Los protocolos de desensibilización son eficaces para tratar reacciones alérgicas a los tratamientos de quimioterapia más comunes, antibióticos y anticuerpos monoclonales 
Esta técnica permite alcanzar dosis terapéuticas eficaces entre 4 y 12 horas del fármaco evitando reacciones alérgicas en la piel o el daño multiorgánico asociado a un episodio de anafilaxia

Logroño, 23 de octubre de 2009.- La alergia a medicamentos constituye un motivo de consulta cada vez más frecuente y según datos de la Sociedad Española de Alergología e  Inmunología Clínica (SEAIC) en la actualidad este tipo de alergia constituye el tercer motivo de consulta más frecuente, tras la rinoconjuntivitis y el asma. Se estima que entre el 15 y el 25% de la población puede sufrir alguna reacción a la medicación utilizada que, en la mayoría de las ocasiones, puede derivar en una reacción alérgica.

A diferencia del resto de sustancias alergénicas, las reacciones medicamentosas no tienen un tratamiento específico. Los expertos aconsejan como en cualquier otro caso de hipersensibilidad evitar el contacto con el fármaco causante de la reacción y extender esta precaución al grupo de medicamentos relacionados, buscando alternativas seguras de tratamiento.

Sin embargo, en ocasiones aparecen en la práctica clínica alérgicos a los fármacos que no pueden ser tratados adecuadamente con un fármaco o familia de fármacos alternativa. En estos casos, se puede optar por la desensibilización al fármaco responsable de la alergia que, en palabras de la doctora Mariana Castells, profesora de alergología en la Universidad de Harvard, consiste en «inducir de forma temporal una tolerancia al fármaco causante de la alergia, permitiendo así tratar adecuadamente a los pacientes con medicamentos a los que previamente habían mostrado una reacción de hipersensibilidad».

El Simposium Internacional de Alergia a Medicamentos que organiza la SEAIC en Logroño analizará con más de 800 expertos los mecanismos de desensibilización, una técnica que consiste pues en administrar dosis cada vez mayores del fármaco, comenzando con una dosis muy pequeña, hasta alcanzar la dosis terapéutica. La rápida desensibilización significa que las dosis terapéuticas eficaces pueden alcanzarse sin efectos secundarios ni reacciones de hipersensibilidad en un periodo relativamente corto de tiempo, entre 4 y 12 horas. «Esto es realmente un avance,- indica la doctora Castells,  ya que la desensibilización permite una respuesta en un periodo de tiempo menor al que necesitan las vacunas virales o bacterianas o la inmunoterapia para ofrecer una protección frente al agente causante de la alergia».

Solución para la quimioterapia o antibióticos

Los protocolos de desensibilización se aplican en la actualidad con éxito para tratar reacciones alérgicas a los tratamientos quimioterápicos más comunes, como los taxenos, platinos o las doxorubicina, así como a los antibióticos o a los anticuerpos monoclonales para el tratamiento de las patologías de origen autoinmune.

Esta estrategia de actuación terapéutica también es eficaz para pacientes alérgicos a los tratamientos contra la tuberculosis, para los pacientes con SIDA alérgicos a las sulfamidas, así como a los individuos sensibles a la penicilina o los que presentan intolerancias a ácido acetil-salicílico a pesar de precisarlo como antiagregante plaquetario en caso de patologia cardiaca o vascular. Asimismo la desensibilizacion rapida a insulina en diabeticos y a otros medicamentos como el hierro permite tratar a los pacientes con medicamentos de primera linea, que no son reemplazables y que impactan en la calidad de vida asi como en la supervivencia.

En opinión de la doctora Castells, el éxito de la terapia de desensibilización depende de la dosis mínima de inicio, los incrementos en las dosis que se administran y el tiempo entre las mismas basado en los estudios realizados en su laboratorio con mastocitos humanos y de ratón.

