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cirugia-minimo-acceso El Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNCMA) prevé concluir en el presente trimestre varios objetos de obra, como parte del proceso de reparaciones iniciado en esa institución en el 2010, anunció el Doctor en Ciencias Julián Ruiz, su director.
En conversación con la AIN, Ruiz explicó que entre estos se encuentran un nuevo salón de cirugía, la ampliación del laboratorio de microbiología, la puesta en funcionamiento del departamento de Anatomía Patológica y algunos almacenes.
Asimismo, iniciarán la reconstrucción del centro de entrenamiento que tendrá como principal tarea la formación de jóvenes en el desarrollo de la cirugía de mínimo acceso, el cual contribuirá a hacer más asequible la enseñanza de ese proceder y el desarrollo de áreas de investigación que se mantienen en el CNCMA en cada una de las especialidades, remarcó.
En esa institución, de referencia nacional, se adiestran todos los especialistas del país y de otras naciones, y ya tiene extendidos sus servicios a 119 instituciones de la nación.
Allí se atienden los pacientes remitidos de otras entidades nacionales, valorados por especialistas, quienes definen que el tratamiento de esos enfermos debe ser realizado en el referido centro, aseveró.
Destacó el eminente científico que el año precedente por primera vez operaron a cuatro mil 800 pacientes, no obstante el proceso constructivo que abarcaba desde el sótano, la primera y segunda planta y el sexto piso del edificio central.
Julián Ruiz, director fundador del habanero centro, creado hace 20 años, aclaró que más del 60 por ciento del total de las intervenciones quirúrgicas en ese período fueron cirugías complejas.
Entre los principales resultados mencionó la incorporación de nueve especialidades que con un enfoque multidisciplinario se han estado desarrollando técnicas complejas, entre ellas en otorrinolaringología, la neurocirugía, la cirugía ginecológica oncológica, la ginecológica, la urología, en ortopedia con la artrocirugía, la cirugía general que ya tenía la endoscopía digestiva terapéutica y la radiología intervencionista.
El CNCMA tiene el propósito de disminuir las intervenciones quirúrgicas de vesícula, las más frecuentes y también las de quistes ginecológicos e introducir técnicas mucho más complejas sobre todo en la hepática, pancreática y pulmonar, aseveró.

Un pequeño estudio da esperanzas de que algún día haya una prueba diagnóstica, afirman los investigadores.

