Quizás muy pocos en Cuba conozcan la figura del Profesor Arnaldo López-Hidalgo González, uno de los primeros médicos que practicó la endoscopía digestiva alta en Cuba.
Este prestigioso profesional cubano recibió entrenamiento en la técnica endoscópica en los Estados Unidos, del propio Rudolf Schindler, en el Cook County School of Medicine. Como se sabe, el Dr. Schindler es el inventor del endoscopio semirígido. Por aquel entonces la esofagogastroduodenoscopía, con este tipo de instrumento, resultaba ser muy peligrosa y entrañaba un riego muy serio de perforación del esófago.
Después de su regreso a Cuba y tras el triunfo de la Revolución, el Profesor López-Hidalgo aceptó con gusto la propuesta del Profesor Raymundo Llanio de formar en Cuba los primeros endoscopistas orales. Junto al Profesor Llanio aprendió la técnica de la laparoscopía y juntos trabajaron en el embrión de lo que sería más tarde el Instituto de Gastroenterología.
Cuando en 1969 se crea por el Minsap el sistema de residencias médicas, el profesor López Hidalgo fue, junto a Llanio, reconocido comlo los primeros especialistas de Segundo Grado en Gastroenterología.
López-Hidalgo fue maestro de las primeras generaciones de endoscopistas cubanos formados por la Revolución: Myrna Quintero, Orlando Nodarse, Julián Álvarez Blanco, Olema Ferret y Eduardo Manso. El profesor Llanio aprendió con López el manejo de los endoscopios semirrígidos.
En esa época el Dr. López-Hidalgo trabajaba en el departamento de Gastroenterología del hospital Naval “Luis Díaz Soto”, del cual era fundador. Sin embargo, dedicaba un día de la semana a asistir al Instituto de Gastroenterología, a donde acudía vestido con el uniforme de verano de la Marina de Guerra Revolucionaria, y su maletín cargando los instrumentos. Así contribuía a preparar a las nuevas generaciones de gastroenterólogos y a diagnosticar la causa de dolor en un enfermo. El profesor López era un experto en el manejo del esofagoscopio de Eder-Hufford y del gastroscopio de Schindler.
A mediados de 1970, Arnaldo López Hidalgo se trasladó para el hospital “Carlos J. Finlay”, con la misma misión de fundar allí en servicio de Gastroenterología. Allí laboró hasta el momento de su jubilación.
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