La doctora Teresa Audícana, especialista del Servicio de Alergología e Inmunología del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria, añade por su parte que la desensibilización es una vía de gran utilidad para aquellos casos en los que no exista una alternativa terapéutica válida. «Es una posibilidad que cada vez se tiene más en cuenta en nuestros centros hospitalarios: tratamientos con antineoplásicos, en aquellos pacientes en los que la ausencia de alternativa al fármaco al que son alérgicos supone un riesgo vital; reacciones con antituberculosos en los que tampoco existe alternativa adecuada, constituyéndose un problema sanitario de primera magnitud no solo para el paciente sino para el entorno social; necesidad de antiagregantes en pacientes con problemas cardiacos y con intolerancia a AINEs, en los que es necesario prevenir el desarrollo de patologías futuras; infecciones en los que el germen es resistente a los diversos antibióticos alternativos y sólo es sensible al que el paciente es alérgico, etc.».

Condiciones de desensibilización

La desensibilización se orienta a limitar las reacciones alérgicas que provocan ciertos fármacos en la piel (enrojecimiento, prurito, urticaria, angiodema) o la afectación multiorgánica (estornudos, congestión nasal, tos, sensación de ahogo, sibilancias, dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarrea) asociadas a un episodio de anafilaxia.

Es preciso tener en cuenta que esta nueva estrategia terapéutica requiere de un entorno hospitalario y genera una tolerancia de carácter temporal que debe mantenerse activa mediante la administración continua del fármaco al que se ha desensibilizado. Si el paciente necesita en el futuro el fármaco contra el que se le ha «protegido» anteriormente y las pruebas de alergia dan positivas, es preciso realizar una nueva desensibilización.

Las reacciones adversas a los medicamentos son muy comunes y casi cualquier fármaco puede causarlas

Enviado a Red alergia por José M. Negro Alvarez

La mayor parte de las alergias a medicamentos se producen por la automedicación y el abuso.

Un 15% de la población española puede sufrir efectos adversos por la toma de fármacos, aunque sólo en un 7% de los casos se confirma que es una alergia. Para concluir que esas reacciones son alérgicas es necesario contar con una historia clínica completa del paciente e información sobre el medicamento sospechoso y de todos los detalles sobre dosificación y síntomas.

La mayor parte de las reacciones adversas que producen las vacunas infantiles no son alérgicas.

Logroño, 22 de octubre de 2009.- La mayor parte de las alergias a medicamentos se producen por el uso no necesario de fármacos o por el abuso en su ingesta, hecho que se da con mucha frecuencia, sobre todo en el tratamiento de enfermedades respiratorias. Así se ha puesto de manifiesto en el Symposium Internacional de Alergia a Medicamentos que se está celebrando en Logroño, en el que participan más de 800 especialistas en alergología nacionales e internacionales.

Cuando se trata de un cuadro viral (85% de los casos) resulta infructuosa la aplicación de antibióticos, ya que no tendrán efecto sobre el agente que provoca la enfermedad. Por el contrario, su uso prolongado y recurrente puede ocasionar una reacción alérgica al medicamento. «El método para evitar una alergia o una reacción adversa con medicamentos consiste en tomar sólo los estrictamente necesarios, según las indicaciones del médico en cuanto a vía de administración, dosis, intervalo y duración del tratamiento», tal como explica doctor Joaquín Martín Lázaro, Médico Especialista en Alergología del Hospital Arquitecto Marcide en Ferrol (La Coruña). «En caso de presentar alguna reacción adversa o síntoma extraño -añade- es conveniente aclarar las dudas con el médico o con el farmacéutico, para no generar incertidumbre en futuros tratamientos o evitar nuevas reacciones». 

Un 15% de la población española puede sufrir alguna reacción adversa a fármacos, aunque sólo en un 7% de los casos se confirma que es realmente una alergia. En general, las reacciones adversas a los medicamentos son comunes y casi cualquier medicamento puede causarlas, desde una irritación o efectos secundarios leves, tales como náuseas y vómitos, hasta una anafilaxia potencialmente mortal. La mayoría de las veces se producen erupciones cutáneas y urticarias menores; sin embargo, hay ocasiones en que se pueden desarrollar otros síntomas y se producen reacciones alérgicas agudas potencialmente mortales que comprometen todo el organismo. «Todo el mundo debe saber que cualquier medicamento es capaz de provocar una reacción en el organismo, sea alérgica o no, y es una razón más para no automedicarse y para acudir al médico ante cualquier duda de salud para que él nos aconseje de la mejor manera»- señala el doctor Martín Lázaro. Tal es el caso del consumo de analgésicos, con o sin receta, cuyo significativo aumento está  provocando cada vez más casos de reacciones alérgicas.