En algunos niños pequeños que contraen la diabetes tipo 1, un año antes de que aparezca la enfermedad se produce un cambio en las bacterias estomacales normales, según un estudio pequeño.
Los hallazgos, publicados el 5 de febrero en la revista Cell, Host & Microbe, se basan en solamente 33 niños con un riesgo genético más alto de diabetes tipo 1. Y los expertos enfatizan que es demasiado pronto como para decir lo que esto podría significar.
Pero existe la esperanza de que los resultados lleven a una prueba diagnóstica temprana para la diabetes tipo 1, dijo el investigador Aleksandar Kostic, miembro postdoctoral del Instituto Broad del MIT y la Universidad de Harvard.
También existe la posibilidad de elaborar nuevas terapias para la diabetes tipo 1 que se dirigirían al «ecosistema» del estómago, dijo.
Pero para eso faltaría mucho, enfatizó Kostic. «Estos hallazgos abren un nuevo camino promisorio para que se investigue más», señaló. «Pero eso es todo lo que podemos decir por ahora».
La diabetes tipo 1 es distinta de la tipo 2, que es mucho más común y se vincula a menudo con el envejecimiento y la obesidad. En la tipo 1, el sistema inmunitario elimina por error a las células del páncreas que crean la hormona reguladora del azúcar en la sangre, la insulina. Para sobrevivir, las personas que tienen diabetes tipo 1 deben inyectarse con frecuencia insulina o utilizar una bomba de insulina por el resto de sus vidas.
Hasta 3 millones de estadounidenses tienen la diabetes tipo 1, según la JDRF (antes conocida como Juvenile Diabetes Research Foundation), una organización con sede en Nueva York que financia investigaciones sobre esta enfermedad. A menudo la enfermedad aparece en la niñez, pero también existen casos de inicio en la edad adulta.
Los científicos no saben con exactitud qué causa la reacción inmunitaria anómala. Pero las personas que portan ciertas variantes genéticas relacionadas con el funcionamiento del sistema inmunitario tienen un riesgo mayor que el normal de contraer diabetes tipo 1.
El nuevo estudio dio seguimiento a 33 bebés de Finlandia y Estonia que portaban algunas de esas variantes genéticas. Kostic y sus colaboradores analizaron las muestras de heces de los niños para trazar los cambios en los billones de bacterias, virus y otros microorganismos que moran en el estómago, lo que los científicos llaman el «microbioma».
A los 3 años de edad, cuatro niños ya habían contraído diabetes tipo 1. Y esos niños mostraron un cambio claro en los «bichos» estomacales aproximadamente un año antes del inicio de la enfermedad.
«Observamos grandes alteraciones», dijo Kostic. «Eso incluyó una reducción en la diversidad general de la ‘comunidad'».
Comparó la situación con un bosque lluvioso donde ya no llueve. El declive de su diversidad natural abre la puerta a que algunos «agentes malos» se arraiguen.
En este caso, los niños que llegaron a contraer la diabetes mostraron una reducción de los «bichos buenos» que producen ácidos grasos beneficiosos, y un aumento de los organismos vinculados con la inflamación, explicó Kostic.
Pero no está claro, dijo, si ese cambio en el estómago ayuda a provocar la reacción inmunitaria anómala de la diabetes tipo 1 o es un resultado de ella. Esa pregunta es para la investigación futura, dijo Kostic.
Otra experta se mostró de acuerdo. Un gran paso nuevo será comprender las «vías» fisiológicas a las que afectan los microorganismos estomacales, dijo Jessica Dunne, directora de investigación sobre descubrimientos para la JDRF, que financió el estudio.
«Todavía estamos lejos de una terapia», dijo Dunne. Pero añadió que los investigadores ya están interesados en si una terapia «probiótica» podría ayudar a prevenir o retrasar la diabetes tipo 1 en los niños que ya estén en riesgo. Los probióticos son bacterias vivas como las que se encuentran de manera natural en el cuerpo humano.
Otra pregunta, dijo Kostic, es si estos hallazgos en los niños pequeños serían válidos para niños mayores o adultos que contraen la diabetes tipo 1. Señaló que es bastante poco habitual que la enfermedad se haya diagnosticado ya a los 3 años de edad, y es posible que haya algo «único» en los niños que la contraen temprano.
Dunne se mostró de acuerdo en que el proceso de la enfermedad podría ser diferente en otros grupos de edad.
Si un cambio en las bacterias estomacales es una señal de que se va a contraer la diabetes, eso podría ofrecer un modo de detectar el proceso de la enfermedad pronto, dijeron Kostic y Dunne.
Pero solamente una pequeña minoría de niños que portan genes de susceptibilidad realmente contraen diabetes tipo 1, indicó Kostic. «Por tanto, la genética no dice gran cosa», dijo.
Dunne señaló que a los investigadores les gustaría desarrollar algún tipo de predicción de qué niños parecen estar «de camino» a la diabetes tipo 1. Eso será necesario si llegan a haber terapias para prevenir o retrasar la diabetes.

Fuente: Noticias de Salud, MedlinePlus: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_150837.html

Un ensayo inicial redujo de forma constante los tumores en ratones, pero algunos expertos cuestionan el uso potencial en los humanos.

