Rafael González Rubio

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Profesor Rafael González Rubio

Rafael González Rubio, 79 años, casado (Gaudencia Díaz Fanjul estomatóloga jubilada) con 4 hijos y 6 nietos

Graduado de Doctor en Medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de la Habana en diciembre de 1959 (el 1er grupo graduado después el Triunfo de la Revolución en enero del 2010 recibe un diploma de reconocimiento por el ministro de salud pública Dr. José Ramón Balaguer Cabrera y cito…. “por formar parte de la histórica primera graduación después del triunfo revolucionario por su consagración a la salud del pueblo durante estos 50 años y por su fidelidad a la patria”.)

Fundador del servicio ce Medicina Rural
Especialista de Primer Grado en Medicina Interna
Dr. en ciencia médicas (1985)
Especialista de Segundo Grado en Nefrología (1985)
Profesor Titular de Medicina Interna , Profesor Consultante ( 1996) y Profesor De Mérito (2005) del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara (Universidad Médica de Villa Clara)
Fundador de la especialidad de nefrología en las provincias centrales del país (1965-1987) y de la docencia médica (1966)

Se mantiene activo en la profesión como Profesor Consultante en el Hospital Militar “Dr. Manuel Fajardo Rivero” de Santa Clara y es miembro de los Tribunales Estatales de Especialistas de Medicina Interna y Nefrología.
Antecedentes nefrológicos en las provincias centrales antes de 1959 y hasta 1965.
Antes del Triunfo de la Revolución y después de sus primeros años, no existía la especialidad. En ese tiempo alguno de los internistas tenían inclinación por ciertas sub. especialidades clínicas (cardiología, neurología gastroenterología, etc.) sin que tuvieran ningún título o certificados acreditativos, pero ninguno hacia la naciente especialidad de nefrología. El propio talentoso joven Dr. Rabel Gonzáles Rubio confiesa que su inclinación era hacia la cardiología, pues mantenía consulta semanal de esa especialidad en el Hospital Provincial y en la Clínica Santa Clara.

Con la llegada al país a finales de 1962 del nefrólogo checo “Dr. Jiri Jirka, el Dr. José Ramón Machado Ventura, entonces Ministro de Salud Pública, orientó la necesidad de reiniciar el tratamiento de los enfermos con anuria aguda con la aplicación del riñón artificial y en general la atención nefrológica, suspendida por salida ilegal del único médico que la empleaba, y extender en primera instancia este servicio al oriente y centro del país. Por ese motivo, se organizó un curso/entrenamiento en el hospital Joaquín Albarrán de la Habana dirigido por el Dr. Jiri Jirka, seleccionando grupos básicos (internistas enfermeras y técnicos de laboratorio clínico) de las provincias de la Habana, Santiago de Cuba y Santa Clara. En el caso de Santa Clara fueron seleccionados por el entonces director del hospital provincial Dr. José Rodríguez Abriles, de entre los 11 clínicos con que contaba el Hospital Provincial de Santa Clara “Celestino Hernández Rubau”, los Drs. Rafael González Rubio y Rolando Cuadrado Machado, la enfermera Silvia Chaviano Esta decisión “cambio el rumbo de mi vida”, confiesa González Rubio.

El curso

El curso, teórico/práctico, fue organizado en el Hospital “Joaquín Albarrán” donde se encontraban los riñones artificiales sin uso. El profesor fue el nefrólogo Dr. Jiri Jirka y tuvo una duración de 5 o 6 meses. En las mañanas se impartían conferencias sobre temas de nefrología básica y de actualización sobre las principales enfermedades renales que se conocían en esa época. La práctica se realizaba en pase de visita, salón de hemodiálisis y un naciente laboratorio para estudio de las funciones renales. Recuerdo que entre los alumnos se encontraba el profesor Abelardo Buch López, considerado el padre de la nefrología cubana, los Drs. Reynaldo mañalich Comas, Charles Magrans Bucho Abdón Pire y otros muchos de la Habana y por Santiago de Cuba , Reynaldo Roca Goderich, Arturo Sánchez Borges, todos ellos acompañados por las enfermeras y los técnicos de laboratorio. Fue un curso muy educativo y provechoso que sentó las bases de la especialidad en Cuba.

Uno del recuerdo más impactante fue el caso de unos adolescentes remitidos de una ciudad cercana con anuria total aguda al que le practicaron una nefrectomía derecha de urgencia por hematuria incontrolable posterior a un trauma abdominal para ser hemodializado. Recuerda que el profesor Jiri Jirka preguntaba con insistencia desde un principio si se sabía que tuviera riñón izquierdo. La conclusión fue que le habían extirpado el único riñón que tenía por lo que se comportaba como un paciente anéfrico. En esa época no existía la posibilidad de hemodiálisis periódica que contamos en la actualidad, por lo que el paciente falleció en uremia después de varias hemodiálisis practicadas. Esta experiencia fue una importante lección e impacto para todos los que estaban tratando de aprender la aplicación del riñón artificial.

