Los inmunosupresores se mantienen como primera opción posquirúrgica en Crohn

Un ensayo liderado por el Hospital La Fe sugiere que los fármacos biológicos deben reservarse para situaciones de alto riesgo en la prevención de la recurrencia posquirúrgica de la enfermedad de Crohn.

Un ensayo clínico de 22 hospitales españoles desarrollado en el seno del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Gettecu) y liderado por la Área Clínica de Enfermedades Digestivas del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia, ha confirmado que los fármacos inmunosupresores siguen siendo la primera opción en la prevención de la recurrencia posquirúrgica en la enfermedad de Crohn, mientras que los fármacos biológicos pueden reservarse para situaciones de alto riesgo.

Los resultados del estudio Apprecia, que ha recibido el galardón a la Mejor Comunicación en la XIX Reunión anual de la Asociación Española de Gastroenterología, muestran que ambos fármacos presentan resultados similares y según Pilar Nos, directora del Área Clínica de Enfermedades Digestivas y líder del estudio, «dado que el estudio se ha realizado en una población no seleccionada por riesgo, sus conclusiones sugieren que no se deben utilizar de forma generalizada los fármacos biológicos para prevenir la reaparición de lesiones en los pacientes intervenidos por enfermedad de Crohn».

Este ensayo clínico multicéntrico, aleatorizado, con simple ciego y de grupos paralelos surgió para evaluar y comparar la eficacia de adalimumab, un fármaco anti-TNF subcutáneo, frente a azatioprina en la prevención de la recurrencia postquirúrgica en la enfermedad de Crohn después de 52 semanas de tratamiento.

Para ello se seleccionó a 85 pacientes, siendo los criterios de inclusión los pacientes adultos que iban a sufrir una resección ileocecal/ileocólica (L1 o L3) y reconstrucción quirúrgica con anastomosis ileocólica. «Se excluyeron los pacientes con intolerancias previas a tratamiento con inmunosupresores o anti-TNF y aquellos que por la presencia de manifestaciones extraintestinales podrían requerir tratamiento con adalimumab», ha apuntado Nos.

Una vez superado el periodo de selección, se aleatorizaron en dos grupos de tratamiento: uno con metronidazol 250 mg x 3 durante 3 meses y azatioprina 2,5 mg/kg peso/día mantenimiento; y el otro con metronidazol 250 mg durante 3 meses y adalimumab (inducción: 160/80mg+40mg mantenimiento).

Sin diferencias
Tras un año de seguimiento, se les realizó una ileocolonoscopia y una enterorresonancia magnética para valorar la presencia de lesiones ileales, la vertiente ileal del neoileon donde invariablemente reaparece la enfermedad. Según Nos, «no se han detectado diferencias en los índices endoscópicos ni en los índices de enterorresonancia en cuanto a la reaparición de lesiones en ambas ramas» y, por ello, el estudio «no muestra ventajas para el inicio de tratamiento con fármacos anti-TNF de forma generalizada tras la resección quirúrgica de la zona afecta».

En su opinión, para su manejo «posiblemente se deba seleccionar a los pacientes de alto riesgo de reaparición de la enfermedad«, mientras que en el conjunto de la población que padece una enfermedad de Crohn y deba ser intervenida, «el esquema clásico de tratar con inmunosupresores tiopurínicos es el adecuado».

Fuente: Diario Médico.