Unos investigadores afirman haber desarrollado un dispositivo que puede administrar fármacos a los tumores de páncreas en ratones, y esperan que algún día se convierta en una herramienta valiosa para el tratamiento de uno de los cánceres más letales en las personas.
Se desconocen los detalles sobre el costo del dispositivo y su efecto en las personas, y los científicos no estudiaron si los ratones en realidad vivieron más tiempo tras el tratamiento. Pero el dispositivo tiene el potencial de plantear una diferencia en pacientes humanos, comentó el coautor del estudio, Joseph DeSimone, profesor de química de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill.

«Usamos un fármaco que por lo general no funciona tan bien, y pudimos reducir los tumores debido a la forma en que lo administramos a los tumores», afirmó DeSimone.
Pero varios investigadores que no participaron en el estudio se mostraron escépticos de su potencial para combatir el cáncer en los humanos.
La Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society, ACS) estima que casi 50,000 personas de EE. UU. contraerán cáncer de páncreas y más de 40,000 estadounidenses morirán de la enfermedad este año.
«El cáncer de páncreas es muy difícil de tratar debido a varios motivos», señaló la coautora del estudio, la Dra. Jen Jen Yeh, profesora asociada de cirugía de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill. «La mayoría de pacientes no tienen síntomas de advertencia hasta que el tumor está avanzado», dijo.
Además, penetrar los tumores con fármacos es difícil porque carecen de vasos sanguíneos, y los tumores se propagan con rapidez, según Yeh.
En el nuevo estudio, los investigadores evaluaron una versión del dispositivo (que apenas tiene 6 milímetros de diámetro) en ratones con tumores de páncreas humanos.
El dispositivo se implanta con cirugía «y recibe fármacos y electricidad a través de un puerto al que se accede desde fuera del cuerpo, similar a una bomba de infusión o insulina», dijo un estudiante de medicina, James Byrne, que trabaja en el laboratorio de DeSimone. «Podemos diseñarlo para que su fuente de energía sea una pila o para conectarlo a un enchufe eléctrico».

Otros ratones recibieron quimioterapia intravenosa, como los humanos. Los investigadores encontraron que los tumores se redujeron en todos los ratones con el dispositivo, pero en ninguno con el tratamiento intravenoso.
Los investigadores no analizaron cuánto tiempo vivieron los ratones.
Aunque el dispositivo funcione en las personas, hay limitaciones. No puede tratar el cáncer que se ha propagado, pero podría en potencia usarse para proveer alivio a través de medicamentos a los pacientes, dijo DeSimone.
Y podría usarse para reducir tumores a fin de poder extirparlos con cirugía, sugirieron los investigadores. También creen que se podría usar para tratar otros tipos de tumores, como los del cáncer de mama y el de cabeza y cuello.
El Dr. Aaron Sasson, jefe de cirugía gastrointestinal del Centro Médico de la Universidad de Nebraska, se mostró cauto sobre la investigación. «Si la tecnología funcionara, solo beneficiaría a un pequeño porcentaje de pacientes», dijo. Sasson explicó que los pacientes de cáncer de páncreas son particularmente propensos a morir de cáncer que se propaga, no del tumor original en sí.
Además, añadió, «la lista de tratamientos que son efectivos en ratones pero no en pacientes es muy larga. Les falta un largo camino por recorrer».
La Dra. Allyson Ocean, profesora asociada de medicina clínica del Colegio Médico Weill Cornell y del Hospital Presbiteriano de Nueva York, se mostró de acuerdo en que la propagación rutinaria del cáncer de páncreas, con frecuencia antes del diagnóstico, es una importante limitante para la utilidad potencial del dispositivo.
«Por tanto, no creo que esta forma de administración de fármacos tenga muchas probabilidades de conducir a resultados significativamente mejores en la supervivencia cuando el dispositivo se pruebe en humanos», planteó.
Pero Ocean sugirió que podría ser útil de otras formas, como al reducir el dolor al reducir el tamaño de los tumores.
Los autores del estudio, que aún no han averiguado el costo del dispositivo, esperan poder evaluarlo en las personas en los próximos dos años.
El estudio aparece en la edición del 4 de febrero de la revista Science Translational Medicine.

