El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas que causa broncoconstricción.  Se caracteriza por tos, dificultad para respirar y con frecuencia ruidos respiratorios audibles. El tratamiento se realiza con medicamentos corticoides  y broncodilatadores inhalados.

El asma es uno de los temas tratados en las jornadas de Patología Respiratoria en Atención Primaria,  que organiza el servicio de Neumología del área sanitaria ourensana, y en la que están participando 260 profesionales para actualizar conocimientos y mejorar en el control de las enfermedades respiratorias. El jefe de Neumología del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) aclara que esta enfermedad produce una alta tasa de absentismo escolar y laboral, además de consumir un 2 % de los recursos de la sanidad.

Son variados los temas que se tratarán por los especialistas participantes, entre los que se encuentran los tratamientos que se utilizan en la agudización de los procesos asmáticos, así como los criterios de ingreso de pacientes que se siguen, el asma grave no controlada y las funciones de los servicios de farmacia en el proceso asistencial de esa entidad hospitalaria. La jornada se cerrará con una conferencia sobre el futuro de los tratamientos para la enfermedad.

El asma es una de las enfermedades más comunes, y su prevalencia va en aumento. Los  avances científicos y tecnológicos han permitido mejoras en su detección y diagnóstico, y según José Abal, jefe de Neumología del CHUO «Su prevalencia es del 5% en adultos y del 10% en niños». Plantea además que «afecta más a los niños porque en muchos casos está asociada a procesos alérgicos; puede desaparecer  en la adolescencia aunque en algunas ocasiones reaparece en la etapa adulta». El neumólogo explica que el avance de esta entidad -que se está detectando a nivel global- está impulsado por factores ambientales.  Algunos, como la contaminación o el desarrollo industrial, son difíciles de controlar «pero otros, como la obesidad y el tabaquismo,  son factores evitables», señala Abal Arca y aclara que el tabaco «también está detrás de la aparición de asmas infantiles,  porque los niños se están convirtiendo en fumadores pasivos debido esa exposición al humo».

El tabaco no solo es un factor de riesgo para desarrollar asma, también está en el origen de muchos casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una de las enfermedades respiratorias más prevalentes entre la población ourensana y que será analizada en las jornadas de formación, organizadas por el servicio de Neumología del área sanitaria ourensana en una mesa en la que participarán especialistas de Ourense, Vigo y Sevilla. Pero además del tabaco, existen otros muchos agentes que pueden estar generando una enfermedad pulmonar. En Valdeorras, por ejemplo, el porcentaje de enfermos de silicosis es  mucho mayor que en el resto de la provincia por la exposición al polvo de sílice entre los trabajadores de la industria pizarrera.

Estar expuesto con asiduidad al humo de leña o de carbón es tambien un factor de riesgo, al igual que el contacto con vapores o gases  derivados de productos químicos, por ejemplo, los que se dedican a tareas de limpieza. En las jornadas que se están desarrollando en Ourense tambien se profundiza en otras enfermedades, algunas agrupadas bajo el término de enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID).

Fuente: La voz de Galicia

Asma, obesidad y dieta
P. Barranco, J. Delgado, L. T. Gallego, I. Bobolea, M.a Pedrosa, A. García de Lorenzo y S. Quirce.
Nutr. Hosp. vol.27 no.1 Madrid ene.-feb. 2012.

El asma y la obesidad son dos trastornos de gran impacto en la salud pública que han aumentado su prevalencia en los últimos años.  Numerosos estudios han relacionado ambas entidades.
La mayoría de los estudios prospectivos demuestran que la obesidad es un factor de riesgo para el diagnóstico «de novo» de asma. Además, los resultados de diversos estudios sugieren que así como la ganancia de peso aumenta el riesgo de asma, la pérdida mejora su evolución. En general, los estudios prospectivos encuentran una asociación positiva entre el índice de masa corporal (IMC) basal y el posterior desarrollo de asma, lo que sugiere que es el exceso de peso el que podría favorecer el desarrollo de asma, aunque estos resultados no son tan concluyentes cuando se estudia la asociación entre hiperreactividad bronquial con el IMC.
Existen distintos factores que podrían explicar esta asociación. La obesidad es capaz de reducir la compliance pulmonar, los volúmenes pulmonares y el diámetro de de las vías respiratorias periféricas, así como alterar los volúmenes sangüineos pulmonares y la relación ventilación-perfusion. Además, el aumento del funcionamiento normal del tejido adiposo en sujetos obesos conduce a un estado proinflamatorio sistémico, que produce un aumento de las concentraciones séricas de numerosas citoquinas, fracciones solubles de sus receptores y quimiocinas. Muchos de estos mediadores son sintetizados y secretados por células del tejido adiposo y reciben el nombre genérico de adipocinas, entre las que se incluyen IL-6, IL-10, eotaxina, TNF-α, TGF- 1, PCR, leptina y adiponectina. Por ultimo, se han identificado regiones especificas del genoma humano que están relacionadas tanto con el asma como con la obesidad.
La mayoría de los estudios apuntan a que la obesidad es capaz de aumentar la prevalencia y la incidencia de asma, aunque este efecto parece ser moderado. El tratamiento de los asmáticos obesos debe incluir un programa de control de peso.

Palabras clave: Asma. Índice de masa corporal. Obesidad. Sobrepeso.