La obesidad infantil es un problema de salud mundial. Los alimentos con alto contenido de grasas saturadas, sal y/o azúcares, cada vez más disponibles y ampliamente comercializados, son un impulsor predominante del aumento de peso de la población. La Organización Mundial de la Salud ha pedido a los gobiernos que implementen políticas que promuevan el consumo de alimentos saludables, y reduzcan la ingesta de los poco saludables, especialmente en niños y adolescentes.
En este artículo, publicado en el año 2019 en la revista Pediatrics, los autores se plantearon como objetivo examinar el impacto de la influencia de las redes sociales en la comercialización e ingesta de alimentos, saludables y poco saludables, en los niños entre 9 y 11 años de edad. (Más información)