Fuente: Noticias de Salud, MedlinePlus: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_150817

Guatemala realizará los primeros trasplantes de hígado a partir de agosto próximo gracias a la asesoría de Taiwán, informó hoy el ministro de Salud Pública y Asistencia Social, Luis Enrique Monterroso.
«En seis meses ya vamos a tener como una realidad en Guatemala el trasplante de hígado vivo; los médicos que fueron capacitados volverán a ir a Taiwán para poder fortalecer sus habilidades», afirmó Monterroso, citado por la Agencia Guatemalteca de Noticias.
Según dijo, los quirófanos están instalados en el capitalino Hospital Nacional San Juan de Dios y el equipamiento de instrumentos de precisión correrá a cargo de la cartera que dirige, a un costo aproximado de 200 mil dólares (1,5 millones de quetzales).
Al presentar un informe sobre el tema en el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá, el titular de Salud entregó la Orden Ministerial de la Excelencia a los médicos Chao-Long Chen y Yu Fan Chen.
Ambos especialistas encabezaron la capacitación de 13 galenos guatemaltecos en Taiwán.
Fuente: Prensa Latina, noticias de Ciencia y Técnica: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=3529831&Itemid=1

Beber a diario eleva el riesgo de cirrosis hepática relacionada con el alcohol, encontró un estudio reciente.

En general se cree que el consumo total de alcohol es el mayor factor que contribuye a la cirrosis. Pero estos nuevos hallazgos sugieren que la frecuencia con que consume ese coctel o cerveza, además del consumo reciente, tiene un rol significativo, dijeron los investigadores.

La cirrosis, una cicatrización del hígado, es la fase final de la enfermedad alcohólica del hígado, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.

En los hombres, beber a diario aumentó el riesgo de cirrosis más que un consumo menos frecuente. Y el consumo reciente, no el consumo de alcohol de por vida, fue el factor predictivo más potente de cirrosis relacionada con el alcohol, informaron los investigadores en la edición en línea del 26 de enero de la revista Journal of Hepatology.

«Por primera vez, nuestro estudio apunta a una diferencia en el riesgo entre beber a diario y beber cinco o seis días a la semana en la población general de hombres, ya que los estudios anteriores se llevaron a cabo con personas que usaban mal el alcohol y con pacientes remitidos por enfermedad hepática, y comparaban el consumo diario con el ‘patrón de atracones’ o la bebida ‘episódica'», anotó la investigadora líder, la Dra. Gro Askgaard, del Instituto Nacional de Salud Pública de la Universidad del Sur de Dinamarca.

«Dado que no se conocen los detalles de la lesión hepática inducida por el alcohol, solo podemos especular sobre el motivo de que la exposición diaria al alcohol empeore el daño hepático o inhiba la regeneración del hígado», añadió Askgaard en un comunicado de prensa de la revista.

Para el estudio, los investigadores observaron datos sobre casi 56,000 personas de 50 a 64 años de edad en Dinamarca. Los participantes rellenaron cuestionarios sobre la comida y contestaron a preguntas sobre sus hábitos de estilo de vida, que incluían la cantidad de cerveza, vino o licor destilado que bebían cada semana. También se les pidió que recordaran qué tanto bebían en promedio cuando tenían entre 20 y 59 años de edad.

Del total, 257 hombres y 85 mujeres contrajeron cirrosis, hallaron los investigadores.

Hasta un nivel moderado de consumo semanal, el vino pareció asociarse con un riesgo más bajo que la cerveza y el licor, dijeron los investigadores.

Se hallaron las mismas tendencias generales en las mujeres, pero no se pudo llegar a conclusiones firmes debido a la falta de significación estadística, apuntaron los autores del estudio.

Los expertos se alegraron del informe.

