Investigadores españoles, británicos y estadounidenses descifran el mecanismo por el cual dos proteínas, al juntarse, favorecen la reproducción de las células tumorales en tumores hepáticos y de colon.
Un nuevo estudio ha descifrado el mecanismo mediante el cual se unen dos proteínas, MAT alfa 2 y MAT beta, que al juntarse favorecen la reproducción de las células tumorales en los cánceres de hígado y colon.
El hallazgo, llevado a cabo en el centro vasco de investigación en biociencias CIC bioGUNE, la Universidad de Liverpool y la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, USC-UCLA (EE UU), abre la puerta a la investigación sobre fármacos que actúen sobre la unión de estas proteínas, lo cual podría inhibir el crecimiento de las células cancerígenas.
La función que cumplen las proteínas dentro de la célula está determinada por su forma. Ya se conocían las estructuras de MAT alfa 2 y MAT beta pero no se sabía mediante qué mecanismo se unen. Saber qué parte de sus respectivas estructuras se puede bloquear para evitar que las proteínas se unan entre sí es muy importante, porque al juntarse ambas, se incrementa la producción de una molécula llamada SAMe, que participa en el crecimiento descontrolado de las células de los tumores.
“Han pasado muchos años desde que se entendió qué proteínas producen SAMe y cómo los niveles de esta molécula afectan al crecimiento de las células cancerígenas hasta que hemos visto que el complejo MAT alfa 2 y MAT beta es una posible diana terapéutica”, ha declarado la investigadora de CIC bioGUNE Adriana Rojas, responsable de este estudio.
Diana terapéutica
Las proteínas MAT alfa 2 y MAT beta solo se sobreexpresan en personas adultas cuando padecen un tumor, por lo que constituyen una diana terapéutica excelente, ya que podría abrir la puerta a la creación de fármacos que actúen exclusivamente bloqueando las regiones que permiten la unión de ambas. El hipotético tratamiento inhibiría el desarrollo del tumor y tendría la ventaja añadida de que no produciría ningún daño al organismo.
Esta investigación se ha llevado a cabo mediante la técnica de cristalografía de rayos X, en la cual se utilizan cristales de proteína para determinar su estructura tridimensional.
Fuente: Jano Online
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