En España, y según se ha puesto de manifiesto en una sesión celebrada en el Hospital Fundación Jiménez Díaz, se diagnostican cada año más de 2.000 casos de este tumor, en el 84% de los casos en hombres.
El incremento de las tasas de obesidad registrado en las últimas décadas en los países desarrollados está provocando un crecimiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, una patología que constituye uno de los factores de riesgo más relevantes del cáncer de esófago, según han alertado expertos reunidos en la ‘I Jornada Internacional de Cirugía Gastroesofágica’, celebrada en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-Grupo Quirónsalud (HUFJD).
En España, según los últimos datos disponibles, se diagnostican cada año más de 2.000 casos de cáncer de esófago al año, en el 84% de los casos en hombres. «Cuando no está bien tratada, lo que es frecuente, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, que afecta a menudo a personas con obesidad, provoca que parte del ácido del estómago pase al tracto inferior del esófago y constituye un factor de riesgo importante para desarrollar cáncer de esófago junto a otras patologías como el llamado Esófago de Barrett y, por supuesto, el consumo de alcohol y tabaco», ha explicado el jefe asociado de Cirugía General y del Aparato Digestivo del HUFJD, Peter Vorwald.
De hecho, tal como han constatado los especialistas participantes en esta cita, la incidencia del cáncer de esófago ha experimentado un preocupante incremento en las últimas décadas. «Trabajamos con estimaciones que indican que el adenocarcinoma de esófago ha crecido un 700% en los últimos 10-15 años, lo que constituye un dato muy preocupante», ha apostillado el especialista del centro hospitalario, Gabriel Salcedo.
Ahora bien, según los expertos, «afortunadamente» este incremento en el cáncer de esófago está coincidiendo con un momento de avance de las técnicas de la cirugía gastroesofágica, como han puesto de relieve los participantes en esta jornada científica, que ha incluido varias intervenciones transmitidas en directo desde el quirófano.
Rehabilitación ‘fast-track’
«Hemos hecho una extraordinaria puesta en común y hemos constatado que vivimos un momento extraordinario de este tipo de cirugía caracterizado por el intenso desarrollo de las técnicas mínimamente invasivas y la aplicación de protocolos de rehabilitación mutimodal o ‘fast track’, que permiten la recuperación del paciente tras la cirugía en plazos antes impensables ya que, entre otras cosas, entrenamos al paciente antes de la intervención para que nos ayude a acelerar su postoperatorio», ha apuntado el doctor Vorwald.
En cuanto a la cirugía mínimamente invasiva, ya se está aplicando a prácticamente el 70-80% de los pacientes con patología gastroesofágica, tanto benigna como maligna. En este sentido, Vorwald ha informado de que el instrumental cada vez es «más fino» por lo que su paso a través de la pared abdominal es «menos traumático y más cosmético».
«Asimismo los selladores de tejido y los dispositivos de sutura mecánica son cada vez más seguros y los sistemas ópticos están ya tan elaborados que la visión con ellos es incluso mejor que en cirugía abierta», ha informado para destacar que, al mismo tiempo, también se está abriendo paso en este ámbito la cirugía robótica.
En cuanto a los pacientes, es ya frecuente operar a personas de 70 a 80 años. Y es que, tal y como han zanjado los especialistas, no hay edad límite para ser intervenido de una dolencia gastroesofágica, aunque la decisión depende del tipo de procedimiento al que se tenga que someter al paciente así como de sus comorbilidades asociadas.
Fuente: JANO.es · 10 junio 2016
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