«Se trata de una contribución oportuna sobre uno de los factores de riesgo más importantes, o incluso el más importante, para la cirrosis hepática global, dado que nuestro conocimiento general sobre los patrones de bebida y la cirrosis del hígado son escasos y en parte contradictorios», comentó Jurgen Rehm, director de investigación social y epidemiológica del Centro de Adicciones y Salud Mental de Toronto.

Rehm, que no participó en el estudio, dijo que el informe «no solo amplía nuestro conocimiento, sino que también plantea preguntas para las investigaciones futuras». Pero «falta mucho para resolver la duda sobre los patrones de atracones de bebida y la mortalidad», añadió, y dijo que quizá haya diferencias genéticas u otros factores aún no descubiertos que podrían tener un rol.

Fuente: Noticias de Salud, MedlinePlus: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_150667.html

El uso excesivo de antibióticos para tratar la diarrea del viajero podría contribuir a la propagación de súper gérmenes resistentes a los medicamentos, sugiere un estudio reciente.

Los antibióticos se deben usar para tratar la diarrea del viajero solo en los casos graves, señalaron los autores del estudio.

El estudio aparece en la edición en línea del 22 de enero de la revista Clinical Infectious Diseases.

«La gran mayoría de casos de diarrea del viajero son leves y se resuelven solos», dijo en un comunicado de prensa de la revista la autora líder del estudio, la Dra. Anu Kantele, profesora asociada de enfermedades infecciosas del Hospital de la Universidad de Helsinki, en Finlandia.

Los investigadores evaluaron a 430 personas de Finlandia antes y después de haber viajado fuera del país. Más o menos una de cada cinco de las que viajaron a regiones tropicales y subtropicales volvió sin saberlo con bacterias intestinales resistentes a los antibióticos.

Los factores de riesgo de contraer bacterias intestinales resistentes a los antibióticos incluían sufrir de diarrea del viajero y tomar antibióticos para tratarla mientras estaban en el extranjero. Más de una tercera parte de los viajeros que tomaron antibióticos para la diarrea volvieron a casa con las bacterias resistentes a los antibióticos, según el estudio.

El 80 por ciento de los viajeros al sur de Asia que tomaron antibióticos para tratar la diarrea contrajeron las bacterias intestinales resistentes a los antibióticos. Otras regiones que plantearon un riesgo alto fueron el sureste de Asia, el este de Asia, el norte de África y Oriente Medio, halló el estudio.

Las personas que contraen bacterias resistentes a los antibióticos podrían no desarrollar síntomas notables. Pero pueden de cualquier forma propagar sin saberlo los súper gérmenes en sus propios países.

«Más de 300 millones de personas visitan esas regiones de alto riesgo cada año», dijo Kantele. «Si aproximadamente el 20 por ciento de ellas son colonizadas con los gérmenes, se trata de unas cantidades realmente inmensas. Es algo grave. Lo único positivo es que por lo general la colonización es pasajera, y dura más o menos medio año».

Se debe educar a los viajeros internacionales sobre cómo tratar la diarrea del viajero de forma segura. Deben tener más cuidado respecto a tomar antibióticos para tratar la diarrea, aconsejaron los autores del estudio.

En general, los viajeros con diarrea deben beber bastantes líquidos y usar antidiarreicos no antibióticos sin receta. Busque atención médica si hay síntomas como una fiebre alta, heces sanguinolentas o deshidratación grave, aconsejó Kantele.

Fuente: Noticias de Salud, MedlinePLus: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_150588.html

Hay menos pacientes de cáncer de colon a los que se diagnostica en las etapas finales de la enfermedad que se están sometiendo a lo que a menudo puede ser una cirugía innecesaria para que le extirpen el tumor primario, reportaron unos investigadores.

Estos pacientes también están viviendo más tiempo a medida que la cirugía se está volviendo menos habitual, aunque su pronóstico general no sea bueno.

