metástasis

Un estudio coordinado por Manel Esteller, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, en Barcelona, y que se publica en The Journal of Pathology ha identificado un mecanismo que explica cómo las células tumorales se escapan desde su lugar original a los ganglios linfáticos.
La investigación ha permitido descubrir que las células tumorales metastásicas que crecen en los ganglios linfáticos de los pacientes con melanoma y tumores de cabeza y cuello pierden la actividad de la proteína caderina-11.
La función normal de dicha proteína es actuar como el ancla de un barco para fijar las células en una posición concreta y evitar que se muevan. La inactivación del gen de la caderina-11 provoca que se pierda esa fijación y que las células tumorales propaguen a órganos y estructuras vecinas, como los ganglios linfáticos.
La aparición de metástasis es la responsable del 90 % de muertes en pacientes con cáncer. De manera, que entender los mecanismos responsables de este proceso es uno de los objetivos máximos de la investigación del cáncer. El proceso de metástasis consiste en una serie de pasos encadenados donde el tumor primario invade tejidos vecinos y acaba diseminando por todo el organismo.
Uno de los primeros tejidos que sufren la metástasis son los ganglios linfáticos que rodean al tumor.
El estudio también propone que el proceso puede ser reversible ya que, en modelos in vitro e in vivo, la recuperación de la actividad de la caderina-11 causó enlentecimiento del crecimiento tumoral y disminución de la capacidad de generar metástasis.
Esta posibilidad necesita más estudios que se plasmen en ensayos clínicos internacionales, pero es un punto de partida prometedor en el análisis de la biología de la metástasis y de cómo actuar terapéuticamente en esta área.
Marzo 12/2012 (Diario Médico)

En: Noticias #

Investigadores de la UAB y del CSIC sintetizan una molécula que activa de manera eficiente y controlada la respuesta inmunológica contra la proliferación de tumores.
Un tipo de glóbulos blancos, los linfocitos iNKT (de «Natural Killer T Cells»), combaten las infecciones y los tumores liberando unas proteínas, las citoquinas, que activan la respuesta inmune tras recibir la señal de ‘alerta’ de unos receptores específicos.
Hace años que los científicos tratan de forzar esta respuesta de manera artificial, para lo cual vienen empleando un glicolípido llamado alfa-galactosiceramida, derivado de una molécula aislada en las esponjas marinas «Agelas mauritianus».
El glicolípido, en efecto, se acopla a los receptores y desencadena la respuesta inmunológica; no obstante, en los resultados de los ensayos clínicos no han sido del todo satisfactorios debido, fundamentalmente, a que el glicolípido es demasiado potente, activa los glóbulos blancos de manera desenfrenada y desata una ‘tormenta’ incontrolada de citoquinas que, si bien no afecta a la salud del paciente, carece de actividad antitumoral apreciable y de utilidad terapéutica.
Investigadores del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la UAB, liderados por el profesor Raúl Castaño, en colaboración con el investigador del Instituto de Química Avanzada del CSIC Amadeu Llebaria, y con la participación de científicos del Instituto de Salud Carlos III, de la University of Southern California (EEUU), y de La Jolla Institute for Allergy and Immunology (EEUU), han diseñado y sintetizado una molécula muy similar a la alfa-galactosiceramida, pero con pequeños cambios en su estructura que modifican su comportamiento.
La molécula, llamada HS44, se asocia muy bien con los receptores de los linfocitos iNKT, pero se disocia más rápidamente. Esto reduce su potencia y permite que active de manera eficiente y controlada la respuesta inmunológica. La HS44 ha sido probada en ratones a los que se ha transferido un melanoma agresivo que desarrolla metástasis en los pulmones.
Los resultados, publicados en The Journal of Immunology, demuestran que esta molécula inhibe la metástasis en los pulmones y reduce la posibilidad de que se estimule una respuesta autoinmune perjudicial para el organismo; así, según la vía de administración, puede provocar una respuesta inmunitaria adecuada para el tratamiento de infecciones microbianas como adyuvante en las vacunas.
Febrero 29/2012 (JANO)

