Tratamientos inhibidores de la interleucina 5 para el asma

Esta la segunda actualización de una revisión publicada anteriormente en la Biblioteca Cochrane (2015, primera actualización en 2017). La interleucina 5 (IL‐5) es la principal citoquina implicada en la proliferación, maduración, activación y supervivencia de los eosinófilos que provocan la inflamación de las vías respiratorias y son una característica típica del asma.

Los estudios sobre los anticuerpos monoclonales dirigidos a la IL‐5 o a su receptor (IL‐5R) indican que estos reducen las exacerbaciones del asma, mejoran la calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS) y la función pulmonar en pacientes adecuadamente seleccionados, lo cual justifica su inclusión en las últimas guías.

El objetivo de este estudio es comparar los efectos de los tratamientos dirigidos a la señalización de la IL‐5 (anti‐IL‐5 o anti‐IL‐5Rα) con placebo, con respecto a las exacerbaciones, las medidas de calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS) y la función pulmonar en adultos y niños con asma crónica, y específicamente en los que presentan asma eosinofílica resistente a los tratamientos existentes.

Se hicieron búsquedas en CENTRAL, Medline, Embase, y en dos registros de ensayos clínicos, sitios web de fabricantes y listas de referencias de los estudios incluidos. La búsqueda más reciente se realizó el 7 de febrero de 2022.

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados que compararon mepolizumab, reslizumab y benralizumab versus placebo en adultos y niños con asma.

Dos autores de la revisión de forma independiente extrajeron los datos y analizaron los desenlaces mediante un modelo de efectos aleatorios. Se utilizaron los métodos estándar previstos por Cochrane.

Diecisiete estudios con unos 7600 participantes cumplieron los criterios de inclusión. Seis administraron mepolizumab, cinco proporcionaron reslizumab y seis benralizumab. Un estudio que utilizó benralizumab finalizó antes de tiempo por decisión de los patrocinadores y no proporcionó datos. Los estudios se realizaron principalmente en personas con asma eosinofílica grave, que se definió de forma parecida aunque variable. Uno de ellos se realizó en niños de seis a 17 años; otros nueve incluyeron a niños mayores de 12 años, pero no informaron de los resultados por grupos de edad por separado.

Se consideró que el riesgo general de sesgo fue bajo, ya que todos los estudios que aportaron datos tuvieron una metodología sólida. La certeza de la evidencia para todas las comparaciones fue en general alta al utilizar el método GRADE, con la excepción del mepolizumab intravenoso (IV) y subcutáneo (SC) porque se trata de vías de administración no autorizadas en la actualidad.

Los tratamientos con inhibidores de la IL‐5 evaluados redujeron las tasas de exacerbación del asma «clínicamente significativa» (definida por el tratamiento con corticosteroides sistémicos durante tres días o más) en aproximadamente la mitad de los participantes con asma eosinofílica grave que recibían atención estándar (al menos una dosis media de corticosteroides inhalados [CSI]) con un control deficiente de la enfermedad (dos o más exacerbaciones en el año anterior o una puntuación de 1,5 o más según el Asthma Control Questionnaire [ACQ]).

Los cocientes de tasas para estos efectos fueron de 0,45 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,36 a 0,55; evidencia de certeza alta) para mepolizumab SC, 0,53 (IC del 95%: 0,44 a 0,64; evidencia de certeza moderada) para mepolizumab IV, 0,43 (IC del 95%: 0,33 a 0,55; evidencia de certeza alta) para reslizumab IV y 0,59 (IC del 95%: 0,52 a 0,66; evidencia de certeza alta) para benralizumab SC.

Los participantes que no presentaban asma eosinofílica tratados con benralizumab también mostraron una reducción significativa de las tasas de exacerbaciones, un efecto que no se observó con reslizumab IV, aunque solo en un estudio. No hubo datos sobre los participantes que no presentaban asma eosinofílica tratados con mepolizumab.

Hubo mejorías moderadas en las puntuaciones validadas de la CdVRS con todos los inhibidores de la IL‐5 en el asma eosinofílica grave. Se alcanzó la diferencia mínima clínicamente importante (DMCI) del George’s Respiratory Questionnaire (SGRQ; cambio de 4 puntos) para benralizumab, pero la mejoría en el ACQ y el Asthma Quality of Life Questionnaire (AQLQ), que se centran en los síntomas del asma, no alcanzó la DMCI (cambio de 0,5 puntos tanto en el ACQ como en el AQLQ) para todas las intervenciones.

La evidencia fue débil en cuanto a la mejoría en las puntuaciones de la CdVRS en los participantes que no presentaban asma eosinofílica tratados con benralizumab y reslizumab, pero los análisis de las diferencias de subgrupos obtuvieron resultados negativos.

Vea el análisis completo en:

Tratamientos inhibidores de la interleucina 5 para el asma. Hugo A Farne, Amanda Wilson, Stephen Milan, Emma Banchoff, Freda Yang, Colin VE Powell. Cochrane Database of Systematic Reviews. 12 July 2022 

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