El regreso

A la semana del regreso a la provincia, finales del primer trimestre de 1963, llegó al hospital provincial de Santa Clara, remitido de la Habana, uno de los cuatro riñones artificial tipo Kolff de Travenol con 10 dializadores Twin Coil. Ambos fueron “guardados” en el departamento de mantenimiento del hospital. Allí permanecieron por casi dos años, a pesar de las gestiones del Dr. González Rubio, pues el entonces director del hospital y el director provincial de la salud no sentían la necesidad de crear y desarrollar una Unidad Renal para el tratamiento de la anuria aguda. Los dos internistas que pasaron el adiestramiento en la Habana fueron incorporados al trabajo de medicina que consistía la prioridad para los dirigentes administrativos. Fueron inútiles las gestiones realizadas e inclusive el director provincial se negaba a recibirlos.

1965. Inauguración del Primer Servicio de Nefrología de la provincia

En los primeros meses de 1965, siendo director del hospital el Dr. Ricardo Jorge Oropeza, llega a Santa Clara el Dr. Daniel Alonso, pediatra y presidente del Consejo de Sociedades Científicas del Ministerio de Salud Pública con la encomienda de estudiar la posibilidad de fundar una Escuela de Medicina para las provincias centrales del país (ya se había fundado la segunda en Santiago de Cuba para las provincias orientales). Durante su visita preguntó… ¿Cuántas hemodiálisis se habían realizado en el hospital? …Por supuesto ninguna. Se fue en busca del riñón enviado hacía casi dos años y se le encontró abandonado en el departamento de mantenimiento, éste fue enviado a Santa Clara durante un mes para un curso de actualización en enfermedades renales y ayudar a crear un Servicio de Nefrología. Se dieron las facilidades de un local ubicado entre las salas de medicina 2 y 6, que se unió con un puente por orden del Dr. Guillermo Rodríguez Pozo, entonces Director Provincial de Salud, habilitándose un cuarto para el riñón artificial, 6 camas de hospitalización, tres de mujeres y tres de hombres, y un pequeño laboratorio para pruebas funcionales renales y las urgencias de los casos ingresados. El Dr. González Rubio asume la jefatura del servicio con colaboración por algún tiempo del Dr. Cuadrado.

Durante su estancia Jirka, enseñó la técnica de cateterización de vasos femorales para la hemodiálisis, proceder que se empleó por primera vez para hidratar a un enfermo severamente enfermo. También enseñó la técnica de la diálisis peritoneal con un catéter rígido (que se utilizó muchas veces por ser el único que había) con soluciones dialíticas fabricadas en la farmacia del hospital y envasada en frascos de cristal de 1000 ml y se puso a punto el laboratorio nefrológico.

La primera hemodiálisis realizada en las provincias centrales fue a una paciente remitida de la localidad de Guáimaro, provincia de Camaguey, con una anuria aguda secundaria a “aborto séptico”. Participaron el Dr. Rafael González Rubio, Dr. Rolando Cuadrado y la enfermera Silvia Chaviano.

En mayo de 1965 presenta su primer trabajo sobre un tema nefrológico durante el Congreso de Medicina Interna celebrado en Girón, titulado “Aclaramiento de creatinina en nefropatías agudas y crónicas”.

El Dr. González Rubio simultaneo la jefatura del servicio nefrológico, incluso asumiendo solo todas las urgencias, con las funciones de clínico del hospital (incluyendo guardias físicas semanales y un sábado y domingo al mes) que por entonces contaba con solo 5 especialitas en medicina interna hasta que en 1977 se graduaron en el Instituto de Nefrología los Drs. Juan Díaz Sampelayo y Diego Juan Sánchez Brito, primeros especialistas de nefrología de la provincia. En los años siguientes no varían los recursos humanos. En 1981 se incorpora el Dr. Rafael Martínez Mondeja y posteriormente el Dr. Pérez Burnes (graduado en el servicio nefrológico de Camaguey). Por esa época pasó un entrenamiento de una año en el Instituto de Nefrología el Dr. Eduardo Fernández, especialista en medicina interna del hospital, que se integra a trabajar en el servicio de nefrología).

Ya en 1982 el Dr. González Rubio tiene problemas de salud que requirió la implantación de un marcapaso, sin que por ello mermara su trabajo (en 1985 obtiene el Segundo Grado de la Especialidad), pero que unido a otros problemas internos del hospital (el Dr. Pérez Burnes fue nombrado jefe del servicio de Nefrología) motivaron que en 1987, después de 25 años de abnegada labor en nefrología, se retira de esa actividad, pasando a trabajar como profesor de medicina interna en el Hospital militar “Dr. Manuel Fajardo Rivero” hasta la actualidad.

¿Cómo se relacionó con el Dr. Abelardo Buch López?

Lo conocí siendo alumno de medicina en el Hospital “Calixto García” donde el Dr. Buch era profesor de la cátedra de Patología General (profesor José Bisbe) y posteriormente lo volví a ver en la clínica privada que tenía en la calle 23 entre 8 y 10 en el vedado, la Habana. Nueva relación durante el primer curso de Jirka en 1962 y posteriormente en múltiples ocasiones durante los 25 años que me mantuve al frente del servicio de nefrología en Santa Clara. Guarda excelentes recuerdos de esta relación.

Fundación del servicio de Nefrología Santa Clara (Marzo 1965)
De izquierda a derecha: Drs. Guillermo Rodríguez Del pozo, Jiri Jirka, Rafael González Rubio y Ricardo Jorge Oropeza.

Fuente: Alfonzo J. «Historia de la Nefrología en Cuba. Antecedentes y desarollo». Editorial de Ciencias Médicas La Habana (en proceso de edición) 2011.

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