En: Noticias #

Científicos holandeses han comprobado que la pérdida de un receptor celular de dependencia (que controla la muerte o supervivencia de las células) promueve la metástasis en un tipo de cáncer de mama en ratones, según recoge la revista británica Nature .
Un equipo del Instituto del Cáncer de Holanda estudió el papel de este receptor, codificado en el gen DCC, en la evolución de estos tumores mamarios en ratones y concluyó que su existencia supone un impedimento a la expansión de la enfermedad a otros tejidos, al actuar como supresor de las células tumorales.
Estudios anteriores ya habían adelantado que el DCC (cáncer colorrectal suprimido, según sus siglas en inglés) podría proteger al organismo de la aparición del cáncer, al inducir a las células cancerígenas a su autodestrucción.
Este gen participa en la muerte celular (apoptosis) de varios tipos de cáncer además del colorrectal, un proceso en el que participan los receptores de dependencia, cuya función es similar a la de un centinela: evaluar el estado de las células y notificarles que deben iniciar su autodestrucción si existe alguna anormalidad.
El equipo holandés estudió la evolución de ratones con cáncer de mama modificados genéticamente para que carecieran de ese gen.
Así, comprobaron que el proceso de autodestrucción de las células tumorales de estos roedores empeoraba al mismo tiempo que mejoraba la supervivencia de las mismas.
Según el bioquímico y director del Instituto del Cáncer de Holanda, Anton Berns, la pérdida de este gen no afecta al desarrollo del tumor primario pero sí que facilita su metástasis, es decir, su aparición en otros tejidos.
Febrero 23/2012 (Diario Salud)

En: Noticias #

El bloqueo de una proteína puede evitar que células del sistema inmunológico contribuyan al desarrollo del cáncer en lugar de combatirlo, difundió la revista Cancer Research en su edición más reciente.
La proteína S100A10, que se fija a la superficie de los macrófagos, corta el tejido barrera que separa al cáncer de esas células del sistema inmunológico, permitiendo que estas se combinen con las células tumorales y se propaguen.
Los resultados del estudio de los investigadores de la Universidad de Dalhousie, en Halifax, demuestran que la biología de los tumores es más compleja de lo que se creyó hasta ahora.
Normalmente, los macrófagos células de primera línea del sistema inmunológico pueden bloquear el desarrollo de un tumor al evitar que células normales se transformen en cancerígenas, afirmaron los científicos.
Sin embargo, esas células pueden ser atraídas por el tejido tumoral y reprogramadas, por lo que en lugar de combatir la enfermedad contribuyen a su desarrollo, apuntaron los especialistas.
«Esta proteína actúa como un par de tijeras», explicó David  Waisman, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y  Patologías de la mencionada universidad.
Para los científicos el próximo reto es entender la forma exacta del funcionamiento de esa proteína y desarrollar productos farmacológicos que permitan bloquear su acción.
Noviembre 1/2011 (PL)

En: Noticias #

Tumor cells have several routes that enable them to move from the primary tumor to distant tissues, a process called metastasis. It is metastasis of the primary tumor that kills most cancer patients. One of the least studied routes of metastasis is the lymphatic system. Many tumors produce factors that promote the formation of new lymphatic vessels (lymphangiogenesis). The newly formed lymphatic vessels enable tumor cells to travel from the primary tumor to the regional lymph nodes from whence they can spread throughout the body. Current treatment practice is to surgically remove the primary tumor as well as the metastatic lymph nodes, but tumor cells in metastatic transit inside the lymphatic vessels had not been given much attention.  In a new study, Dr Tuomas Tammela and colleagues at the University of Helsinki, Finland, investigated whether eradicating tumor-associated lymphatic vessels and the tumor cells they contain using photodynamic therapy (PDT) with a light-activated cytotoxic drug could reduce or eliminate tumor metastasis. They selected the mouse ear as their model system because it is easy to image both the lymphatic vessels and the in-transit tumor cells.  The researchers implanted mouse melanoma cells or human lung tumor cells into the mouse ear tip and waited two weeks for the primary tumors to become established and to induce lymphangiogenesis. Using deep-tissue microscopy, they observed that the newly formed lymphatic vessels contained in-transit tumor cells as well as small tumor nodules. Using pathology sections taken from a patient with recurrent melanoma, they confirmed that the tumor-associated lymphatic vessels of cancer patients contain in-transit tumor cells and tumor nodules. However, could PDT eliminate both tumor-associated lymphatic vessels and the tumor cells inside them? The researchers injected verteporfin in a liposomal preparation intradermally into the mouse ear and showed that this cytotoxic dye accumulated specifically in the lymphatic vessels. When they illuminated the mouse ear with infrared laser light, the lymphatic vessels started to shrink and fragment, and became leaky. Also, the researchers found that the mice receiving PDT and surgery had a much lower relapse rate than those that underwent surgery alone.  Using a pig model, the researchers also showed that PDT can target lymphatic vessels deep within the body and, thus, PDT could be useful eradicating tumor-associated lymphatic vessels deep within the tissues of human cancer patients.  «These findings are new and exciting, because the cells in metastatic transit in tumor-draining lymphatic vessels have not been given much attention previously», Dr. Tammela says.  «We do not expect PDT to replace current surgical techniques, which comprise removal of the primary tumor and metastatic lymph nodes. However, PDT could easily be combined with existing surgical techniques to destroy the lymphatic vessels draining from the tumor, as well as the tumor cell aggregates residing within them.» PDT using verteporfin is currently used clinically to destroy overgrown blood vessels in the retina of patients with macular degeneration. As both the drug and the PDT concept are already in use in patients, they are more likely to receive regulatory approval for targeting tumor-associated lymphatic vessels in cancer patients undergoing surgery than drugs still in earlier phases of development, Tammela states.
http://www.eurekalert.org/pub_releases/2011-02/uoh-pta020911.php

