Las enfermedades infecciosas importadas han recibido una enorme atención mediática en los últimos 10 años. Los medios de comunicación las han presentado como una amenaza inminente, insidiosa, incontrolable y letal.
No obstante, la paradoja es que la morbimortalidad atribuible a las enfermedades importadas «mediáticas» en el conjunto de la Unión Europea es pequeña y, a nivel de salud pública, constituyen una preocupación meno aún cuando son responsables de cuadros clínicos graves o mortale.
Este artículo fundamente la importancia de hacer un manejo adecuado de las enfermedades importadas e indica una serie de elementos claves para una detección temprana y adecuada de las mismas y el tratamiento oportuno a los viajeros. Algunos de ellos son:
- Sigue siendo útil considerar que toda fiebre importada de África subsahariana es paludismo hasta poder demostrar lo contrario.
- Un paciente febril que presenta sangrado espontáneo debe ser aislado y no realizar ninguna extracción o manipulación de fluidos hasta haber contactado con las autoridades epidemiológicas territoriales.
- Los pródromos clínicos suelen ser inespecíficos. No obstante, la identificación de factores de riesgo (viajes mochileros o inmigrantes en visita a familiares), sus circunstancias (pacientes que no han realizado quimioprofilaxis antipalúdica) y el periodo de aparición de la fiebre (en general menor de 2 semanas) deben alertar.
- En los pacientes graves no hay que demorar el inicio de un tratamiento empírico combinado antipalúdico-antibiótico a la espera de resultados microbiológicos.
Lluís Valerio, Silvia Roure y Laura Martín-Cano. Signos de alarma al regresar de un viaje. Formación Médica Continuada en Atención Primaria. Volume 27, Issue 1,
2020. ISSN 1134-2072, https://doi.org/10.1016/j.fmc.2019.07.004.
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