Los hallazgos revelan «un aumento del reconocimiento de que el tratamiento de primera línea realmente es la quimioterapia» para los pacientes de cáncer de colon de etapa 4, señaló el coautor del estudio, el Dr. George Chang, jefe de cirugía de colon y rectal en el Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, en Houston. Aunque extirpar el tumor primario podría ser útil por algunas razones, «la cirugía no prolonga la vida», comentó.

Con los pacientes en cuestión, el cáncer se ha propagado desde los intestinos hasta otros órganos, como el hígado o los pulmones, en un proceso llamado metástasis. En muchos casos, el pronóstico es la muerte, señaló un experto que no participó en el estudio.

«Para la mayoría de los pacientes con un cáncer colorrectal metastásico no hay cura», dijo el Dr. Ankit Sarin, profesor asistente de cirugía en la sección de cirugía de colon y rectal de la Universidad de California, en San Francisco.

El 20 por ciento de los pacientes diagnosticados con un cáncer de colon están en la etapa 4, según la información de respaldo del estudio. Los especialistas en cáncer y los pacientes de cáncer se enfrentan a una gran pregunta después de dicho diagnóstico: ¿Qué tratamiento deberían seguir estos pacientes, si es que hay alguno?

«La primera reacción es ‘quiero que me lo saquen'», dijo Chang. Pero extirpar el tumor del colon podría no ser útil una vez que el cáncer se ha propagado, y «sacarlo podría retrasar su capacidad para seguir un tratamiento que les prolongue la vida», añadió Chang.

En el estudio, los investigadores examinaron una base de datos con más de 64,000 pacientes diagnosticados con un cáncer de colon o rectal de etapa 4 entre 1988 y 2010.

El estudio informa que aproximadamente dos tercios de los pacientes se sometieron a una extirpación del tumor primario, pero el procedimiento se volvió menos habitual con el paso del tiempo, reduciéndose desde el 75 por ciento de los casos en 1988 hasta el 57 por ciento de los casos en 2010.

El estudio analizó la «tasa media de supervivencia relativa» de los pacientes. Se trata de un concepto estadístico complejo: La Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) define la supervivencia relativa como la «proporción de personas con un cáncer [que] han sobrevivido 5 años y la compara con el nivel de supervivencia esperada en un grupo de personas sin el cáncer». La media se refiere a «la cantidad del tiempo que pasó para que la mitad de las personas de un cierto grupo… murieran».

Según el estudio, la tasa media de la supervivencia relativa de los pacientes (los que se sometieron a la cirugía y los que no) aumentó desde el 9 por ciento en 1988 hasta el 18 por ciento en 2009.

Chang añadió que el tiempo de la supervivencia media (no el promedio) ha aumentado desde menos de 10 meses a dos años por las mejoras en el tratamiento. Los investigadores sí indicaron que el nivel de supervivencia también podría ser mejor porque se han introducido en el tratamiento unos medicamentos nuevos y mejores desde 1988, como Avastin (bevacizumab), Erbitux (cetuximab) y Xeloda (capecitabina).

En cuanto al panorama general, el estudio sugiere que la cirugía del tumor «quizá se esté realizando en exceso», aunque se esté realizando menos.

¿Que debería pasar con los pacientes con un cáncer de etapa 4? Sarin, que es cirujano de colon y rectal, dijo que «la quimioterapia no cura el cáncer colorrectal metastásico, pero puede mejorar los síntomas y prolongar la vida».

En cuanto a la cirugía, Chang dijo que podría aportar algunos beneficios con respecto a la mejora de los síntomas, pero solamente en algunos casos.

¿Por qué no se ha reducido aún más el uso de la cirugía en estos pacientes? «Las prácticas varían considerablemente en distintos ámbitos», dijo Sarin, «y se requiere un tiempo para que la investigación reciente llegue a los hospitales comunitarios y a los cirujanos no especialistas».

En cuanto a los pacientes que se estén preguntando qué hacer, Sarin dijo que han de asegurarse de que son tratados de tal modo que se usen los tratamientos como la quimioterapia, la cirugía y la radiación según sea necesario «basándose en las cuestiones específicas de su cáncer y sus circunstancias individuales».

