de los implantes metálicos utilizados en el tratamiento de las fracturas. El descubrimiento en 1928, por Alexander Fleming de la penicilina abrió el camino de la antibioticoterapia y con ello de la disminución de las infecciones en general y de las infecciones quirúrgicas en particular.
Segunda guerra mundial
El conocimiento adquirido durante la Primera Guerra Mundial ayudó al tratamiento de las víctimas de la Segunda. En la Segunda Guerra Mundial, se realizaron menos amputaciones, hubo menos casos de gangrena, se disponía de mejores técnicas de fijación de las fracturas y no debemos olvidar la importancia de la penicilina. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), disminuyó el tiempo trascurrido entre la producción de las lesiones y la atención definitiva a 6 y 12 horas.
Los alemanes necesitaban medidas rápidas para recuperar a sus soldados para la lucha y desarrollaron varios procedimientos de enclavado durante este periodo. Junto con esto, los norteamericanos estaban brindaron grandes contribuciones.
Willis C. Campbell (1880-1941) de Memphis, Tennessee fue el principal defensor de la artroplastia de interposición en esa época. Campbell usaba un trasplante autólogo libre de fascia lata del muslo en una doble lámina, con su superficie lisa dirigida hacia dentro. No intentaba restaurar la anatomía original, sino recuperar la función. Campbell también fue una figura clave en el injerto óseo y realizó injertos de espesor total en pseudoartrosis fijados con tornillos de hueso de vaca.
Gerhard Kuntscher (1900-1972) sirvió en el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial y publicó su procedimiento revolucionario en los meses iníciales de la guerra. Su trabajo se centró en el enclavado intramedular de fracturas diafisarias de los huesos largos y su nombre se asocia al clavo que diseñó. Kuntscher fue vetado académicamente y nunca obtuvo una cátedra.
Martin Kirschner (1879-1942) era de Greifswald, Alemania y también era conocido por sus métodos de fijación, en particular por las agujas de Kirschner. También realizó la primera embolectomía pulmonar con éxito.
Sir Reginald Watson-Jones (1902-1972) fue otra célebre figura de Liverpool. Durante la II Guerra