En 1911, Hennebert publicó que, en pacientes con sífilis congénita, al aplicar presión sobre el conducto auditivo externo (CAE) y, de esta manera, movilizar mínimamente la membrana timpánica, se producían síntomas y signos vestibulares. Es así como a este hallazgo clínico se le denomina signo de Hennebert.