Veinte años haciendo el milagro

En más del 80 % de los cubanos operados de vesícula durante el 2013 se empleó la cirugía no invasiva totalmente libre de costos, con el empleo de dispositivos que en su mayoría cuestan por encima de los 1 900 euros. Foto: Guerrero Ocaña, Maylin Mucho — y a la vez poco— ha cambiado desde su fundación en 1994 el Centro Na­cional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNCMA); hoy institución de referencia nacional. Y digo poco, que puede ser lo que más inquiete, porque el sentido de pertenencia, orgullo y convicción de que van construyendo el futuro de la ciencia médica cubana; sigue siendo el mismo en los trabajadores de este colectivo médico, que ya acumula 20 años de experiencia profesional.

Con sede actual en la Víbora, municipio Diez de Octubre, el CNCMA tiene entre sus principales propósitos el de rectorar una política científica y planificada de generalización de la cirugía de mínimo acceso a todo el país, como una de las mayores innovaciones de carácter científico que exhibe Cuba en este campo.

Basta recorrer sus instalaciones para percibir como al reconocido número de especialistas de alto nivel científico que allí laboran, se suma la satisfacción de pacientes y familiares por el servicio que se les brinda, en expresiones de agradecimiento por el “trato, el humanismo, la profesionalidad”, y “por hacer milagros”.

“Con una historia de dos décadas —lo cual es una fortaleza en el tratamiento de los pacientes— nuestro centro ofrece cirugía mínimamente invasiva en múltiples especialidades como Gastroenterología, Cirugía General, Ci­rugía Estética, Ginecología, Urología, Ima­genología o Radiología Intervencionista, Otorri­nolaringología y Neurocirugía, con un personal capacitado, avalado y certificado nacional e internacionalmente para enfrentar con alta garantía las enfermedades que se tratan”, explicó a Granma el doctor Rafael Torres Peña, subdirector de asistencia médica de la institución.

El CNCMA tiene entre sus trabajadores —de acuerdo con el entrevistado— una sólida formación académica, con un amplio número de doctores y másteres en ciencias. Además, “a través de los años, nuestros médicos se han preparado en centros internacionales de primer nivel de países como Francia, Bélgica, Ale­mania, Inglaterra, Japón, Italia, España, Esta­dos Unidos, entre otros. Y por supuesto, traer el conocimiento de estas técnicas crea y sienta las bases de una escuela altamente especializada”.

De ahí que la mayoría de los procederes que se realizan hoy por mínimo acceso en el país hayan sido introducidos y generalizados a través de la enseñanza por los profesores de este centro, a otras instituciones médicas de la Isla.

“Hoy existe una red nacional formada por 119 servicios de cirugías de mínimo acceso en varias especialidades diseminadas  por todas las provincias, incluyendo el municipio especial Isla de la Juventud; lo que ha facilitado el acceso a este servicio y permitido realizar en el país un volumen importante de estos procederes. Por el desarrollo sostenido en esta área so­bresalen las provincias de Holguín, Cien­fue­gos, Pinar del Río y Camagüey.

Foto: Guerrero Ocaña, Maylin “La cirugía de mínimo acceso representa en la actualidad el 8 % del total de cirugías mayores que se hacen en el país en todas las especialidades quirúrgicas”, indicó a este rotativo el doctor Torres Peña.

Al respecto, el especialista señaló que las autoridades de salud realizan un esfuerzo considerable para lograr incrementar este porcentaje de cirugía. “La potencialidad para hacerlo existe desde la formación de recursos humanos y el soporte tecnológico. Nuestra misión como centro, además de atender a los pacientes, también es introducir tecnología actualizada en este campo quirúrgico, y entrenar a los profesionales, a fin de generalizar los procedimientos”.

Cirugía de avanzada

No pocas personas tienen la noción de que la cirugía de mínimo acceso es una técnica menor. “Sencillo, eso es rápido, sin complicaciones”, son algunas de las expresiones que se escuchan al indagar al respecto.

Y si bien —tal como advierte el doctor Torres Peña— muchas son las ventajas de esta técnica; que reduce el traumatismo y acelera la recuperación de los pacientes, no puede perderse de vista que son procedimientos especializados y complejos.

“Cambia la vía de acceso, mas siguen siendo invasivos”, reflexiona el especialista.

En el CNCMA — por ejemplo— en la especialidad de cirugía general, además de la conocida operación de la vesícula por la presencia de cálculos, y que constituye la operación electiva más frecuente en cirugía general, hay muchísimos otros procedimientos que se realizan por mínimo acceso. Entre ellos, el doctor Torres Peña destacó los asociados a enfermedades como el reflujo gatroesofágico y la Acalasia del esófago, esta última muy discapacitante, en tanto provoca dificultades para tragar, y los pacientes al bajar de peso pueden desnutrirse.

Asimismo, el especialista mencionó las lesiones malignas y benignas del colon, incluido el cáncer, en el cual la institución tiene ya una experiencia que supera las 500 cirugías de este tipo. Añadió que también se intervienen las afecciones del recto, que suelen ser muy complejas. “El cirujano general realiza un diapasón que incluye prácticamente todas las enfermedades que aborda la cirugía convencional, hasta el cáncer”, destacó el experto.

