El estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), han descubierto que los pacientes con esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) podrían progresar a fibrosis o cirrosis severa. Un equipo de investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado ha demostrado que la apnea obstructiva del sueño (OSA, por sus siglas en inglés) y la hipoxia intermitente nocturna están asociados con la enfermedad del hígado graso no alcohólico (Ehgna), en adultos y en niños.
Este estudio realizado a 376 adolescentes con Ehgna entre junio de 2009 y enero de 2014 y publicado en Journal of Hepatology, muestra el avance de esta enfermedad que afecta al 30 por ciento de la población de países occidentales y al 38 por ciento de los niños obesos a través de la enfermedad, incluyendo la esteatosis hepática aislada, la esteatohepatitis no alcohólica (ENHA) y la cirrosis.
A pesar de que la esteatosis hepática aislada se considera una forma menos agresiva de enfermedad del hígado graso no alcohólico, los pacientes con EHNA podrían progresar a fibrosis y cirrosis severa, con el desarrollo de cacinoma hepatocelular en adultos, según afirman desde la Universidad.
«Los informes recientes revelan que los pacientes pediátricos con OSA e hipoxia tienen la enfermedad hepática más avanzada y la fibrosis en el desarrollo de la EHNA», ha señalado Shikha Sundaram, investigador principal del estudio. «Estos datos muestran que la respiración desordenada del sueño es un disparador importante de estrés oxidativo que promueve la progresión de Ehgna pediátrica a Ehna», ha concluido Sudaram.
Fuente: Diario Médico.
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