Retos para el alergólogo

«Si se piensa en la cantidad de medicamentos que se consumen diariamente en el mundo, la incidencia de reacciones adversas es pequeña y, de ésas, sólo una pequeña parte son verdaderamente alérgicas, por lo que el papel del alergólogo consiste en intentar descubrir cuáles son verdaderamente alérgicas y cuáles no, aconsejando al paciente la forma de evitar nuevas reacciones en el futuro», señala este especialista.

Para realizar un correcto diagnóstico de esta patología es fundamental contar con una historia clínica completa e información detallada del fármaco o fármacos sospechosos, así como de la enfermedad por la cual se indicó el tratamiento, del espacio de tiempo entre la toma del medicamento y la aparición de los síntomas presentados, de la duración de los mismos y de la necesidad de tratamiento para controlarlos (antihistamínicos, corticoides…) «Otra de las peculiaridades de la alergia a medicamentos es que muchas veces es una auténtica labor de investigación averiguar el fármaco causante. Por eso es muy importante, en caso de presentar una reacción adversa con un medicamento, tener en cuenta datos importantes como las enfermedades que padece el paciente y el tratamiento habitual (nombre comercial y principio activo) del medicamento/os implicados en la supuesta reacción; debe saberse asimismo el número de dosis recibidas antes de aparecer la reacción, el tiempo transcurrido entre la última dosis y la aparición de la reacción, los síntomas y/o tipo de lesiones que aparecieron, la duración de la reacción  (horas, días, semanas); si descamó la piel o quedaron lesiones residuales (pigmentación…), etc. y si necesitó o no atención en urgencias y tratamiento que recibió»-detalla el alergólogo.

El estudio de la alergia a medicamentos representa un reto importante para el alergólogo por los continuos cambios que se producen en este campo: aparecen nuevos medicamentos que potencialmente pueden producir reacciones alérgicas, pero también nuevas enfermedades que precisan a su vez terapias con nuevos fármacos. Por ello es necesaria una investigación permanente, tanto clínica como experimental, para comprender los mecanismos responsables de los efectos indeseables (de naturaleza alérgica o no) que puede producir un medicamento.

Algunos mitos en la alergia a medicamentos: vacunas infantiles

«La alergia a medicamentos está expuesta a distintas interpretaciones y rumores que se extienden más rápido que las evidencias con fundamento científico»- afirma el doctor Martín Lázaro.  En el caso concreto de las vacunas infantiles, por lo general, son bien toleradas y no presentan efectos adversos más allá de lo que es el dolor del propio procedimiento o reacciones locales leves como hinchazón, enrojecimiento y fiebre. Otros efectos secundarios suelen ser moderados y no dejan secuelas permanentes. Como con cualquier otro medicamento, existe la posibilidad de reacción grave (anafiláctica) a la propia vacuna o a alguno de sus componentes.

En este sentido, la vacuna triple vírica en niños alérgicos al huevo era una de las grandes temidas. «La vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) se cultiva con fibroblastos (un tipo de células) de embrión de pollo. De ahí surgió la posibilidad de que en alérgicos a huevo pudiera haber algún problema. Esto se vio reforzado por la existencia de reacciones graves en algunos pacientes- detalla el experto. Después de revisar los casos referidos de reacciones adversas, se observó que en la mayoría de los casos las reacciones adversas con las vacunas se dieron en niños no alérgicos a huevo y, en un gran porcentaje de ellos, se encontró alergia a la gelatina. Algún otro caso se atribuía al antibiótico neomicina o a otros componentes de la vacuna. El contenido de huevo en la vacuna es entre nulo y una millonésima parte de miligramo de pollo». Se ha estudiado la tolerancia de la vacuna triple vírica en niños alérgicos a huevo y se ha visto que es tan buena como en los no alérgicos a huevo. El comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría recomienda vacunar a todos los niños de forma habitual y remitir al hospital a vacunar a los niños con alergia a huevo demostrada y grave.