El estudio aparece en la edición en línea del 14 de enero de la revista JAMA Surgery.

Fuente: Noticias de Salud, MedlinePLus

Los recién nacidos con una ictericia significativa no son propensos a contraer un tipo de parálisis cerebral raro y que supone un peligro para la vida si se sigue el tratamiento sugerido por las directrices de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), según un nuevo estudio.

La ictericia hace que los ojos y la piel se pongan amarillos debido a los niveles altos de bilirrubina, un pigmento producido por el hígado. En la mayoría de los casos, los recién nacidos presentan ictericia porque su hígado está demasiado inmaduro para descomponer el pigmento de forma suficientemente rápida. Normalmente, esta afección se resuelve sin tratamiento.

Pero a algunos bebés se les debe realizar fototerapia. La exposición a unas luces especiales transforma la bilirrubina en un componente que puede ser excretado por el cuerpo, según los investigadores.

Si la fototerapia no funciona, quizá sea necesario realizar un procedimiento que se conoce como exanguinotransfusión. Durante este procedimiento invasivo, se reemplaza la sangre del bebé por la de un donante de sangre. Se recomienda la exanguinotransfusión en función del nivel de bilirrubina, la edad del bebé y otros factores de riesgo de daño cerebral.

La exanguinotransfusión no carece de riesgos. Las posibles complicaciones a partir del tratamiento incluyen la formación de coágulos sanguíneos, la inestabilidad de la presión arterial, el sangrado y cambios en la composición de la sangre, según los investigadores.

Los niveles altos de bilirrubina también conllevan riesgos. Se han asociado con una forma grave de parálisis cerebral llamada kernicterus. A fin de investigar esta asociación, los investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, y la División de Investigación de Kaiser Permanente del Norte de California examinaron los datos de dos grupos de más de 100,000 bebés.

Los bebés nacieron en uno de 15 hospitales entre 1995 y 2011. Un grupo de casi 1,900 recién nacidos tenían los niveles de bilirrubina por encima del umbral que requiere la Academia Americana de Pediatría para la exanguinotransfusión. Se dio seguimiento a los bebés de ese grupo durante un promedio de siete años.

Un segundo grupo contó con más de 104,00 recién nacidos que nacieron al menos a las 35 semanas de gestación y tenían unos niveles de bilirrubina más bajos. Se dio seguimiento a este grupo de bebés durante seis años.

El estudio, publicado el 5 enero en la revista JAMA Pediatrics, reveló 3 casos de kernicterus entre los bebés con los niveles más altos de bilirrubina. Pero los investigadores indicaron que estos tres niños tenían factores de riesgo adicionales de daño cerebral.

«Hallamos que la parálisis cerebral consistente con el kernicterus no apareció en ningún bebé con un nivel alto de bilirrubina sin la presencia de factores de riesgo adicionales», dijo el segundo autor del estudio, el Dr. Michael W. Kuzniewicz, profesor asistente de neonatología del departamento de pediatría de la UC de San Francisco, en un comunicado de prensa de la universidad.

«Esto fue así incluso en los bebés con un nivel de bilirrubina muy alto», dijo Kuzniewicz, que también es jefe de la unidad de investigación perinatal de la división de investigación de Kaiser Permanente del Norte de California.

«Nuestro estudio ha sido el primero en evaluar qué tan bien las directrices de la exanguinotransfusión predicen el riesgo de parálisis cerebral y kernicterus en los bebés con ictericia», dijo el investigador principal del estudio, el Dr. Thomas B. Newman, de los departamentos de epidemiología y pediatría de la UC de San Francisco.

«Fue tranquilizador ver que la lesión cerebral debido a un nivel alto de bilirrubina fue rara y que solamente los bebés con unos niveles muy superiores a los de las directrices de la exanguinotransfusión contrajeron kernicterus», dijo Newman en el comunicado de prensa.