En: Noticias #

Los tumores invaden tejidos sanos debido a la falta de cadherina, una sustancia que facilita la unión entre células, publican investigadores canadienses en la revista Neoplasia.
Ubicada en la superficie celular responsable de la unión entre una célula y otra para mantener a un tejido íntegro organizado, la cadherina es una proteína  adherente, que impide la invasión de células hacia otras regiones del organismo.
Sin embargo, para los autores del estudio, del Instituto Neurológico de Montreal, aún no está claro qué ocurre con esta sustancia cuando se desarrolla un tumor y se propagaba a otras partes del cuerpo, o sea, en las metástasis.
Nuestro estudio demuestra que una forma no adherente de cadherina N, llamada proNcad, está presente en una proporción mucho más alta en las superficies de los melanomas, las células del tumor cerebral, de mama y de próstata, destacó Deborah Maret, autora principal.
Los niveles elevados de esta sustancia no adherente promueven el desprendimiento, la migración y la invasión de las células tumorales, añadió la especialista.
A su juicio, este hallazgo conducirá a nuevas herramientas de diagnóstico y mejores estrategias para prevenir el desarrollo y propagación de tumores malignos.
Washington, 14 dic (PL)

En: Noticias #

Científicos de la Universidad de Santiago de Compostela y la Unidad de Investigación del Hospital del Jove de Gijón en Asturias, España, descubrieron que el factor de transcripción Pit-1 (FTP-1) en los tumores de mama puede servir para determinar el pronóstico de estas pacientes, al tiempo que ayuda a predecir el riesgo de metástasis, según los resultados de una investigación publicados en la The Journal of Clinical Investigation.
Los expertos analizaron las líneas celulares tumorales de ratones inmunodeficientes y observaron que los niveles elevados del FTP-1 en las mama son pro-tumorogénicos, ya que favorecen la proliferación celular y disminuye la apoptosis o muerte celular. Esto induce una mayor expansión y el desarrollo de metástasis en los pulmones.
El hallazgo se corroboró al analizar muestras de carcinomas mamarios humanos, en las cuales se encontró una asociación significativa entre una mayor expresión del FTP-1 y la aparición de metástasis.
Dicho marcador genético se había descrito originariamente en la hipófisis, donde juega un papel clave en la diferenciación celular y en la regulación de la hormona hipofisaria, como la del crecimiento y prolactina. De hecho, la ausencia del FTP-1 en la hipófisis provoca, por ejemplo, el enanismo.
Según los resultados, la determinación de FTP-1 en biopsias de tumores de mama podría ser utilizada como un factor de pronóstico en pacientes con la afección, específicamente en el caso del carcinoma ductal infiltrante, el más frecuente de estos tumores.
Del mismo modo, niveles elevados de FTP-1 podrían indicar un mal pronóstico en pacientes con ganglios positivos, por lo que estas pacientes «serían susceptibles de un tratamiento más agresivo y un seguimiento más estrecho». Por el contrario, en las pacientes con niveles de expresión de FTP-1 bajos, su pronóstico sería más favorable, y podrían evitarse conductas terapéuticas más agresivas.
Los autores, que forman parte del Comité Científico de la Fundación para la Investigación con Células Madres Uterinas (FICEMU) consideran que esta proteína se puede convertir en una diana terapéutica en estos tumores.
Estudios previos realizados por el equipo demostraron que la vitamina D inhibe el FTP-1, lo que podría sugerir posibles tratamientos con la vitamina o análogos de la misma en pacientes con tumores (menos en los tipo hipercalcémicos) que tengan una sobreexpresión del FTP-1.
Madrid, noviembre 11/2010 (Europa Press)

En: Noticias #