 
Enviado a Red alergia por José M. Negro Alvarez

Efficacy of long-term sublingual-oral immunotherapy in allergic rhinitis
C Cingi, S Aynaci, H Cakli, E Cingi, E Özüdogru, C Keçik, F Altin, and C Bal1ENT Department
Acta Otorhinolaryngol Ital. 2005 August; 25(4): 214–219
PDF (89K)

La Rinitis alérgica es un problema de salud global que afecta entre el 10 y el  25% de la población. En el tratamiento de los desórdenes alérgicos, la inmunoterapia específica ocupa un papel central como el único método de tratamiento causal actualmente disponible.  En la inmunoterapia sublingual oral se retiene la vacuna por un período de tiempo y luego se traga.  El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia clínica de la inmunoterapia sublingual-oral en la rinitis alérgica inducida por varios alergenos y demostrar sus efectos por métodos objetivos como las pruebas de punción cutánea y el análisis de IgE específica.

La alergia ocupacional o profesional es una reacción alérgica a alguna sustancia presente en el lugar de trabajo.
 – Una de cada cinco personas alérgicas en los países desarrollados sufre alergia ocupacional, en su gran mayoría asma bronquial.
–  Más de 300 sustancias provocan alergias en el trabajo.
–  Las patologías provocadas por alergias en centros laborales generalmente son infradiagnosticadas.
–  Constituye un gran problema sanitario en los individuos expuestos por el riesgo que supone para la salud de estos trabajadores y la afectación a su calidad de vida, por las consecuencias económicas derivadas de ello, con una disminución importante en la productividad y por los costes sanitarios y que por compensación se generan.
–  Con orientaciones y medidas oportunas pueden prevenirse y muchas veces evitarse. 

Dermatología ocupacional.

Occupational asthma: Current  concepts in pathogenesis, diagnosis, and management
Mark S. Dykewicz
J Allergy Clin Immunol 2009;123: 519-28

EAACI position paper on occupational rhinitis.
Moscato G, Vandenplas O, Van Wijk RG, Malo JL, Perfetti L, Quirce S, Walusiak J, Castano R, Pala G, Gautrin D, De Groot H, Folletti I, Yacoub MR, Siracusa A.
Respiratory Research 2009, 10:16 (3 March 2009)
PDF (568KB)

What is the role of genetics in occupational asthma?
C. E. Mapp
Eur. Respir. J. 2009; 33(3): 459 – 460.

Asma Ocupacional
Moira Chan-Yeung
Cienc Trab, Ene-Mar.;9 (23):1-12

Standards of care for occupational asthma
S. M Tarlo
Thorax, March 1, 2008; 63(3): 190 – 192.
PDF(126k)

Caracterización clínico epidemiológica de las enfermedades broncopulmonares ocupacionales diagnosticadas en el Instituto nacional de salud de los trabajadores. I988-2006  
Sheyla Kuper Herrera, Jorge Esteban Orozco Manso.
Revista salud y trabajo 2007; 8(1)

Las pruebas de alergia pueden ayudar a confirmar o descartar alergias y, en consecuencia, reducir las reacciones adversas y limitar la evitación innecesaria y los medicamentos. El diagnóstico correcto de la alergia y el asesoramiento basados en resultados válidos son de suma importancia y pueden ayudar a reducir la incidencia de síntomas, la necesidad de medicamentos y mejorar la calidad de vida. Leer más…

Beliefs About the Health Effects of «Thirdhand» Smoke and Home Smoking Bans
Jonathan P. Winickoff, MD, MP, Joan Friebely, EdD, Susanne E. Tanski, MD, Cheryl Sherrod, Georg E. Matt, PhD, Melbourne F. Hovell, PhD, MPH and Robert C. McMillen, PhD
Pediatrics 2009; 123 (1):  e74-e79
El humo de «tercera mano», término que se utiliza para describir la invisible mezcla de gases y partículas que permanecen adheridas al pelo y ropa de los fumadores, los muebles, las cortinas, alfombras y que permanece mucho tiempo despues de ventilar una habitación, constituye una nueva amenaza a la salud de los más pequeños, según este artículo. Estos residuos incluyen metales pesados, sustancias cancerígenas con las que los niños pequeños pueden tomar contacto siendo susceptibles a esta exposición.

El látex es un producto ampliamente utilizado en el medio hospitalario por su resistencia y elasticidad. En el campo de la salud es muy común su presencia en muchos materiales sanitarios como los guantes, pero otros muchos productos contienen látex: catéteres, drenajes, vendajes elásticos, electrodos, endoscopios, máscaras, tubos, viales multidosis, etc. Leer más…