La genética podría ser la clave de los beneficios anticancerígenos de fármacos como la aspirina o el ibuprofeno, encuentra un estudio.
Investigaciones anteriores han sugerido que el uso regular de cierta clase de analgésicos podría reducir el riesgo de cáncer de colon, pero un nuevo estudio encuentra que la genética de una persona también podría tener un importante papel.
El uso regular a largo plazo de unos analgésicos conocidos como antiinflamatorios no esteroides (AINE), que incluyen a la aspirina, el naproxeno (Aleve) y el ibuprofeno (Motrin, Advil) se asocia con un riesgo general más bajo de cáncer de colon.
¿Pero quién se beneficia? En el estudio, un equipo dirigido por el Dr. Andrew Chan, del Hospital General de Massachusetts en Boston y Li Hsu, del Centro de Investigación sobre el Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, observó estudios llevados a cabo entre 1976 y 2011. Los estudios incluyeron a más de 19,000 personas de Estados Unidos, Canadá, Australia y Alemania.
En general, el riesgo de cáncer de colon fue más bajo entre las personas que eran usuarias regulares de aspirina y/u otros AINE, en comparación con las que no eran usuarias regulares de los fármacos, encontraron los investigadores.
Pero ciertas personas obtuvieron una ganancia mayor o menor. Por ejemplo, no hubo un beneficio en el 9 por ciento de las personas con variaciones de un gen en particular llamado rs16973225, hallaron los investigadores. Por otro lado, el uso regular de aspirina/AINE en realidad pareció aumentar las probabilidades de cáncer de colon en el 4 por ciento de las personas con dos variaciones poco comunes de un gen llamado rs2965667, señaló el equipo.
Según Chan y Hsu, este tipo de investigación podría conducir al uso de pruebas genéticas para identificar a las personas que obtendrían el mayor beneficio de prevención del cáncer del uso de aspirina/AINE.
El estudio aparece en la edición del 17 de marzo de la revista Journal of the American Medical Association.
«En un futuro no muy distante, será posible llevar a cabo pruebas genéticas de forma asequible y eficiente en los individuos sanos para definir con una mayor precisión los beneficios y los riesgos de las intervenciones que buscan reducir el riesgo de enfermedades», escribió en un editorial que acompañó al estudio el Dr. Richard Wender, de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).
Otro experto en gastroenterología se mostró de acuerdo.
El Dr. Arun Swaminath es director del Programa de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Dijo que el nuevo estudio es otro paso «hacia la era de la medicina personalizada».
«En los últimos 10 años, nuestra capacidad de estudiar el genoma humano completo con suficiente sofisticación y a un precio manejable ha mejorado de forma significativa», aseguró Swaminath. «Estamos mucho más cerca de poder tomar decisiones a nivel individual en lugar de a nivel poblacional», añadió.
«Es la diferencia entre que le digan que la aspirina puede reducir el riesgo de contraer cáncer de colon en la población de EE. UU. en un 30 por ciento, y que debería tomarla, y decirle que, en su caso, tomar una aspirina sería nocivo porque porta una mutación genética que en realidad aumentaría el riesgo de contraer cáncer de colon», explicó Swaminath.
Pero Wender enfatizó que será vital que los médicos de atención primaria comprendan el riesgo genético y tengan conversaciones informadas con los pacientes sobre cómo usar esta información.
Tomado de: Intramed.net
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