Un equipo de expertos describe las ventajas y desventajas de varios métodos quirúrgicos.
Es tan solo una minúscula bolsa que produce bilis y que se esconde detrás del hígado, pero si la vesícula biliar se daña, eso puede significar graves problemas para la salud.
De hecho, cada año más de 725,000 estadounidenses se someten a cirugías para tratar la enfermedad de la vesícula biliar, según el informe de un equipo de expertos, que aparece en la edición del 23 de julio de la revista New England Journal of Medicine.Entonces, ¿qué se puede hacer cuando los problemas de la vesícula biliar (inflamación de la vesícula o cálculos biliares) atacan? En una nueva revisión, expertos dirigidos por el Dr. Todd Baron, profesor de gastroenterología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, compararon las ventajas y las desventajas de varios métodos quirúrgicos para el problema.
Las cirugías para extirpar las vesículas biliares dañadas se conocen como colecistectomías, y el procedimiento más común es el laparoscópico, que es menos invasivo. Según los expertos, esta técnica, que se introdujo en 1985, deja poca o ninguna cicatrización visible, pero puede ser difícil de realizar en pacientes con una inflamación grave de la vesícula biliar o que se han sometido anteriormente a una cirugía abdominal.
Una técnica más reciente se llama cirugía endoscópica transluminal a través de orificios naturales. Este método no requiere de incisión, pero depende de un equipo especial y presenta dificultades técnicas, lo que significa que solo está disponible en unos pocos centros médicos. Se llega a la vesícula biliar usando un endoscopio que se inserta en el cuerpo a través de una apertura natural, como la boca, la vagina o el ano.
Otra opción, para los pacientes que no califican para un método laparoscópico, se llama colecistectomía percutánea. En ese procedimiento, se coloca un catéter a través de la pared abdominal directamente por encima de la vesícula biliar, para ayudar a los cirujanos a sacar la bilis del cuerpo a través del tubo.
Baron y sus colaboradores afirman que este método es efectivo en el 90 por ciento de los pacientes de inflamación grave de la vesícula biliar, pero los tubos externos de drenaje pueden ser incómodos.
Por último, el método más reciente conlleva sacar la bilis directamente al tracto gastrointestinal del paciente, donde también puede ayudar a la digestión. La bilis puede dirigirse hacia ese lugar a través de procedimientos endoscópicos que usan una de las dos rutas, dijeron los expertos.
La función primaria de la vesícula biliar es la secreción de la bilis, que ayuda al sistema digestivo a descomponer las grasas, según datos del Centro Médico de la Universidad de Maryland.
Pero se pueden formar cálculos en el órgano que bloquean los conductos biliares, provocando dolor. Un bloqueo crónico puede ser potencialmente letal, y amerita la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar.
Fuente: Intramed.net
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