Respuesta a un caso en un ambiente interior
Cuando una persona con la COVID-19, sospechosa o confirmada, ha estado en interiores, el virus puede permanecer suspendido en el aire durante minutos u horas. El tiempo en que el virus permanece suspendido y se mantiene infeccioso depende de numerosos factores, incluida la carga viral en las gotitas respiratorias o en las partículas pequeñas, la alteración del aire y las superficies, la ventilación, la temperatura y la humedad. El uso del nasobuco de manera constante y correcta puede reducir sustancialmente la cantidad de virus en interiores, incluida la que aterriza en las superficies.
Con base en los datos epidemiológicos y los experimentales limitados, el riesgo de infección por ingresar a un espacio donde ha estado una persona con la COVID-19 es bajo después de las 24 horas. Durante las primeras 24 horas, el riesgo se puede reducir aumentando la ventilación y esperando el mayor tiempo posible antes de ingresar al espacio (al menos varias horas, según los casos documentados de transmisión aérea) y utilizando el equipo de protección personal (incluida cualquier protección necesaria para el uso de los productos de limpieza y desinfección) para reducir el riesgo. Ciertas técnicas pueden mejorar el ajuste y la eficacia de la filtración en las máscaras.
Después que una persona con la COVID-19, sospechosa o confirmada, ha estado en un espacio interior, el riesgo de transmisión a través de los fómites desde cualquier superficie es menor al trasncurrir 3 días (72 horas). Los investigadores han descubierto que la reducción del 99 % en el SARS-CoV-2 infeccioso en las superficies no porosas puede ocurrir dentro de los 3 días. En entornos de interior, los riesgos se pueden reducir mediante el uso de los nasobucos (lo que reduce las gotas que pueden depositarse en las superficies), la limpieza de rutina y la higiene constante de las manos.
Conclusiones
Las personas pueden infectarse con el SARS-CoV-2 a través del contacto con las superficies contaminadas. Sin embargo, según los datos epidemiológicos disponibles y los estudios de los factores ambientales, la transmisión por las superficies no es la ruta principal por la que se propaga el SARS-CoV-2 y se considera de bajo riesgo. El modo principal por el cual las personas se infectan con el SARS-CoV-2 es a través de la exposición a gotitas respiratorias que transportan el virus infeccioso. En la mayoría de las situaciones, limpiar las superficies con jabón o detergente, y no desinfectar, es suficiente para reducir el riesgo.
Se recomienda la desinfección en los entornos comunitarios cerrados donde se haya sospechado o confirmado un caso de la COVID-19 en las últimas 24 horas. El riesgo de transmisión por los fómites se puede reducir usando los nasobucos de manera constante y correcta, practicando la limpieza, la higiene de las manos, y tomando otras medidas para mantener las instalaciones saludables.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC)
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