El proyecto Proregas investiga el efecto de las diversas formas de integrar probióticos en los alimentos –aplicación directa o mediante microencapsulación- para determinar «cómo proteger mejor los compuestos de interés durante la digestión».
El centro tecnológico Ainia de Valencia ha desarrollado un colón artificial que permite simular las condiciones naturales que se producen en el intestino grueso como el control de pH, temperatura y monitorización del crecimiento de la flora intestinal (microbiota), con el objetivo de «cuantificar el número de compuestos bioactivos que siguen activos después de su paso por el tracto gastrointestinal».
El proyecto Proregas, iniciado en 2007, está permitiendo obtener también resultados sobre el efecto de las diversas formas de integrar probióticos en los alimentos –aplicación directa o microencapsulación, entre otros- para determinar «cómo se puede proteger mejor los compuestos de interés durante el proceso digestivo».
Según ha explicado Ainia en un comunicado, «los métodos ‘in vitro’, son más rápidos, de menor coste que ‘in vivo’ (con animales) con la ventaja de tomar muestras en diferentes puntos del tracto gastrointestinal». Además, pueden ser utilizados en una fase preliminar para la elección de potenciales compuestos bioactivos.
Con el desarrollo del colon artificial, para el que han contado con el apoyo financiero del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), Ainia completa su modelo de digestión ‘in vitro’ (digestor artificial), «reproduciendo las funciones naturales del estómago, intestino delgado e intestino grueso».
Esto le permite estudiar «por completo» cómo actúa el sistema digestivo humano» en determinados alimentos, de especial interés para el desarrollo de productos alimentarios, tanto con probióticos como con prebióticos y otros compuestos bioactivos (polifenoles, minerales, vitaminas)».
Además, según aseguran, será posible investigar «con exactitud» las distintas interacciones en la dieta.
El proyecto está permitiendo aproximar la ciencia a la industria alimentaria y proporcionar así «herramientas eficaces que contribuyen positivamente en el fortalecimiento de los sistemas de control de calidad de los alimentos, así como garantizar los potenciales efectos beneficiosos para la salud de los alimentos funcionales desarrollados».
Tomado de: Jano Online
Desarrollan un colon artificial para estudiar la funcionalidad de los probióticos
. En: NotiGastro.
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