La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas.
Desde hace unos años, la Real Academia Española (RAE) viene advirtiendo, y corrigiendo, el uso indebido de ciertas palabras que intentan marcar la diferencia en los sexos y que son frecuentemente mal empleadas, como es el caso de “todos y todas, los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas”, entre otras. (Más información)