En hijos con un progenitor asmático, el riesgo de padecer la enfermedad a los 8 años se incrementa en un 65% cuando la madre es obesa.
Los hijos de madres obesas presentan mayor riesgo de sufrir asma, según reportan investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos y presentado en la conferencia internacional de la Sociedad Torácica Americana que se está celebrando en la ciudad de San Diego (Estados Unidos).
Según el Dr. Jet Smit, autor principal del estudio, “la obesidad no es un estado neutro: el tejido adiposo es un productor activo de citoquinas proinflamatorias a la vez que también suprime la acción de las citoquinas anti-inflamatorias”.
Los investigadores analizaron datos de cerca de 4.000 niños pertenecientes a un estudio sobre prevención e incidencia del asma y alergia a los ácaros, trabajo diseñado para determinar si la presencia de los factores proinflamatorios que promueve el tejido graso en las madres con sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar asma en sus hijos. Se incluyeron los niños antes de nacer y fueron seguidos anualmente hasta los ocho años.
Los autores definieron el asma como la ocurrencia de al menos un episodio de sibilancias, disnea o la prescripción de corticosteroides inhalados el pasado año. El índice de masa corporal (IMC) superior a los 25 kg/m2 se consideró sobrepeso.
De acuerdo con los referidos criterios, más del 20% de las madres presentaba sobrepeso. Además, en los niños que tenían al menos un padre con asma, la obesidad materna aumentaba su riesgo de asma a los 8 años alrededor del 65% más que en el caso de niños con padres asmáticos cuyas madres no tenían sobrepeso.
Esto sugiere que los niños con madres con sobrepeso están expuestos a mayores niveles de factores pro-inflamatorios durante la vida fetal y podrían tener un riesgo mucho mayor de desarrollar asma que los niños similares cuyas madres no tenían sobrepeso, apuntó el Dr Smit.
Concluyen los autores que los descubrimientos sugieren los múltiples beneficios de mantener un peso sano, no sólo en las mujeres en edad fértil sino también para sus futuros hijos”.
Fuente: Jano.es, 20 de mayo de 2009
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