La prevalencia de la alergia alimentaria en la infancia parece estar aumentando, tanto en los países desarrollados como en los paìses en vias de desarrollo. El objetivo de este documento es revisar y resumir los hallazgos claves en la prevención y el manejo de la alergia alimentaria, centrándose en el papel de los componentes de la dieta y los hábitos nutricionales, en el desarrollo y el funcionamiento óptimo del sistema inmunitario. Es probable que los ácidos grasos esenciales, el zinc y la vitamina D mejoren la barrera antiinflamatoria y antioxidante y promuevan la tolerancia inmunológica. Leer más…
La sensibilización a alimentos y el desarrollo de alergias alimentarias viene aumentando en todo el mundo, siendo la leche de vaca y el huevo de gallina los principales alimentos implicados. En la mayoría de los países latinoamericanos no existen guías de manejo y cuando se elaboren deberán adaptarse a las condiciones de la población de cada región. Leer más…
Asma, obesidad y dieta
P. Barranco, J. Delgado, L. T. Gallego, I. Bobolea, M.a Pedrosa, A. García de Lorenzo y S. Quirce.
Nutr. Hosp. vol.27 no.1 Madrid ene.-feb. 2012.
El asma y la obesidad son dos trastornos de gran impacto en la salud pública que han aumentado su prevalencia en los últimos años. Numerosos estudios han relacionado ambas entidades.
La mayoría de los estudios prospectivos demuestran que la obesidad es un factor de riesgo para el diagnóstico «de novo» de asma. Además, los resultados de diversos estudios sugieren que así como la ganancia de peso aumenta el riesgo de asma, la pérdida mejora su evolución. En general, los estudios prospectivos encuentran una asociación positiva entre el índice de masa corporal (IMC) basal y el posterior desarrollo de asma, lo que sugiere que es el exceso de peso el que podría favorecer el desarrollo de asma, aunque estos resultados no son tan concluyentes cuando se estudia la asociación entre hiperreactividad bronquial con el IMC.
Existen distintos factores que podrían explicar esta asociación. La obesidad es capaz de reducir la compliance pulmonar, los volúmenes pulmonares y el diámetro de de las vías respiratorias periféricas, así como alterar los volúmenes sangüineos pulmonares y la relación ventilación-perfusion. Además, el aumento del funcionamiento normal del tejido adiposo en sujetos obesos conduce a un estado proinflamatorio sistémico, que produce un aumento de las concentraciones séricas de numerosas citoquinas, fracciones solubles de sus receptores y quimiocinas. Muchos de estos mediadores son sintetizados y secretados por células del tejido adiposo y reciben el nombre genérico de adipocinas, entre las que se incluyen IL-6, IL-10, eotaxina, TNF-α, TGF- 1, PCR, leptina y adiponectina. Por ultimo, se han identificado regiones especificas del genoma humano que están relacionadas tanto con el asma como con la obesidad.
La mayoría de los estudios apuntan a que la obesidad es capaz de aumentar la prevalencia y la incidencia de asma, aunque este efecto parece ser moderado. El tratamiento de los asmáticos obesos debe incluir un programa de control de peso.
Palabras clave: Asma. Índice de masa corporal. Obesidad. Sobrepeso.