida de casa. Hacemos un alto en el camino, llegamos a un restaurante, mi dinero es escaso, pido según mis posibilidades pero me asombro, cuando el chofer venezolano, de forma muy amable pagó parte de mi primer almuerzo en Venezuela, hoy tengo la certeza ese fue el inicio de mi identificación y apego con este pueblo.
Iniciamos la travesía por los Páramos Andinos, una carretera estrecha y peligrosa, con curvas muy cerradas y grandes abismos, que pone a prueba nuestros nervios. Para algunos de mis compañeros resulta dramático, sufren el llamado «mal de páramo» una sensación de desfallecimiento, mareos y vómitos que obliga a parar la buseta en muchos sitios para que tomen aire o vomiten. Yo con la suerte de no tener malestares, pero con un frío intenso, que hace me ponga cuanta ropa llevo en mi escaso equipaje, disfruto de un paisaje paradisíaco, pueblos antiguos con los más disímiles contrastes constructivos, extensos sembrados, y en la noche, las luces en las montañas parecen suspendidas en el aire; al amanecer en las montañas más altas la nieve cubre las cimas.
Agotados y hambrientos pero colmados de expectativas y sueño llegamos a la Ciudad de Mérida, conocida como Ciudad de los Caballeros. Me instalan en una confortable casa cercana a mi trabajo. Cuatro días llevo en Mérida y un golpe demoledor sacude mi corazón, muere mi papá en Cuba, víctima de cáncer; dolor infinito, nostalgia, angustia, tristeza. Trato de sobreponerme a esta pérdida pero, días después, otra noticia desvastadota amenaza mi estabilidad emocional, le diagnostican cáncer de pulmón a mi madre; su valentía, fe en Dios y la medicina cubana, me dan fortaleza para continuar la misión encomendada.
Con excelencia hago mi trabajo a diario. Cuando recibo de mis pacientes, una sonrisa, una mano agradecida y me comentan el reconocimiento eterno a Chávez y Fidel por sus sueños de llevar atención médica gratuita a todos por igual, yo siento un gran compromiso profesional y un orgullo inmenso de ser médico cubana internacionalista.
Odalis García Paneque. Estado Mérida. Venezuela 15/7/11
Odalis.garcia 69 @yahoo.es
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