En el caso de la ginecología y la urología, indicó que son dos ramas donde más del 80 % de los procedimientos quirúrgicos que realizan son por mínimo acceso. Nuestro centro tiene por ejemplo, en el caso de la histerectomía por fibromas uterinos, más de mil intervenciones realizadas.

Dr. Rafael Torres Peña, subdirector de asistencia médica de la institución. Foto: Guerrero Ocaña, Maylin Sobre la urología, el doctor Torres Peña, precisó que son disímiles los procedimientos que pueden llevarse a cabo desde el interior del tracto urinario, a través de la uretra. “Lo único que no se hace en el país con estas técnicas es la extirpación de la próstata por vía anterior, pues su complejidad requiere de mayores condiciones”, señaló.

“El mundo está haciendo hoy cirugía robótica, la cual no existe en el país y es sumamente costosa. Desde el punto de vista científico es interesante, pero desde el punto de vista práctico tiene que demostrar ser más eficiente que la tecnología que lo precede, para poder imponerse”, dijo.

En algunos casos —como la cirugía de la próstata— la robótica sí viene demostrando que es más efectiva que la cirugía de mínimo acceso, pues este órgano está ubicado en el hombre en la pelvis muy profunda, donde el espacio es reducido y se sangra con abundancia, y el robot permite introducirse hacia esos niveles. “Sabemos que será una línea estratégica en los próximos años”.

Sobre otras especialidades que históricamente fueron clínicas y no quirúrgicas, co­mo la gastroenterología y la radiología in­tervencionista, el doctor Torres Peña subrayó el desarrollo que han tenido en relación a las técnicas de mínimo acceso, y hoy hacen “verdaderas cirugías”.

Entre estas destacó los procedimientos que realizan los gastroenterólogos para el tratamiento de enfermedades tan disímiles de la vía biliar y pancreática, como los cálculos que puede haber a ese nivel o incluso el cáncer, mediante la colocación de prótesis. “Estos pacientes de otra manera tendrían que someterse a cirugías muy complejas”, añadió.

Del mismo modo, el experto señaló los procedimientos que en imagenología se realizan a través de los equipos que utilizan, como los ultrasonidos, la tomografía, o el angiógrafo, el cual permite estudiar los vasos circulatorios.

Por otra parte, el doctor Torres Peña explicó que “en las especialidades de neurocirugía y otorrinolaringología —que trabajan muy cer­ca—su máxima expresión en las técnicas mínimamente invasivas es la cirugía de los tumores de la base del cráneo, los cuales se abordan por vía nasal  mediante un neuronavegador que permite llegar con precisión hasta el mismo.

Los avances de esta rama de la ciencia son innegables. “Más del 50 % de los procedimientos que hoy día se pueden realizar en toda la actividad quirúrgica pueden ser por mínimo acceso”, puntualizó el especialista; quien agregó que en el CNCMA más de la mitad de las cirugías que se realizan son de avanzada.

Siendo la única institución de su tipo en el país, el CNCMA asume además la regionalización asistida de los servicios para la atención a los pacientes. Su alta eficiencia en la actividad quirúrgica es incuestionable, pues solo con 29 camas presupuestadas realiza más de 4 500 cirugías anualmente.

Escuela para muchos

El Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso tuvo el privilegio de ser este 2014, un escenario de aprendizaje para estudiantes que aparentemente nada tienen que ver con la medicina.

Tres estudiantes de la facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana decidieron hacer, por primera vez, su ejercicio de tesis para la obtención del título de Licenciatura en Historia en esta institución; en certera demostración de que la interrelación entre los saberes no solo es posible sino necesaria.

De esta forma se dieron a la tarea de investigar el desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva y la historia del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso en estos 20 años de trabajo docente, investigativo y asistencial, bajo la tutoría del Doctor en Ciencias Cons­tantino Torres Fumero.

De la cirugía convencional a la mínimamente invasiva. El Centro de Cirugía En­dos­cópica, un cambio en el enfoque terapéutico quirúrgico de Claudia Ortíz Ginoria; Historia del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (2005-2014) de Jenny Nogueira Lavoy y La enfermería del CNCMA. Apuntes para una biografía laboral de Yusley Castillo Pérez; fueron los tres trabajos defendidos con el máximo de puntuación y que tienen desde ya el privilegio de haber rescatado la memoria de una institución científica de alto valor para el país.

“Vincular la historia con la medicina es todo lo que hubiese querido para mi tesis, pues mi mamá es enfermera y se ha consagrado al sector de la salud. Este ejercicio me dio la posibilidad de unir dos ciencias que parecen estar completamente distantes, la medicina y la historia, y dar importancia a la memoria  como fuente de información”, comenta Claudia Ortiz.

Para Yusley Castillo,“haber abordado la biografía laboral de un colectivo de enfermeras como el de este centro, teniendo en cuenta que es un espacio dentro de la medicina un tanto solapado por la actividad de los médicos a pesar de que es tan fundamental, ha sido una experiencia extraordinaria. La cirugía de mínimo acceso tuvo que enfrentarse a la visión escéptica de la mayoría de las personas por falta de conocimiento, y logró salir adelante, aunque es mucho el camino que le resta por andar”.

Tomado de: Granma: http://www.granma.cu/cuba/2014-07-09/veinte-anos-haciendo-el-milagro