«Basándonos en nuestro estudio, las actuales directrices que indican a quién realizar las exanguinotransfusiones han prevenido el kernicterus con bastante éxito», dijo en el comunicado la autora principal del estudio, la Dra. Yvonne W. Wu, profesora de neurología clínica y pediatría en la UC de San Francisco.

«Pero nuestro estudio también plantea la cuestión de si el umbral para la exanguinotransfusión podría ser más alto para los bebés con niveles altos de bilirrubina que por lo demás están sanos y que no tienen otros factores de riesgo de lesión cerebral», señaló.

Tomado de: Noticias de Salud, Medline Plus:  http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_150284.html

La vacuna neonatal contra el virus de la hepatitis B reduce el riesgo de padecer cáncer de hígado y otras enfermedades hepáticas en adultos jóvenes, según un estudio publicado por investigadores del Instituto del Cáncer de la Academia China de Ciencias Médicas. La eficacia de la vacuna ha sido de un 84 % en cáncer hepático primario, del 70 % en otras enfermedades hepáticas y del 69 % en falla hepática fulminante en la infancia.

Fuente: Al Día, Infomed: http://www.sld.cu/?iwp_post=2015%2F01%2F07%2FLa%20vacuna%20neonatal%20contra%20la%20hepatitis%20B%20reducir%C3%ADa%20el%20riesgo%20de%20c%C3%A1ncer%20hep%C3%A1tico%2F139051&iwp_ids=1_39051&blog=1_aldia

El trabajo, publicado en PLOS Medicine (DOI: 10.1371/journal.pmed.1001774) y que ha contado con la colaboración de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, ha consistido en un ensayo controlado realizado entre 1983 y 1990 en el condado de Qidong, un área rural de China con una alta incidencia de cáncer de hígado relacionado con la Hepatitis B (VHB) y otras enfermedades hepáticas.

En el estudio, 77 658 neonatos de 41 aldeas rurales fueron divididos en dos grupos entre los que fueron vacunados y los que fueron apenas controlados (aquellos que no recibieron la vacuna), con dos tercios de este último grupo que recibieron la vacuna entre los 10 y los 14 años.

Datos durante más de 30 años Los investigadores, tras reunir datos de nuevos casos de enfermedades hepáticas durante más de 30 años, han estimado que la eficacia protectora de la vacuna ha sido del 84 % en el caso del cáncer hepático primario, del 70 % en otras enfermedades hepáticas y del 69 % en falla hepática fulminante en la infancia.

Basándose en la seroprevalencia del indicador de hepatitis B HBsAg, los científicos han concluido que la eficacia de la vacuna tardía (entre los 10 y 14 años) es mucho menor comparada con la vacuna neonatal: una eficacia de un 21 % frente a un 72 %. Sin embargo, los investigadores reconocen que la precisión del estudio es limitada debido a la disponibilidad de los datos obtenidos, al bajo número de casos observados durante el seguimiento y al largo tiempo de seguimiento (más de 30 años).

Los autores aseguran que «la vacuna neonatal contra el virus de la Hepatitis B disminuye significativamente la seroprevalencia de HBsAg en la infancia y la juventud y, subsecuentemente, reduce el riesgo de cáncer hepático primario y otras enfermedades del hígado en adultos jóvenes». Además han explicado que los resultados sugieren que un potenciador debería ser considerado en la adolescencia en personas nacidas de madres positivas para HBsAg y que completaron las series de vacunación neonatal contra el VHB. enero 2/2015 (Diario Médico)

Chunfeng Qu, Taoyang Chen , Chunsun Fan, Yuting Wang,Jianhua Lu, Ling-ling Lu.Efficacy of Neonatal HBV Vaccination on Liver Cancer and Other Liver Diseases over 30-Year Follow-up of the Qidong Hepatitis B Intervention Study: A Cluster Randomized Controlled Trial.Plos Medicine.Dic 30, 2014.